El Código de la Edificación provocará todo un aluvión de licencias y visados
La entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación en dos meses, el próximo 29 de septiembre, ha desatado una cierta inquietud entre los profesionales del sector.
Las nuevas exigencias constructivas que plantea esta normativa ha 'obligado' a las empresas promotoras granadinas a acelerar todo lo que han podido los proyectos de viviendas que tienen en cartera, a tal punto que tanto el Colegio de Arquitectos como las concejalías de Urbanismo de buena parte de los ayuntamientos de la provincia han empezado ya a recibir una importante cantidad de visados de proyectos en el primero de los casos, y de solicitud de licencia de obras, en el segundo. Ambos son requisitos imprescindibles a la hora de sacar adelante una promoción de cualquier tipo de viviendas.
La afluencia de promotoras con sus proyectos bajo el brazo no es una figura retórica. Las colas son más que visibles en los ayuntamientos de los municipios con mayor tirón en el sector, como son los de Granada capital, Área Metropolitana y Costa. Por lo que al Colegio de Arquitectos se refiere, los datos hablan por sí mismos: las entradas de visados entre el 20 de junio y el 20 de julio del pasado año fueron de 2.291 en las viviendas libres de nueva planta. En el mismo periodo del presente año, esta cantidad se ha elevado a 2.660, un 16 por ciento más.
Pero esta cantidad es aún insignificante para la que se prevé en agosto y, especialmente, durante el mes de septiembre. El propio decano del Colegio de Arquitectos de Granada, Ángel Gijón, señalaba ayer a este periódico que el aluvión de visados será considerable. Gijón no se atrevió a cifrar el incremento, pero no descartó que duplique o triplique el de cualquier otro mes del año.
Razones
Las razones que justifican las prisas de los promotores por avanzar la tramitación necesaria para poner en marcha una serie de viviendas resultan obvias. El Código Técnico de la Edificación introduce importantes cambios normativos en la construcción de una vivienda, que afectan tanto a su estructura, como a los materiales empleados o el aislamiento del edificio. Si el promotor consigue el visado de su proyecto y la licencia de obra antes de la mencionada fecha, 'se ahorrará' tener que cumplir con todas estas exigencias, que no persiguen otra cosa que garantizar los derechos de los ciudadanos al adquirir una vivienda y también una serie de mejoras en el producto que van a adquirir.
Y es que la nueva normativa desciende a aspectos muy concretos que ha contemplar obligatoriamente la nueva casa o el nuevo piso. Tales como la recogida y evacuación de los residuos, la calidad del aire ambiental, la limitación de la demanda energética en función de las condiciones climáticas, el uso obligatorio de placas solares para el agua caliente sanitaria, e incluso, en edificios administrativos o comerciales, contempla la obligatoriedad de instalación de placas fotovoltaicas para la producción de electricidad.
Además de lo anterior, los estudios geotécnicos serán obligatorios con la nueva normativa, que también obligará a cambiar la simbología y la estructura a la hora de diseñar una obra. Algo, esto último, a lo que constructores, arquitectos y aparejadores muestran más que respeto.
El Colegio de Arquitectos de Granada se ha esforzado en dar a conocer en todos los foros posibles el Código Técnico de la Edificación, pues teme que genere un pequeño caos entre las empresas constructoras hasta que -como todo- asimilen sus equipos y técnicas a las exigencias de la nueva normativa.
Más caras
Lo que ninguna de las partes que interviene en el proceso de ejecución de una vivienda pone ya en duda es el encarecimiento que provocará esta norma en el producto final. Frente a estimaciones muy moderadas de la ministra de la Vivienda, María Antonia Trujillo, que reflejaban un sobrecoste del 2 por ciento, todas las fuentes consultadas -arquitectos, constructores y promotores granadinos- creen que será mucho más, del orden del 10 por ciento. Un aumento que, sin duda, será repercutido al comprador de la vivienda, al que se le cargará un sobrecoste que según quien opine podría situarse en una horquilla del 4 por ciento al 5 por ciento.
Los últimos datos del Ministerio de la Vivienda, referidos al segundo trimestre del presente año, cifran el coste del metro cuadrado construido en la provincia granadina en 1.397 euros para las que tienen menos de dos años de antigüedad. El incremento experimentado en términos interanuales - el mismo periodo con respecto al año anterior- representa un aumento del 9,9 por ciento. Pues bien, si tomáramos como base este parámetro y le aplicásemos la subida adicional que supone la nueva normativa, resulta que de haber entrado en vigor la misma hace tres meses, el aumento de este bien esencial hubiera supuesto casi un 20 por ciento con respecto al pasado año. Todo un récord.
Según cálculos elaborados por la Federación Andaluza de Promotores Inmobiliarios (Fadeco), la aplicación de la normativa disparará el coste en casi 6.000 euros por vivienda. Otras fuentes, por contra, duplican tal cantidad.
Terra Actualidad - Vocento/VMT