Las 7 plagas

El momento económico del país, anunciado desde finales del 2005 y obviado por nuestras autoridades económicas, ha desembocado en una situación crítica cuya punta del iceberg es la explosión de la burbuja inmobiliaria y del mercado crediticio, pero siguiendo una linea lógica, los acontecimientos que nos esperan harán que estos dos problemas nos parezcan nimios.

En un esfuerzo sintetizador, he querido desgranar 7 efectos con los que nos vamos a encontrar a finales de este año y en el 2008 que como las plagas de Egipto que nos narraba el libro de Éxodo nos lo van a hacer pasar muy mal.
La creación de la UE está comportando unos desajustes muy acentuados, puesto que sus componentes, no dejan de ser estados independientes, con realidades económicas distintas que es imposible homogeneizar. Hasta la fecha así se ha hecho buscando la reactivación de las dos locomotoras Alemania y Francia y aplicando la misma medicina para todos, tipos de interés muy bajos. Una vez ha quedado encarada su recuperación, el BCE, cortado al patrón de Bundesbank, ha vuelto a incrementar el euríbor pillando a quienes no estaban haciendo sus deberes, entre ellos a España.
La inexistente coordinación de las diferentes políticas económicas de los integrantes de la UE ha provocado la aparición de modelos económicos distintos, cosa que no ocurre por ejemplo en los EE.UU., así mientras España se afanaba por proporcionar crecimientos rápidos en base a la precarización laboral, mano de obra poco especializada, niveles salariales de risa y explotación del sector de la construcción, el resto, los que tienen claras las ideas, han aprovechado estos 14 años de bonanza para modernizar infraestructuras, invertir en I+D+i, asociar a la universidad con el sector empresarial y promover esa economía ligada a los servicios de calidad que otorgan a sus trabajadores altos niveles de satisfacción en función de buenos salarios y alta especialización.
El proceso de aumento de tipos del BCE, beneficioso para el control inflacionario y para la consolidación de esas economías que han sabido leer la coyuntura y aplicarse en ello, es extremadamente perjudicial para España e Italia, que han estado perdiendo el tiempo más preocupados por ofrecer datos macroeconómicos brillantes, olvidando que el bienestar económico de sus ciudadanos es tanto o más importante y que ahora aún les queda todo por hacer.
Como consecuencia de la finalización de la larga época de facilidad de acceso al crédito, el consumo particular se ha estrangulado, rompiéndose el círculo vicioso que se había instituido de pedir prestado para todo y cuando lo prestado se había agotado, refinanciarlo volviendo a pedir nuevos créditos. A quienes haya pillado en medio de la rueda los compadezco, lo van a pasar extremadamente mal.
La desaparición del ahorro. En España, ni los ciudadanos de Cataluña ahorran ya ( o casi ninguno) y eso es extremadamente perjudicial para todos, a nivel individual porqué se carecen de recursos propios con los que hacer frente a cualquier imprevisto y ahora van a venir muchos ni a nivel de Estado, puesto que el ahorro que nosotros no generamos y con el que en parte deberíamos financiarnos se tiene que ir a buscar fuera vía endeudamiento uno de los pocos ratios que teníamos como Dios manda desde hace tiempo.
Los desmanes urbanísticos, la tan traída y llevada burbuja inmobiliaria, aportan a nuestro PIB la mayor parte de su crecimiento, calculándose en más del 14%, atendiendo al frenazo que ha sufrido ya y ante el previsible aumento del peso del sector público, se calcula en más de tres puntos el efecto negativo que la baja de actividad va a tener, o sea movernos en crecimientos por debajo del 1% cuando se sabe que por debajo del 3% nuestra economía destruye empleo.
En España se ha ido cubriendo la demanda de empleo gracias a la inmi gración. Se calcula que en los últimos 14 años hemos acogido a más de 5 millones de pagapensiones que han encontrado acomodo en los servicios y la construcción. El cambio de ciclo provocará un aumento del paro que se cifra en más de 1 millón en el sector, faltará por ver el impacto en el resto que de buen seguro no va a ser menor, lo que inevitablemente nos aportará dos problemas añadidos, el primero macroeconómico, el aumento de recursos para pagar los subsidios de desempleo y el segundo social, si en la actualidad hay quien ve en la inmi gración la fuente de todos nuestros males o quiero ni imaginarme lo que ocurrirá con una situación económica como la descrita

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