Epic Failer
Madmaxista
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Fotoprix, la última gran cadena de fotografía, suspende pagos
La cadena de tiendas y laboratorios fotográficos Fotoprix, la única de las grandes del sector que había logrado sobrevivir al cambio digital, presentó ayer concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona. La compañía explicó su declaración de insolvencia por la larga crisis del sector debido al cambio de hábitos sociales que supuso el éxito de la fotografía digital, el peso del endeudamiento derivado de las inversiones realizadas para adaptarse a esa transformación y la actitud de la banca. "Nos han cerrado de golpe las pólizas de descuento por 4,5 millones en los últimos meses y eso ha sido la puntilla tras haberlo intentado todo", dijo ayer Porfirio González, fundador y propietario de la firma.
En su máximo momento de esplendor, Fotoprix llegó a contar con 300 establecimientos en España, entre centros propios y franquiciados. Hoy está cerca de la mitad con sus 95 tiendas en propiedad y 70 franquicias. La plantilla, que alcanzó las 700 personas, se sitúa ahora en unas 400. El tremendo repliegue sufrido obedece al desplome de las ventas, que han pasado de los más de 80 millones del 2009 a los apenas 40 millones del pasado ejercicio.
El cambio de paradigma en el sector se visualiza perfectamente con dos datos. El primero: entre el 2006 y el 2011, el revelado de fotografías y las copias pasaron de representar el 90% de las ventas y los beneficios a tan sólo el 20%. El segundo: los más de 30 millones por revelar carretes en el 2005 se convirtieron en... ¡400.000 euros! en el 2013. Y la crisis no se detiene. El año pasado, Fotoprix facturaba dos millones al mes en la red de tiendas propias y este año, los ingresos de esos establecimientos no llegan al millón y medio. En el conjunto de la red superan ya los 15 millones a mitad de año.
Todo lo anterior ha pasado una elevada factura en los resultados y la tesorería. Hasta que la banca ha dicho basta. En su demanda de solicitud de concurso, la empresa -asesorada por Carlos Noguera y Laura Suárez, del bufete Pintó Ruiz & Del Valle- ha declarado deudas de 12 millones de euros, de los que cerca de la mitad son con la banca. BBVA, Popular, Sabadell, Bankinter y Deutsche Bank son los más afectados.
Entre los acreedores importantes también figuran las administraciones públicas: la Agencia Tributaria (2,5 millones) y la Seguridad Social (0,5 millones). La intención de la empresa es negociar con los acreedores para intentar llegar a un acuerdo, aprobar un plan de pagos con una quita importante y continuar.
Pese a su alta deuda, Fotoprix se mantiene como el líder del sector gracias a su doble apuesta por la venta directa en las tiendas -donde ofrece impresión de fotografías, calendarios, tarjetas de visita, folletos de empresa y otros, además de cámaras y videocámaras- y el libro digital, que se trabaja sin precisar el paso del cliente por el establecimiento. Pero superar el concurso de acreedores será, sin duda, muy complicado.
La cadena de tiendas y laboratorios fotográficos Fotoprix, la única de las grandes del sector que había logrado sobrevivir al cambio digital, presentó ayer concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona. La compañía explicó su declaración de insolvencia por la larga crisis del sector debido al cambio de hábitos sociales que supuso el éxito de la fotografía digital, el peso del endeudamiento derivado de las inversiones realizadas para adaptarse a esa transformación y la actitud de la banca. "Nos han cerrado de golpe las pólizas de descuento por 4,5 millones en los últimos meses y eso ha sido la puntilla tras haberlo intentado todo", dijo ayer Porfirio González, fundador y propietario de la firma.
En su máximo momento de esplendor, Fotoprix llegó a contar con 300 establecimientos en España, entre centros propios y franquiciados. Hoy está cerca de la mitad con sus 95 tiendas en propiedad y 70 franquicias. La plantilla, que alcanzó las 700 personas, se sitúa ahora en unas 400. El tremendo repliegue sufrido obedece al desplome de las ventas, que han pasado de los más de 80 millones del 2009 a los apenas 40 millones del pasado ejercicio.
El cambio de paradigma en el sector se visualiza perfectamente con dos datos. El primero: entre el 2006 y el 2011, el revelado de fotografías y las copias pasaron de representar el 90% de las ventas y los beneficios a tan sólo el 20%. El segundo: los más de 30 millones por revelar carretes en el 2005 se convirtieron en... ¡400.000 euros! en el 2013. Y la crisis no se detiene. El año pasado, Fotoprix facturaba dos millones al mes en la red de tiendas propias y este año, los ingresos de esos establecimientos no llegan al millón y medio. En el conjunto de la red superan ya los 15 millones a mitad de año.
Todo lo anterior ha pasado una elevada factura en los resultados y la tesorería. Hasta que la banca ha dicho basta. En su demanda de solicitud de concurso, la empresa -asesorada por Carlos Noguera y Laura Suárez, del bufete Pintó Ruiz & Del Valle- ha declarado deudas de 12 millones de euros, de los que cerca de la mitad son con la banca. BBVA, Popular, Sabadell, Bankinter y Deutsche Bank son los más afectados.
Entre los acreedores importantes también figuran las administraciones públicas: la Agencia Tributaria (2,5 millones) y la Seguridad Social (0,5 millones). La intención de la empresa es negociar con los acreedores para intentar llegar a un acuerdo, aprobar un plan de pagos con una quita importante y continuar.
Pese a su alta deuda, Fotoprix se mantiene como el líder del sector gracias a su doble apuesta por la venta directa en las tiendas -donde ofrece impresión de fotografías, calendarios, tarjetas de visita, folletos de empresa y otros, además de cámaras y videocámaras- y el libro digital, que se trabaja sin precisar el paso del cliente por el establecimiento. Pero superar el concurso de acreedores será, sin duda, muy complicado.