No me atrevía a escribirlo por la cantidad de críticas que reciben este tipo de historias en el foro, pero bueno, ahí va...
Los viernes suelo ir con mi novia al cine, me gusta el cine. Me gusta ir más ahora porque pese a que llovió a cántaros estos últimos días por estas verdes tierras del norte, no hay que aguantar últimamente ninguna cola ni para pedir entrada, ni para entrar a la sala.
Aquí hago un inciso para contar algo totalmente cierto y es que una amiga de mi novia que trabaja en las taquillas le contó hace ya bastante tiempo que había bajado bastante la afluencia de público. Tal vez sólo sea cuestión del señor emule, y no del euribor...quién sabe. Aunque claro, eso tb explicaría el reciente cierre de una tienda de ropa por parte de una amiga mía, tal vez ahora la ropa se venda én su mayor parte mediante internet...
Seguimos. El caso es que entre la docena de películas que se anunciaban, la elegida fue la de "el concursante", de la cual ya tenía alguna referencia no demasiado mala.
La historia es bien sencilla, intentaré no destriparla por si alguien quiere verla: pareja que gana 500 kilos en premios, pareja que no sabe lo que les va a llevar hacienda, pareja que pide préstamo sobre lo ganado para pagar gastos, embargo por parte del banco, etc. Esto último (el etc, no) ocurre hacia el 1er tercio de la película.
Pues por casualidades del destino, y por respetar el nº de fila y butaca que ponía en la entrada, nos sentamos al lado de otra pareja, pese a estar el aforo desocupado en sus 3/4s partes. Casualidad tb. que la parejita era de las que les gusta comentar las escenas de cada película...Pues bien, ya estaba harto a los 5 minutos del comienzo, y estaba tirando del brazo de mi chavala para arrastrarla hacia otras localidades, cuando escucho comentar insistentemente a la fémina "qué suerte, qué suerte, te imaginas, te imaginas", por lo que en pro del enriquecimiento del foro decidí quedarme a su lado...
Eran todos los comentarios de esta índole, hasta que aparece en escena el abogado, a partir de lo cual cesaron.
Mirando disimuladamente pude observar cómo sus facciones se iban crispando progresivamente hasta que llegó la escena en la película en la que los emisarios del banco acuden con la notificación del embargo. Ya no pudo aguantar más (ella), estalló en sollozos, se levantó, y corrió escaleras abajo. Él detrás, "espera mari, espera" en alto, "hijosputa, fulastres" por lo bajo. Acojonante, pero no más que cuando al cabo de 5 minutos se ve entrar y subir de nuevo hacia sus butacas a la parejita.
Casi mejor se hubiera ahorrado el comentario: "con lo que cuesta el cine, como para irse a la mitad..."
Los viernes suelo ir con mi novia al cine, me gusta el cine. Me gusta ir más ahora porque pese a que llovió a cántaros estos últimos días por estas verdes tierras del norte, no hay que aguantar últimamente ninguna cola ni para pedir entrada, ni para entrar a la sala.
Aquí hago un inciso para contar algo totalmente cierto y es que una amiga de mi novia que trabaja en las taquillas le contó hace ya bastante tiempo que había bajado bastante la afluencia de público. Tal vez sólo sea cuestión del señor emule, y no del euribor...quién sabe. Aunque claro, eso tb explicaría el reciente cierre de una tienda de ropa por parte de una amiga mía, tal vez ahora la ropa se venda én su mayor parte mediante internet...
Seguimos. El caso es que entre la docena de películas que se anunciaban, la elegida fue la de "el concursante", de la cual ya tenía alguna referencia no demasiado mala.
La historia es bien sencilla, intentaré no destriparla por si alguien quiere verla: pareja que gana 500 kilos en premios, pareja que no sabe lo que les va a llevar hacienda, pareja que pide préstamo sobre lo ganado para pagar gastos, embargo por parte del banco, etc. Esto último (el etc, no) ocurre hacia el 1er tercio de la película.
Pues por casualidades del destino, y por respetar el nº de fila y butaca que ponía en la entrada, nos sentamos al lado de otra pareja, pese a estar el aforo desocupado en sus 3/4s partes. Casualidad tb. que la parejita era de las que les gusta comentar las escenas de cada película...Pues bien, ya estaba harto a los 5 minutos del comienzo, y estaba tirando del brazo de mi chavala para arrastrarla hacia otras localidades, cuando escucho comentar insistentemente a la fémina "qué suerte, qué suerte, te imaginas, te imaginas", por lo que en pro del enriquecimiento del foro decidí quedarme a su lado...
Eran todos los comentarios de esta índole, hasta que aparece en escena el abogado, a partir de lo cual cesaron.
Mirando disimuladamente pude observar cómo sus facciones se iban crispando progresivamente hasta que llegó la escena en la película en la que los emisarios del banco acuden con la notificación del embargo. Ya no pudo aguantar más (ella), estalló en sollozos, se levantó, y corrió escaleras abajo. Él detrás, "espera mari, espera" en alto, "hijosputa, fulastres" por lo bajo. Acojonante, pero no más que cuando al cabo de 5 minutos se ve entrar y subir de nuevo hacia sus butacas a la parejita.
Casi mejor se hubiera ahorrado el comentario: "con lo que cuesta el cine, como para irse a la mitad..."