Marai
Madmaxista
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Este hilo me sirve para pensar en voz alta sobre lo que está sucediendo en los mercados de crédito y lo que podría suceder en el futuro.
Francamente, no soy ningún experto en estos temas y espero participaciones de los que más saben para aclarar.
Por donde empezar...
Una de las grandes máximas de los nuncabajistas convencidos, y de las más difíciles de rebatir es que las nuevas herramientas financieras globales (la titulización de hipotecas) han permitido distribuir los riesgos crediticios mejor que en el pasado de manera que ya no podría haber crisis como las de las cajas de ahorro de EEUU en los 80.
Mediante la titulización, los prestamistas venden las hipotecas que han concedido en los mercados internacionales. De esta manera, los bancos se deshacen de unos ativos inmobilizados en sus balances y pueden utilizar sus recursos para conceder más hipotecas. El beneficio de los bancos ya no procedía de la diferencia de tipos de interés entre lo que pagan y lo que cobran, sino que se debía a las comisiones que pudieran ganar tanto de los pepitos a los que conceden hipotecas como de los inversores a los que venden posteriormente esas hipotecas.
Resultado: los bancos tenían un enorme interés en conceder el mayor número posible de hipotecas. Probablemente esta es la causa principal de la burbuja inmobiliaria. No ya sólo los bajos tipos del interbancario sino la liberalización y globalización de los mercados financieros que facilitó la comercialización de la deuda hipotecaria.
Resultado no buscado: al competir los bancos por las comisiones -por el número de hipotecas concedidas- se relajaron demasiado las condiciones de concesión de crédito (y no sólo en EEUU como ingenuamente algunos afirman, en España también y quizás más). Tanto que muchos de los "afortunados" no tenían posibilidad alguna de pagar las hipotecas en que se habían metido. La relajación fué de tal calibre que en algunos casos se concedían, conscientemente, hipotecas destinadas al impago (préstamos depredadores): sólo interesaban las comisiones y lo demás daba igual. ¿Cuantos brokers inmobiliarios no han recomenado a los incautos alguna hipoteca imposible para llevarse su comisión?
Este magma de crédito fácil ha conducido a lo que todos ya sabemos: inflar la demanda y los precios de la vivienda de forma desmesurada. También ha empujado a muchos -casi todos- pepitos a tomar riesgos referenciando sus hipotecas a tipos variables -más bajos que los fijos- ya que esa era la manera de acceder al dinero fácil que los bancos ofrecían a espuertas. ¿Quieres dinero para tu casa? vale, pero sólo llegas si asumes el riesgo del tipo variable.
Que frutada cuando los responsables de la política monetaria decidieron que había que cortar el chorro. Señores, las economías se recalientan y hay peligro de inflación (y un huevo, el problema es que se daban cuenta de que se les había ido de las manos y habían provocado una burbuja inmobiliaria descomunal, bueno, inflación inmobiliaria a lo bestia). Las casas ya no valen 4 ó 5 años de sueldo sino 10 ó 12.
La primera consecuencia es que cae la demanda de inmuebles (ahí estamos en España). La segunda es el incremento de impagos en hipotecas creativas que ven subir los tipos de interés (por ahí están en EEUU).
Ahora estamos con las consecuencias inesperadas en los mercados de crédito. Habíamos dicho que con las titulizaciones, los bancos lograban pasar el riesgo a los mercados financieros globales y que esta dispersión de riesgo debía ser buena en teoría. Pero como comenté antes, esta dispersión se ha hecho de forma codiciosa. Para aumetar sus comisiones los prestamistas agarraban las hipotecas y las dividieron en tramos (por orden de cobro y riesgo) que vendieron separadamente. Además, prestaban dinero a inversores para que compraran estos títulos y -esta vez sí- los inversores podían ganar con el diferencial de tipos.
Este apalancamiento es la causa de que todo se pueda ir al garete ahora que empiezan los impagos. Inversores que combraban CDOs (una de las varias especies de títulos hipotecarios) en sus tramos más rentables, creyendo que el riesgo era bajo (las agencias de rating les daban alta calificación), se encuentran con que pierden TODA la inversión. Esto es complicado de explicar pero se debe l exceso de apalancamiento). jorobar, de riesgo CERO y rentabilidad elevada (10-20%) hemos pasado a 0% de rentabilidad y riesgo máximo.
Algunos se han escaldado (los inversores de dos Hedge Funds de Bear Sterns) y el resto se ha quedado ACOJONADO: ¡Pérdidas del 100!
Los inversores han pensado -con una lógica aplastante- si esto es lo que ha pasado con el crédito hipotecario de baja calidad, ¿que puede pasar con el crédito corporativo de baja calidad?: de momento la respuesta es LO MISMO. Y ya nadie quiere comprar la deuda que emiten las empresas de capital riesgo para financiar sus asquisiciones empresariales. Ahora incluso el crédito hipotecario de mejor calidad empieza a parecer dudoso.
Imposible predecir lo que pasará en el futuro pero de momento esto apesta a una contracción de crédito (credit crunch) fulminante con unas consecuencias impredecibles.
Perdón por el rollo.
Francamente, no soy ningún experto en estos temas y espero participaciones de los que más saben para aclarar.
Por donde empezar...
Una de las grandes máximas de los nuncabajistas convencidos, y de las más difíciles de rebatir es que las nuevas herramientas financieras globales (la titulización de hipotecas) han permitido distribuir los riesgos crediticios mejor que en el pasado de manera que ya no podría haber crisis como las de las cajas de ahorro de EEUU en los 80.
Mediante la titulización, los prestamistas venden las hipotecas que han concedido en los mercados internacionales. De esta manera, los bancos se deshacen de unos ativos inmobilizados en sus balances y pueden utilizar sus recursos para conceder más hipotecas. El beneficio de los bancos ya no procedía de la diferencia de tipos de interés entre lo que pagan y lo que cobran, sino que se debía a las comisiones que pudieran ganar tanto de los pepitos a los que conceden hipotecas como de los inversores a los que venden posteriormente esas hipotecas.
Resultado: los bancos tenían un enorme interés en conceder el mayor número posible de hipotecas. Probablemente esta es la causa principal de la burbuja inmobiliaria. No ya sólo los bajos tipos del interbancario sino la liberalización y globalización de los mercados financieros que facilitó la comercialización de la deuda hipotecaria.
Resultado no buscado: al competir los bancos por las comisiones -por el número de hipotecas concedidas- se relajaron demasiado las condiciones de concesión de crédito (y no sólo en EEUU como ingenuamente algunos afirman, en España también y quizás más). Tanto que muchos de los "afortunados" no tenían posibilidad alguna de pagar las hipotecas en que se habían metido. La relajación fué de tal calibre que en algunos casos se concedían, conscientemente, hipotecas destinadas al impago (préstamos depredadores): sólo interesaban las comisiones y lo demás daba igual. ¿Cuantos brokers inmobiliarios no han recomenado a los incautos alguna hipoteca imposible para llevarse su comisión?
Este magma de crédito fácil ha conducido a lo que todos ya sabemos: inflar la demanda y los precios de la vivienda de forma desmesurada. También ha empujado a muchos -casi todos- pepitos a tomar riesgos referenciando sus hipotecas a tipos variables -más bajos que los fijos- ya que esa era la manera de acceder al dinero fácil que los bancos ofrecían a espuertas. ¿Quieres dinero para tu casa? vale, pero sólo llegas si asumes el riesgo del tipo variable.
Que frutada cuando los responsables de la política monetaria decidieron que había que cortar el chorro. Señores, las economías se recalientan y hay peligro de inflación (y un huevo, el problema es que se daban cuenta de que se les había ido de las manos y habían provocado una burbuja inmobiliaria descomunal, bueno, inflación inmobiliaria a lo bestia). Las casas ya no valen 4 ó 5 años de sueldo sino 10 ó 12.
La primera consecuencia es que cae la demanda de inmuebles (ahí estamos en España). La segunda es el incremento de impagos en hipotecas creativas que ven subir los tipos de interés (por ahí están en EEUU).
Ahora estamos con las consecuencias inesperadas en los mercados de crédito. Habíamos dicho que con las titulizaciones, los bancos lograban pasar el riesgo a los mercados financieros globales y que esta dispersión de riesgo debía ser buena en teoría. Pero como comenté antes, esta dispersión se ha hecho de forma codiciosa. Para aumetar sus comisiones los prestamistas agarraban las hipotecas y las dividieron en tramos (por orden de cobro y riesgo) que vendieron separadamente. Además, prestaban dinero a inversores para que compraran estos títulos y -esta vez sí- los inversores podían ganar con el diferencial de tipos.
Este apalancamiento es la causa de que todo se pueda ir al garete ahora que empiezan los impagos. Inversores que combraban CDOs (una de las varias especies de títulos hipotecarios) en sus tramos más rentables, creyendo que el riesgo era bajo (las agencias de rating les daban alta calificación), se encuentran con que pierden TODA la inversión. Esto es complicado de explicar pero se debe l exceso de apalancamiento). jorobar, de riesgo CERO y rentabilidad elevada (10-20%) hemos pasado a 0% de rentabilidad y riesgo máximo.
Algunos se han escaldado (los inversores de dos Hedge Funds de Bear Sterns) y el resto se ha quedado ACOJONADO: ¡Pérdidas del 100!
Los inversores han pensado -con una lógica aplastante- si esto es lo que ha pasado con el crédito hipotecario de baja calidad, ¿que puede pasar con el crédito corporativo de baja calidad?: de momento la respuesta es LO MISMO. Y ya nadie quiere comprar la deuda que emiten las empresas de capital riesgo para financiar sus asquisiciones empresariales. Ahora incluso el crédito hipotecario de mejor calidad empieza a parecer dudoso.
Imposible predecir lo que pasará en el futuro pero de momento esto apesta a una contracción de crédito (credit crunch) fulminante con unas consecuencias impredecibles.
Perdón por el rollo.