krako
Madmaxista
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- 11 Ene 2007
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Como ya sabréis muchos de los foreros habituales, vivo desde hace algunos meses en Alemania, concretamente en Berlín. Pues bien, hasta ahora las últimas evoluciones de la situación pepitil en España las había tenido que seguir a través de las contribuciones del resto de compañeros del foro.....Hasta hoy.
Aprovechando que estos días hace un tiempo delicioso en Berlín, casi primaveral, he aprovechado para salir a media mañana a hacer un café en una de las numerosas terrazas que desde hace ya unas cuantas semanas saludan al sol berlinés en Wittemberg Platz, justo delante de los míticos almacenes KaDeWe.
No es infrecuente en Berlín, y mucho menos a partir de estas fechas, toparse con españolitos que, aprovechando los vuelos de bajo coste, se acercan hasta la capital de Alemania para descubrir sus encantos. Pues bien, el hecho es que mientras disfrutaba de mi café, una parejita española ha venido a sentarse justo a mi lado.
Los primeros comentarios han sido de resumen de la jornada matinal: "Me ha encantado la Puerta de Brandenburgo", decía ella, a lo que él replicaba: "Pero lo mejor ha sido atravesar andando Tiergarten....menudo parque, qué envidia....". Poco a poco, sin embargo, la conversación ha ido tomando otro cariz, acercándose a otros episodios de denuncia publicados aquí en este nuestro foro, especialmente por mi_casa_es_tu_casa.
"Oye, Paco -me invento el nombre, para no comprometer a nadie-, pero la broma nos va a salir muy cara, no?". "Sí, Isabel -ídem-, pero recuerda que nos han refinanciado la deuda y que cada mes vamos a pagar menos....eso sí, durante 15 años más", ha respondido él. En ese momento, sus miradas se han tornado tristes y algo amargas.
He aprovechado un momento en que ella ha ido al baño -bueno, "voy a soltar", han sido sus palabras exactas -supongo que desapercibidos de que alguien podría estar entendiendo su conversación-, para entablar conversación con él. Al principio se ha mostrado un poco reticente a hablar del tema, y sobre todo sorprendido por encontrarse con un español en Berlín, y justo al lado de su mesa.
Sin embargo, pronto se ha derrumbado y me ha confesado que no son 15, sino 20 años más, aunque tendrán que pagar una letra de "sólo" 1.349 euros, con dos trabajos de poco más que mileuristas. Se me ha encogido el corazón y he llamado al camarero y les he pagado las consumiciones. Qué menos, por unos compatriotas apretadillos por el Yuri. El resto del día me ha dado la sensación de que el sol de Berlín brillaba un poco menos.
Aprovechando que estos días hace un tiempo delicioso en Berlín, casi primaveral, he aprovechado para salir a media mañana a hacer un café en una de las numerosas terrazas que desde hace ya unas cuantas semanas saludan al sol berlinés en Wittemberg Platz, justo delante de los míticos almacenes KaDeWe.
No es infrecuente en Berlín, y mucho menos a partir de estas fechas, toparse con españolitos que, aprovechando los vuelos de bajo coste, se acercan hasta la capital de Alemania para descubrir sus encantos. Pues bien, el hecho es que mientras disfrutaba de mi café, una parejita española ha venido a sentarse justo a mi lado.
Los primeros comentarios han sido de resumen de la jornada matinal: "Me ha encantado la Puerta de Brandenburgo", decía ella, a lo que él replicaba: "Pero lo mejor ha sido atravesar andando Tiergarten....menudo parque, qué envidia....". Poco a poco, sin embargo, la conversación ha ido tomando otro cariz, acercándose a otros episodios de denuncia publicados aquí en este nuestro foro, especialmente por mi_casa_es_tu_casa.
"Oye, Paco -me invento el nombre, para no comprometer a nadie-, pero la broma nos va a salir muy cara, no?". "Sí, Isabel -ídem-, pero recuerda que nos han refinanciado la deuda y que cada mes vamos a pagar menos....eso sí, durante 15 años más", ha respondido él. En ese momento, sus miradas se han tornado tristes y algo amargas.
He aprovechado un momento en que ella ha ido al baño -bueno, "voy a soltar", han sido sus palabras exactas -supongo que desapercibidos de que alguien podría estar entendiendo su conversación-, para entablar conversación con él. Al principio se ha mostrado un poco reticente a hablar del tema, y sobre todo sorprendido por encontrarse con un español en Berlín, y justo al lado de su mesa.
Sin embargo, pronto se ha derrumbado y me ha confesado que no son 15, sino 20 años más, aunque tendrán que pagar una letra de "sólo" 1.349 euros, con dos trabajos de poco más que mileuristas. Se me ha encogido el corazón y he llamado al camarero y les he pagado las consumiciones. Qué menos, por unos compatriotas apretadillos por el Yuri. El resto del día me ha dado la sensación de que el sol de Berlín brillaba un poco menos.