En Gandía ya comienza la "fiesta"

Seis inmobiliarias en Gandia cierran por la caída en la venta de pisos

Los empresarios detallan que la oferta de residencias de segunda mano crece pero el número de compradores desciende porque no pueden afrontar la hipoteca

Z. SANZ/ GANDIA

Los buenísimos tiempos han terminado para las agencias inmobiliarias de Gandia . La subida de los tipos de interés está frenando la venta de pisos y está provocando que la gente, especialmente la que tiene menos recursos económicos, se encuentre con numerosas dificultades para poder acceder a la vivienda.

Las inmobiliarias también sufren las consecuencias de este nuevo ciclo económico. Muchas no pueden subsistir. En sólo dos meses se han cerrado seis agencias en la capital de la Safor, según las inmobiliarias consultadas por LAS PROVINCIAS. Y desde noviembre están notando la desaceleración de la venta de segunda mano, “que crece este año”, según comentó Mónica Sánchez, representante de Urban House.

El representante de Urbatic, Javier Rocher, aseguró que el incremento en los tipos ha dejado fuera del mercado a un importante sector de la población, el de ingresos más bajos. Los pagapensiones están siendo muy perjudicados porque las entidades bancarias no se lo ponen fácil a la hora de concederles un préstamo.

Sin embargo, el precio de éstas ha subido mucho y ahora los bancos no les financian, “y los que lo hacen a un año, llegan a aplicar hasta un 6,6% de tipo de interés”, destacó Sánchez. Esto no ocurre sólo con los extranjeros.

También se da en personas con poca estabilidad laboral y escasos ingresos, considerados de alto riesgo por los departamentos de hipotecas de las grandes entidades bancarias. Estas personas aspiran a hipotecar las viviendas que compran nuevas y las letras que les salen a pagar superan el 50% de los ingresos.

En la actualidad, los bancos suelen ser más exigentes. Demandan contratos fijos y, sobre todo, que el cliente otorgue dinero en las operaciones. En caso contrario, no conceden créditos.

No hay que ser catastrofista. Hay compradores, pero menos que cuando estalló el boom de la construcción. Pese a ello, muchos vendedores están preocupados porque temen que el problema se agrave y se prolongue. Rocher fue contundente: “Al final sólo quedarán los profesionales. El que se ha implantado con el boom se irá con la subida de los tipos”.

Paralelamente a este descenso de compradores se da un incremento en el número de pisos de segunda mano que salen a la venta. Muchos propietarios compran obra nueva y necesitan vender sus casas. Algunos ponen precios muy por encima de su valor de tasación y al final tienen que bajar hasta 18.000 euros para ajustarlo a la demanda. Esto no significa que el precio haya bajado. Simplemente es un ajuste de precios.

La obra nueva, mejor
Para Rocher, la clave está en la obra nueva. A su juicio, los préstamos son más accesibles. Una de las ventajas de los pisos de nueva construcción es que cuando llega la entrega ya se ha abonado un 20%, por lo que resulta mucho más cómodo y fácil de costear, destacó.

Según los bancos consultados por LAS PROVINCIAS, se firman menos hipotecas que hace un año, pero las que se signan se hacen con un mayor importe. En este sentido, según Rocher, “el grifo del dinero lo han cerrado las entidades bancarias porque no quieren asumir riesgos”.

Esta situación está obligando a las inmobiliarias a adoptar diferentes estrategias para hacer frente a la disminución progresiva de ganancias. Una es la apertura de nuevas vías de negocio, como la reforma, la financiación o los seguros. Otra opción es echar mano de antiguos clientes, para ver si se quieren cambiar de vivienda.

lasafor@lasprovincias.es

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