carlitros_15
Madmaxista
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He escrito varias veces mensajes en este foro, pero quiero compartir algo con vosotros que me pasó hace tiempo, pero lo comparto con vosotros ahora. Mi novia me dejó hace meses y una de las principales razones era no querer meterme en una hipoteca.
Ella siempre me presionaba con lo de meternos en un zulo a toda costa. Lo hacía de forma bastante sutil, poniéndome como ejemplo a sus amigas. Me decía "pues mi amiga fulanita se ha metido con un piso con el novio y estan muy felices", sacaba el tema en cuanto podía. Me llegaba incluso a decir que si tuviéramos una hipoteca no pelearíamos tanto.
Por supuestos, cada vez que volvía de estar con sus amigas era un bombardeo ya en toda regla. Por lo visto sus amigas le decían que una hipoteca era la mejor prueba de amor, que un hombre que no se mete en una hipoteca es que no quiere comprometerse, que si no me metía con ella no apostaba por el futuro de la relación, etc. Por supuesto, todas sus amigas de 25 años, cobrando sueldos inframileuristas y haciendo sustituciones mensuales de profesores y demás. Vamos, sus amigas eran la definición de precariedad pura.
Yo le decía que ni de coña me metía en una hipoteca, y no porque hubiese descubierto este foro, sino porque en primer lugar no estaba dispuesto a deberle un montón de dinero a un banquero toda mi vida. Y mucho menos cuando ninguno de los dos teníamos trabajo, ni fijo ni inestable.
Y en segundo lugar, y aquí viene lo extraño, porque yo ya tenía un piso!!! En mi familia tenemos bastantes pisos y ya existía uno a mi nombre que estaba alquilado. Así pues, ni podía acceder a una VPO, ya que exigían no haber tenido un piso en propiedad desde hacía 5 años como mínimo, ni tenia ninguna necesidad de esclavizarme al banquero de turno cuando en mi familia teníamos pisos de sobra.
Así que hablé con ella y le dije que si quería formar una familia conmigo, que no teníamos que meternos en ningún piso, que lo podíamos formar en cualquiera de los pisos de mi familia sin esclavizarnos a un maldito banco, sin tener que destinar el 60% de nuestros ingresos en pagar ninguna hipoteca y pudiendo destinar todos nuestros ingresos en los ahorros a largo plazo, en el cuidado de nuestros hijos (a los que ya habíamos puesto nombre) y en hacernos un colchón por lo que pudiera pasar.
Pero lo que ella me dijo era que sí, que en ese caso podríamos vivir, pero que si yo me separaba de ella ella se quedaría en la calle porque yo podría echarla de mi piso.
Yo no entendía por qué si lo que quería era un piso para formar una familia, se preocupaba tanto por el "dia después", incluso me sentí culpable por no darle seguridad y le juré que nunca la echaría de casa, que si formaba una familia con ella lo daría todo por ellos, incluso que si ella quería que podía ahorrar dinero y guardarlo al margen de la familia por si nos separábamos. Pero nada de eso parecía importarle.
Ahora ya lo sé. Ella no quería el piso para formar una familia, quería un piso por el propio piso. Por eso que viviésemos en mi casa no le gustaba, porque al estar la titularidad a mi nombre, en caso de separación la seguiría teniendo yo.
Direis que soy simple, pero esto he tardado meses en darme cuenta, en encajar las piezas, en haber sintentizado tantas conversaciones distraídas, aparentemente desinteresadas y haber ido encajando las partes hasta formar el puzzle completo de mi ruptura. El amor me hacía ciego. Pero ahora veo la verdad y me duele mucho. No sé cómo he podido estar con alguien así. Que incluso me ha hecho replantearme tirar una parte de la riqueza de mi familia por la borda para satisfacerla.
Quiero creer que han sido sus amigas las que le han comido la cabeza. Que ella sólo es insegura y que hacía esto inconscientemente, llevada por la tónica general.
Ya no sé qué pensar de las mujeres.
Ella siempre me presionaba con lo de meternos en un zulo a toda costa. Lo hacía de forma bastante sutil, poniéndome como ejemplo a sus amigas. Me decía "pues mi amiga fulanita se ha metido con un piso con el novio y estan muy felices", sacaba el tema en cuanto podía. Me llegaba incluso a decir que si tuviéramos una hipoteca no pelearíamos tanto.
Por supuestos, cada vez que volvía de estar con sus amigas era un bombardeo ya en toda regla. Por lo visto sus amigas le decían que una hipoteca era la mejor prueba de amor, que un hombre que no se mete en una hipoteca es que no quiere comprometerse, que si no me metía con ella no apostaba por el futuro de la relación, etc. Por supuesto, todas sus amigas de 25 años, cobrando sueldos inframileuristas y haciendo sustituciones mensuales de profesores y demás. Vamos, sus amigas eran la definición de precariedad pura.
Yo le decía que ni de coña me metía en una hipoteca, y no porque hubiese descubierto este foro, sino porque en primer lugar no estaba dispuesto a deberle un montón de dinero a un banquero toda mi vida. Y mucho menos cuando ninguno de los dos teníamos trabajo, ni fijo ni inestable.
Y en segundo lugar, y aquí viene lo extraño, porque yo ya tenía un piso!!! En mi familia tenemos bastantes pisos y ya existía uno a mi nombre que estaba alquilado. Así pues, ni podía acceder a una VPO, ya que exigían no haber tenido un piso en propiedad desde hacía 5 años como mínimo, ni tenia ninguna necesidad de esclavizarme al banquero de turno cuando en mi familia teníamos pisos de sobra.
Así que hablé con ella y le dije que si quería formar una familia conmigo, que no teníamos que meternos en ningún piso, que lo podíamos formar en cualquiera de los pisos de mi familia sin esclavizarnos a un maldito banco, sin tener que destinar el 60% de nuestros ingresos en pagar ninguna hipoteca y pudiendo destinar todos nuestros ingresos en los ahorros a largo plazo, en el cuidado de nuestros hijos (a los que ya habíamos puesto nombre) y en hacernos un colchón por lo que pudiera pasar.
Pero lo que ella me dijo era que sí, que en ese caso podríamos vivir, pero que si yo me separaba de ella ella se quedaría en la calle porque yo podría echarla de mi piso.
Yo no entendía por qué si lo que quería era un piso para formar una familia, se preocupaba tanto por el "dia después", incluso me sentí culpable por no darle seguridad y le juré que nunca la echaría de casa, que si formaba una familia con ella lo daría todo por ellos, incluso que si ella quería que podía ahorrar dinero y guardarlo al margen de la familia por si nos separábamos. Pero nada de eso parecía importarle.
Ahora ya lo sé. Ella no quería el piso para formar una familia, quería un piso por el propio piso. Por eso que viviésemos en mi casa no le gustaba, porque al estar la titularidad a mi nombre, en caso de separación la seguiría teniendo yo.
Direis que soy simple, pero esto he tardado meses en darme cuenta, en encajar las piezas, en haber sintentizado tantas conversaciones distraídas, aparentemente desinteresadas y haber ido encajando las partes hasta formar el puzzle completo de mi ruptura. El amor me hacía ciego. Pero ahora veo la verdad y me duele mucho. No sé cómo he podido estar con alguien así. Que incluso me ha hecho replantearme tirar una parte de la riqueza de mi familia por la borda para satisfacerla.
Quiero creer que han sido sus amigas las que le han comido la cabeza. Que ella sólo es insegura y que hacía esto inconscientemente, llevada por la tónica general.
Ya no sé qué pensar de las mujeres.