ANTONIO HERRERO | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Un hombre de nacionalidad italiana, identificado como Pascuale Ferrato, nacido en agosto de 1958, supuestamente mató a su mujer, de nacionalidad belga, que resultó ser Sofía De Roeck, nacida en Bélgica, en mayo de 1963, a su hijo Valentino Ferrato, de siete años, y a su hija Zoe Ferrato, de cuatro, en el interior de su vivienda sita en la calle La Cruz, en la urbanización Vesubio, en el barrio de Los Olivos, en Adeje, y posteriormente se quitó la vida arrojándose desde el segundo piso, según pudo confirmar La Opinión de Tenerife en fuentes cercanas a la investigación.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 21:40 horas, cuando los vecinos escuchaban un estampido contra la calle. Al asomarse pudieron comprobar cómo el cuerpo de un hombre, aparentemente sin vida yacía en la vía pública. De inmediato, los testigos alertaron a la Guardia Civil de lo acaecido.
La fuerza pública se personó en el lugar y pudo comprobar la veracidad de la denuncia vecinal, por lo que alertaron al Equipo de Policía Judicial de Playa de las Américas, que desplazó a la pareja de guardia.
Cuando los agentes llegaron, el cabo que mandaba el equipo rebuscó entre las ropas del fallecido algún documento identificativo, pero éste carecía de ello. Los vecinos se prestaron a colaborar y relataron al número de la Benemérita que se trataba del inquilino de la segunda planta, por lo que el guardia civil subió y tocó en la puerta.
Como quiera que nadie abrió, insistió y ante el silencio decidió forzar la misma. Lo que halló no podrá olvidarlo nunca. En el pasillo y tapados con unas mantas yacían los cuerpos sin vida de una mujer y dos pequeños.
El agente retrocedió sobre sus pasos y comunicó a la Central Operativa de la 151 Comandancia lo que había encontrado.
Rápidamente, se personaron más efectivos del puesto de Adeje, así como varios agentes de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, quienes al cierre de esta edición se encontraban en unión de su capitán, en el interior del domicilio procediendo al levantamiento de los cadáveres, en unión de la comisión judicial formada por la titular del juzgado de instrucción número 2 de Arona, el secretario y el médico forense.
En cuanto al móvil, nada ha trascendido, por lo que todas las hipótesis son válidas, aunque los investigadores parecen decantarse que pudo ocurrir alguna discusión familiar y primeramente acabara con la vida de la mujer, posteriormente con la de sus hijos. Luego decidió acabar con su vida.
En cuanto a cómo pudo acabar con la vida de su mujer y sus tres hijos tampoco se sabe, aunque sí ha trascendido que alrededor de la mujer había un rastro de sangre.
El coche del presunto asesino estaba estacionado en las proximidades de su domicilio y en su interior estaban las bicicletas con las que jugaban sus niños.
Un centenar de vecinos se congregaron anoche en los exteriores del domicilio del presunto asesino siguiendo el curso de las pesquisas.
