EL FARAON
Será en Octubre
Pan para todos....
El horno que vende pan a 0,20 € prevé bajar aún más el precio - Levante-EMV
La panadería de José Navarro vende hogazas a 20 céntimos, un precio que ha puesto patas arriba el mercado en todos los municipios de l'Horta y la Safor donde ha abierto y que, ahora, el empresario aún promete ajustar más. De hecho, fuentes cercanas a la firma aseguraron ayer que, en la actualidad, "estudia cómo abaratar el coste del pan", aunque nadie se atreve todavía a dar una cifra que cuantifique la futura rebaja. Y si aún no se ha hecho es "porque no hemos descubierto cómo lograrlo -reconocen-, pero en cuanto lo sepamos, bajaremos el precio".
Ese recorte podría acabar de dar al traste con los pequeños y medianos negocios de panadería de aquellas localidades en las que Navarro ha abierto un despacho de venta de pan low-cost: Quart de Poblet, Torrent, Gandia, Vilamarxant y la futura inauguración que planea en Albal. Allí, los horneros han respondido a su agresiva política comercial de diferente forma.
En Quart, donde cada día vende 15.000 hogazas, algunos decidieron bajar también el precio de la barra hasta los 40 céntimos; otros optaron por apostar por la pastelería y, otros más, prefirieron elaborar dos tipos de panes distintos: el tradicional y otro a 20 céntimos hecho con "harinas de peor calidad". El resto, vaticina amargamente el cierre por la falta de clientela que les ha generado Navarro.
Sin embargo, pese a la guerra desatada con las panaderías locales, desde la empresa de José Navarro se advierte que estos establecimientos "no son" su competencia, sino "las grandes superficies de alimentación" que también venden barras y bollería a precios generalmente más económicos que los hornos tradicionales.
Y son estas compañías las que "someten a la empresa a un acoso constante", sin desdeñar las actuaciones individuales de "muchos horneros y de la Federación Gremial", que ha expulsado a Navarro de la organización. A las primeras achacan las "últimas inspecciones de Sanidad" en sus obradores, que han finalizado con el cierre cautelar del que posee en Riba-roja de Túria, donde curiosamente no vende las hogazas a 20 céntimos.
Según fuentes de la Conselleria de Sanidad, las visitas a los centros donde Navarro elabora su pan se han realizado "siempre a raíz de haberse recibido denuncias sobre posibles incumplimientos de la seguridad alimentaria". Pese que en las inspecciones "no se detectó ninguna irregularidad", el obrador de Riba-roja tuvo una segunda revisión "por las discrepancias que se encontraron en la primera visita" y, finalmente, "el 21 de diciembre se decretó el cierre cautelar".
Fuentes del entorno de José Navarro explicaron que el problema consiste en la "necesidad de instalar una puerta metálica que impida la contaminación aérea" en uno de los dos hornos del obrador en cuestión.
El horno que vende pan a 0,20 € prevé bajar aún más el precio - Levante-EMV
La panadería de José Navarro vende hogazas a 20 céntimos, un precio que ha puesto patas arriba el mercado en todos los municipios de l'Horta y la Safor donde ha abierto y que, ahora, el empresario aún promete ajustar más. De hecho, fuentes cercanas a la firma aseguraron ayer que, en la actualidad, "estudia cómo abaratar el coste del pan", aunque nadie se atreve todavía a dar una cifra que cuantifique la futura rebaja. Y si aún no se ha hecho es "porque no hemos descubierto cómo lograrlo -reconocen-, pero en cuanto lo sepamos, bajaremos el precio".
Ese recorte podría acabar de dar al traste con los pequeños y medianos negocios de panadería de aquellas localidades en las que Navarro ha abierto un despacho de venta de pan low-cost: Quart de Poblet, Torrent, Gandia, Vilamarxant y la futura inauguración que planea en Albal. Allí, los horneros han respondido a su agresiva política comercial de diferente forma.
En Quart, donde cada día vende 15.000 hogazas, algunos decidieron bajar también el precio de la barra hasta los 40 céntimos; otros optaron por apostar por la pastelería y, otros más, prefirieron elaborar dos tipos de panes distintos: el tradicional y otro a 20 céntimos hecho con "harinas de peor calidad". El resto, vaticina amargamente el cierre por la falta de clientela que les ha generado Navarro.
Sin embargo, pese a la guerra desatada con las panaderías locales, desde la empresa de José Navarro se advierte que estos establecimientos "no son" su competencia, sino "las grandes superficies de alimentación" que también venden barras y bollería a precios generalmente más económicos que los hornos tradicionales.
Y son estas compañías las que "someten a la empresa a un acoso constante", sin desdeñar las actuaciones individuales de "muchos horneros y de la Federación Gremial", que ha expulsado a Navarro de la organización. A las primeras achacan las "últimas inspecciones de Sanidad" en sus obradores, que han finalizado con el cierre cautelar del que posee en Riba-roja de Túria, donde curiosamente no vende las hogazas a 20 céntimos.
Según fuentes de la Conselleria de Sanidad, las visitas a los centros donde Navarro elabora su pan se han realizado "siempre a raíz de haberse recibido denuncias sobre posibles incumplimientos de la seguridad alimentaria". Pese que en las inspecciones "no se detectó ninguna irregularidad", el obrador de Riba-roja tuvo una segunda revisión "por las discrepancias que se encontraron en la primera visita" y, finalmente, "el 21 de diciembre se decretó el cierre cautelar".
Fuentes del entorno de José Navarro explicaron que el problema consiste en la "necesidad de instalar una puerta metálica que impida la contaminación aérea" en uno de los dos hornos del obrador en cuestión.