Una de las puntas de la madeja se puede destapar así:
Hay que seguir la huella del dinero. La huella fiscal: corre la voz (y antes de que trascendiera a la prensa el fraude) que algunos de los profesores contratados para impartir los cursos de formación se vieron obligados a firmar que cobraban por el curso 3 veces lo que realmente cobraron. Hay que ir a sus declaraciones de las rentas IRPF y cotejar los documentos de estos supuestos ingresos con los que realmente declararon. Este es el hilo que desenreda la deja.
Hay que seguir la huella del dinero. La huella fiscal: corre la voz (y antes de que trascendiera a la prensa el fraude) que algunos de los profesores contratados para impartir los cursos de formación se vieron obligados a firmar que cobraban por el curso 3 veces lo que realmente cobraron. Hay que ir a sus declaraciones de las rentas IRPF y cotejar los documentos de estos supuestos ingresos con los que realmente declararon. Este es el hilo que desenreda la deja.