Partíamos de la nada
Javier Dean
Por fin, en su segundo artículo, los señores Mendibil y Del Amo se han retratado, dejando en evidencia lo que realmente piensan sobre la cuestión de la vivienda. Lo dejan bien claro en la primera parte de su artículo: Les molesta la vivienda protegida, así como cualquier intento de incidir en el mercado, con medidas como el canon para gravar las viviendas vacías. Entre la VPO y la vivienda libre, prefieren la vivienda libre. Que se oferten en el mercado viviendas sin limitación de precio en lugar de viviendas con precio regulado. Y para eso repiten los argumentos interesados de la parte más fosca del sector empresarial de la construcción, que ha convertido en máxima falsa que la construcción de VPO encarece la vivienda libre. Pues no, señores Mendibil y Del Amo, lo que encarece la vivienda libre es la especulación y la falta de regulación. Y por eso, los precios de las viviendas libres se han desbocado en los últimos años en comunidades autónomas en las que no se han construido viviendas protegidas, ni ha existido intervención pública sobre las políticas de suelo y vivienda. Hoy Euskadi ya no ocupa el primer puesto de ese triste ranking de las viviendas más caras.
Los señores Del Amo y Mendibil desconocen en su planteamiento las bases más sencillas del funcionamiento de un mercado como el del suelo y la vivienda. La oferta de suelo se encuentra localizada físicamente y en muy pocas manos. Las personas demandantes, por el contrario, sin capacidad de fijar precios y urgidas por la necesidad de disponer de un lugar para desarrollar un proyecto de vida, se ven obligadas a pagar cantidades desorbitadas y a financiarse con unos modelos que les mantienen esclavos e hipotecados de por vida. Y esto no tiene nada que ver con la VPO. Tiene que ver con la capacidad de pagar una cuota mensual por parte de los compradores de viviendas, una ficción que han generado las entidades financieras con préstamos a plazos larguísimos. ¿O es que un promotor va a cobrar 200.000 euros por una vivienda a alguien que puede llegar a pagar 300.000? ¿Quién puede creer que por eliminar las reservas para VPO los promotores venderían las viviendas libres más baratas? Por el contrario, las venderían al máximo precio posible, engordando aún más sus bolsillos. En un mercado tan desigual, la intervención de las administraciones públicas fijando los precios (por cierto, esto es hacer política de izquierdas) es ineludible si se quiere preservar el derecho de la ciudadanía a acceder a una vivienda. Los planteamientos liberalizadores en el mercado de suelo y vivienda sólo los defienden a estas alturas el PP y los promotores. Y, por lo leído en su artículo, los señores Del Amo y Mendibil.
En cuanto a la cuestión del alquiler, quizá sea necesario repetir que en el anteproyecto de ley de vivienda hemos incluido una regulación del derecho a la vivienda más avanzada que la versión francesa, e incluso más que la ley escocesa de 2003, en la que nos basamos para su desarrollo. Estamos hablando de reconocer el derecho de todo ciudadano o ciudadana que cumpla los requisitos básicos para estar inscrito/a en Etxebide (no disponer de vivienda, tener ingresos entre 3.000 y 43.000 euros y estar empadronado/a en la CAE) a reclamar de las Administraciones Públicas una vivienda en alquiler social, cuya renta no supere el 30% de sus ingresos. Se trata de la primera vez en el Estado que se regula el derecho de acceso a la vivienda con semejante rotundidad. Y les puedo decir que la iniciativa recoge las inquietudes de las asociaciones, y de otras entidades sociales con las que nos reunimos habitualmente y por las que nos dejamos influir a la hora de diseñar la política vasca de vivienda.
Lo que sucede es que para conseguir el objetivo de proveer de vivienda en alquiler a toda la ciudadanía o, sólo en última instancia, costear un contrato de alquiler privado en el caso de que las administraciones no seamos capaces de ofrecer una vivienda pública, se hace necesario incrementar de forma decidida el parque de alquiler, tanto público como privado. Y esto lo estamos haciendo por varias vías: En primer lugar, a través de la promoción directa de viviendas en alquiler, que ya venimos realizando en los últimos años y que ha permitido pasar de un parque de 740 viviendas en alquiler en el momento en que se incorporó Ezker Batua-Berdeak al Gobierno vasco, hasta un parque actual de más de 8.000 unidades, con una previsión para 2009 de 19.000 viviendas. Por cierto, para esto necesitamos que esas viviendas estén catalogadas como viviendas protegidas ya que, de otro modo, sería imposible costear las operaciones. En segundo lugar, con la inclusión en la ley del suelo de la obligación para los propietarios de suelo de ceder gratuitamente a ayuntamientos y gobierno un volumen de suelo equivalente a 1,5 m2 por cada nueva vivienda que se construya, con el fin de que en ese suelo se promuevan apartamentos en alquiler de titularidad pública. Sólo por esta vía se puede conseguir entre un 10% y un 15% más de viviendas para parque en alquiler protegido. Y en tercer lugar, con el programa Bizigune y el canon sobre las viviendas vacías, instrumentos que permitirán movilizar un número creciente de casas actualmente deshabitadas, con un coste económico y medioambiental mínimo. Se trata de conseguir para el 1 de enero de 2012, fecha que nos hemos propuesto como objetivo, que el mercado público de alquiler disponga de la dimensión suficiente para que el ejercicio del derecho a una vivienda sea efectivo sin necesidad de recurrir al mercado libre.
En definitiva, estamos planteando fórmulas avanzadas, calificadas por la derecha y por los poderes económicos como intervencionistas, pero que son el único medio para garantizar el acceso a una vivienda digna a toda la ciudadanía. Parece que los señores Mendibil y Del Amo preferirían un modelo liberalizador, basado en las supuestas bondades del mercado libre, y que las Administraciones Públicas resolviéramos los problemas de la ciudadanía a costa de los impuestos de toda la población, mientras otros se enriquecen hasta niveles insospechados. Respetamos esa posición, como respetamos el posicionamiento del PP en contra de las leyes del suelo vasca y de la ley del suelo del Estado -en la que Ezker Batua-Berdeak ha jugado un papel determinante en puntos cruciales- pero, evidentemente, no lo compartimos.
* Es viceconsejero de Vivienda del Gobierno vasco .