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El FMI va en serio cuando plantea ‘quitas’ a los ahorradores, otra cosa es lo que hagan los Gobiernos : Periódico digital progresista
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha planteado abiertamente que Gobiernos de 15 países europeos -cuyos nombres no ha dado- quiten el 10% de los ahorros de sus ciudadanos para pagar deuda pública y reducir su volumen. Así de crudo. Inmediatamente todo el mundo da por hecho que ningún Gobierno se atrevería a aplicar esa medida en su país, no solo porque perdería las siguientes elecciones, sino porque probablemente jamás las volvería a ganar o no las ganaría en décadas. También se argumenta, y con razón, que el FMI no siempre acierta, que muchas de sus recetas han sido desastrosas para los países donde se han aplicado (el corralito argentino por ejemplo), por no hablar de los errores que el propio Fondo reconoció en el rescate a Grecia. Pero resulta que sus informes tienen influencia en el mundo financiero y también en el político. Y que ya tenemos un precedente: Chipre, donde por imposición de Alemania se quitó nada más y nada menos que el 47,5% de los ahorros a aquellos chipriotas que tenían más de cien mil euros en el banco. Mejor poner las barbas a remojar.
Bruselas ya incluyó la quita privada en el rescate a bancos
Hay otra pista ‘mosqueante’, la Unión Europea está diseñando la unión bancaria y dentro de ella va la directiva de recapitalización directa de los bancos. Con esta última directiva se pretende que cuando Bruselas tenga que rescatar un banco porque el Gobierno de turno no tiene dinero, sean los bancos rescatados los que lo tengan que devolver y no como en el caso español en el que los 46 mil millones de rescate computan como déficit público y lo pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos. En esa directiva ya se establece quién pagará y por qué orden en caso de que un banco quiebre: primero los accionistas, después los titulares de productos como preferentes o bonistas (ahorradores) y en tercer lugar y solo como último recurso entraría dinero público a través del MEDE (fondo de rescate europeo). El espectáculo público que dieron los gobiernos europeos por el caso de Chipre, cuando Alemania pretendía que se quitara dinero a todos los ahorradores incluso a los que solo tuvieran 3.000 en el banco, llevó a una negociación en la que se consiguió que solo habría quitas a las cuentas que tuvieran más de 100.000 euros. Pero el concepto ‘quita a los ahorradores’ ya ha pasado de lo conceptual a lo real en la Legislación de la Unión Europea.
Lo que propone el FMI
El Fondo Monetario Internacional propone quitar el 10% de los ahorros a los ciudadanos de 15 países europeos con elevada deuda pública, como por ejemplo España. Explica que se trataría de una medida “excepcional” y que se haría de una sola vez. Lo de “excepcional” es cuanto menos redundante, solo faltaba que el Fondo propusiera quitar dinero a los ahorradores periódicamente, cada uno, tres o cinco años. Obviamente sería un disparate, pero explica el carácter de excepcional recordando un dato: después de la Primera Guerra Mundial fueron ‘habituales’ en Europa las quitas a los ahorros de los ciudadanos y después de la Segunda Guerra mundial lo hicieron los Gobiernos de Estados Unidos y Japón. Todos sabemos que esta es la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra mundial, pero obviamente la comparación con los años de postguerra de las dos catástrofes mundiales no se resiste.
Deuda gigantesca, problema aplazado
Para lo que sí sirve el informe del FMI es para poner encima de la mesa un problema que públicamente no se aborda y que permanentemente es aplazado por los Gobiernos nacionales y por la Unión Europea. También en estados Unidos, porque también la principal economía mundial tiene una deuda pública gigantesca, solo que en este caso los inversores piensan que tarde o temprano la potente economía norteamericana volverá a generar recursos suficientes de tal forma que ingrese mucho más de lo que gaste. Otro cuento es Europa, donde al menos 15 países tienen una deuda pública elevadísima y en muchos casos se considera impagable. Y este es el caso de España, cuya economía está varada en el fondo del abismo, con los motores averiados y sin perspectivas de un crecimiento mínimamente potente a medio plazo. En definitiva, muchos economistas piensan que durante varias generaciones los españoles tendríamos que trabajar solo para pagar la deuda pública y esto, obviamente es impensable, porque además de pagar deuda pública tenemos derecho a educación o sanidad, por ejemplo.
Pero ¿por qué propone una quita de los ahorros de las familias y no propone a bancos, fondos de inversión, y bancos centrales de otros países una quita de deuda soberana?. Si no se puede pagar la deuda alguien tienen que renunciar a cobrarla, por ejemplo.
La deuda española al galope
En el año 2.007 la deuda pública española estaba en torno al 65% del Producto Interior Bruto, por debajo de la media europea y por debajo de la alemana. Gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, quien además de bajar impuestos aprovechó para ahorrar y pagar deuda. Se pongan como se pongan los fieles de la derecha los números son los que son. Estalló la crisis en 2.008 en Estados Unidos e impacta en España con toda su virulencia en el 2.009, con lo que el Gobierno socialista ya no puede reducir deuda y además aumenta el déficit –que superó el 10%- para mantener el gasto social. El problema es que la deuda pública no ha dejado de aumentar en los dos últimos años, lo que en mensaje político significa que Rajoy no solo no redujo la deuda sino que la disparó. Solo en el segundo trimestre de este año alcanzó el 92,2% del Producto Interior Bruto y, para darnos una idea había crecido un 17,6% respecto al mismo período de 2.012. A pesar de los recortes y de las subidas de impuestos la deuda pública aumentó este año más de un 17% respecto al primer año de Rajoy. Y hay más, en dos años de gobierno del PP la deuda pública ha crecido más que en los 8 años que gobernó Zapatero. La previsión es que el año que viene la deuda pública supere el 100% del PIB.
Es cierto que hay países con una deuda pública mayor, por ejemplo Japón que superará el 200% del PIB, y por encima del cien por cien habrá numerosos países como Irlanda, Francia, Portugal, Inglaterra o Estados Unidos, pero el problema es que la economía española sufre males estructurales que otras economías no tienen. Los economistas, estudiosos, expertos o como se les quiera llamar coinciden: el problema de la deuda es gigantesco. Los políticos lo saben, como saben que las soluciones son muy complicadas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha planteado abiertamente que Gobiernos de 15 países europeos -cuyos nombres no ha dado- quiten el 10% de los ahorros de sus ciudadanos para pagar deuda pública y reducir su volumen. Así de crudo. Inmediatamente todo el mundo da por hecho que ningún Gobierno se atrevería a aplicar esa medida en su país, no solo porque perdería las siguientes elecciones, sino porque probablemente jamás las volvería a ganar o no las ganaría en décadas. También se argumenta, y con razón, que el FMI no siempre acierta, que muchas de sus recetas han sido desastrosas para los países donde se han aplicado (el corralito argentino por ejemplo), por no hablar de los errores que el propio Fondo reconoció en el rescate a Grecia. Pero resulta que sus informes tienen influencia en el mundo financiero y también en el político. Y que ya tenemos un precedente: Chipre, donde por imposición de Alemania se quitó nada más y nada menos que el 47,5% de los ahorros a aquellos chipriotas que tenían más de cien mil euros en el banco. Mejor poner las barbas a remojar.
Bruselas ya incluyó la quita privada en el rescate a bancos
Hay otra pista ‘mosqueante’, la Unión Europea está diseñando la unión bancaria y dentro de ella va la directiva de recapitalización directa de los bancos. Con esta última directiva se pretende que cuando Bruselas tenga que rescatar un banco porque el Gobierno de turno no tiene dinero, sean los bancos rescatados los que lo tengan que devolver y no como en el caso español en el que los 46 mil millones de rescate computan como déficit público y lo pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos. En esa directiva ya se establece quién pagará y por qué orden en caso de que un banco quiebre: primero los accionistas, después los titulares de productos como preferentes o bonistas (ahorradores) y en tercer lugar y solo como último recurso entraría dinero público a través del MEDE (fondo de rescate europeo). El espectáculo público que dieron los gobiernos europeos por el caso de Chipre, cuando Alemania pretendía que se quitara dinero a todos los ahorradores incluso a los que solo tuvieran 3.000 en el banco, llevó a una negociación en la que se consiguió que solo habría quitas a las cuentas que tuvieran más de 100.000 euros. Pero el concepto ‘quita a los ahorradores’ ya ha pasado de lo conceptual a lo real en la Legislación de la Unión Europea.
Lo que propone el FMI
El Fondo Monetario Internacional propone quitar el 10% de los ahorros a los ciudadanos de 15 países europeos con elevada deuda pública, como por ejemplo España. Explica que se trataría de una medida “excepcional” y que se haría de una sola vez. Lo de “excepcional” es cuanto menos redundante, solo faltaba que el Fondo propusiera quitar dinero a los ahorradores periódicamente, cada uno, tres o cinco años. Obviamente sería un disparate, pero explica el carácter de excepcional recordando un dato: después de la Primera Guerra Mundial fueron ‘habituales’ en Europa las quitas a los ahorros de los ciudadanos y después de la Segunda Guerra mundial lo hicieron los Gobiernos de Estados Unidos y Japón. Todos sabemos que esta es la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra mundial, pero obviamente la comparación con los años de postguerra de las dos catástrofes mundiales no se resiste.
Deuda gigantesca, problema aplazado
Para lo que sí sirve el informe del FMI es para poner encima de la mesa un problema que públicamente no se aborda y que permanentemente es aplazado por los Gobiernos nacionales y por la Unión Europea. También en estados Unidos, porque también la principal economía mundial tiene una deuda pública gigantesca, solo que en este caso los inversores piensan que tarde o temprano la potente economía norteamericana volverá a generar recursos suficientes de tal forma que ingrese mucho más de lo que gaste. Otro cuento es Europa, donde al menos 15 países tienen una deuda pública elevadísima y en muchos casos se considera impagable. Y este es el caso de España, cuya economía está varada en el fondo del abismo, con los motores averiados y sin perspectivas de un crecimiento mínimamente potente a medio plazo. En definitiva, muchos economistas piensan que durante varias generaciones los españoles tendríamos que trabajar solo para pagar la deuda pública y esto, obviamente es impensable, porque además de pagar deuda pública tenemos derecho a educación o sanidad, por ejemplo.
Pero ¿por qué propone una quita de los ahorros de las familias y no propone a bancos, fondos de inversión, y bancos centrales de otros países una quita de deuda soberana?. Si no se puede pagar la deuda alguien tienen que renunciar a cobrarla, por ejemplo.
La deuda española al galope
En el año 2.007 la deuda pública española estaba en torno al 65% del Producto Interior Bruto, por debajo de la media europea y por debajo de la alemana. Gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero, quien además de bajar impuestos aprovechó para ahorrar y pagar deuda. Se pongan como se pongan los fieles de la derecha los números son los que son. Estalló la crisis en 2.008 en Estados Unidos e impacta en España con toda su virulencia en el 2.009, con lo que el Gobierno socialista ya no puede reducir deuda y además aumenta el déficit –que superó el 10%- para mantener el gasto social. El problema es que la deuda pública no ha dejado de aumentar en los dos últimos años, lo que en mensaje político significa que Rajoy no solo no redujo la deuda sino que la disparó. Solo en el segundo trimestre de este año alcanzó el 92,2% del Producto Interior Bruto y, para darnos una idea había crecido un 17,6% respecto al mismo período de 2.012. A pesar de los recortes y de las subidas de impuestos la deuda pública aumentó este año más de un 17% respecto al primer año de Rajoy. Y hay más, en dos años de gobierno del PP la deuda pública ha crecido más que en los 8 años que gobernó Zapatero. La previsión es que el año que viene la deuda pública supere el 100% del PIB.
Es cierto que hay países con una deuda pública mayor, por ejemplo Japón que superará el 200% del PIB, y por encima del cien por cien habrá numerosos países como Irlanda, Francia, Portugal, Inglaterra o Estados Unidos, pero el problema es que la economía española sufre males estructurales que otras economías no tienen. Los economistas, estudiosos, expertos o como se les quiera llamar coinciden: el problema de la deuda es gigantesco. Los políticos lo saben, como saben que las soluciones son muy complicadas.
: a niveles insolitos... no me extrañaria ver detroits a cascoporro repartidos por la geografia española, la gente optara por desligarse de su patrimonio si ve que este le va a suponer un grillete por el que eternamente este financiando a la castuza nacional e internacional
