najmah
Madmaxista
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Un piso nuevo ya tarda el triple en venderse que en 2005
Sebastián Sánchez. MÁLAGA. El sector de la construcción empieza a frenar su ritmo, por lo menos en lo que al tiempo que tarda en venderse un piso se trata. Esta sensación comienza a estar avalada por los números de los propios promotores y constructores, que constatan cómo el fenómeno residencial está sufriendo un cierto decaimiento o ralentización en los periodos de venta. De hecho, según confirma el presidente de este colectivo, José Prado, si hace apenas dos años una promoción de viviendas tardaba tres meses en entregarse, en la actualidad el plazo se ha incrementado hasta los seis y nueve meses. O lo que es lo mismo, un bloque de nueva ejecución con una media de 50 pisos tarda el doble y el triple en venderse.
“Mientras en 2004 y en 2005 conforme se terminaba una promoción estaba toda vendida, ahora mismo el porcentaje de pisos adjudicados puede ser sólo del 30 por ciento”, explica Prado, quien estima que la situación en la que se encontraba el sector hace dos y tres años “no era normal”.
No obstante, mientras la atención que los compradores de viviendas ha decaído, motivado por el alza de los precios y el que se haya satisfecho buena parte de la demanda existente, lo cierto es que el ritmo de construcción sigue imparable. De acuerdo con los datos del Colegio de Arquitectos, el pasado año 2006 se visaron en la provincia entorno a 42.000 viviendas.
A juicio del representante de los constructores, esta cifra tiene su razón en la decisión de muchos empresarios por acelerar sus proyectos y anticiparse a la entrada en vigor del denominado Código Técnico de Edificación, que obliga a mejorar las calidades de los edificios y sus instalaciones.
“No creo que en 2007 lleguemos a las 40.000 casas”, comenta preocupado Prado, quien observa importantes nubarrones en el corto plazo del sector. Uno de los principales problemas detectados por el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores es el proceso de revisión de los planes generales de ordenación urbana, que han de adaptarse a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). “Estamos paralizados por ese motivo, porque hay planes que van a tener que ser revisados por segunda y tercera vez”, criticó, al tiempo que agregó: “Vemos con cierto temor todo lo que está ocurriendo”.
Pero la visión que tienen los promotores respecto al tiempo que tardan en venderse las casas no es única. Desde la consultora Aguirre Newman se viene advirtiendo desde hace tiempo acerca de esta pérdida de impulso en el sector. “Es un hecho que se tarda más en vender un piso”, dice María Monasterio, portavoz de esta sociedad.
“Lo venimos constatando desde finales de 2005 y está contrastado en diversos estudios. Es cierto que el ritmo no es el mismo en la Costa del Sol occidental que en Málaga capital, pero la realidad es que en estos momentos podemos estar hablando de que entre el inicio de la edificación y la venta de todos los pisos pueden pasar entre 30 y 32 meses, lo que supone casi nueve meses más a hace tres años”, explica.
Monasterio considera que a esta ralentización contribuye que hay un alto porcentaje de la demanda que ya está satisfecha. “Nos hemos encontrado con ritmos de venta muy buenos en 2000, 2001 y 2002, cuando antes de acabar una promoción estaba vendida en su totalidad”, añadió. A su juicio, estos precedentes no son necesariamente “saludable”, por lo que consideró que el que se demore algo más “no es motivo de escándalo”. “No es nada besugo que al cabo de 24 meses quede aún un 20 por ciento de la promoción por vender”, indicó.
http://www.malagahoy.es/38907_ESN_HTML.htm
Sebastián Sánchez. MÁLAGA. El sector de la construcción empieza a frenar su ritmo, por lo menos en lo que al tiempo que tarda en venderse un piso se trata. Esta sensación comienza a estar avalada por los números de los propios promotores y constructores, que constatan cómo el fenómeno residencial está sufriendo un cierto decaimiento o ralentización en los periodos de venta. De hecho, según confirma el presidente de este colectivo, José Prado, si hace apenas dos años una promoción de viviendas tardaba tres meses en entregarse, en la actualidad el plazo se ha incrementado hasta los seis y nueve meses. O lo que es lo mismo, un bloque de nueva ejecución con una media de 50 pisos tarda el doble y el triple en venderse.
“Mientras en 2004 y en 2005 conforme se terminaba una promoción estaba toda vendida, ahora mismo el porcentaje de pisos adjudicados puede ser sólo del 30 por ciento”, explica Prado, quien estima que la situación en la que se encontraba el sector hace dos y tres años “no era normal”.
No obstante, mientras la atención que los compradores de viviendas ha decaído, motivado por el alza de los precios y el que se haya satisfecho buena parte de la demanda existente, lo cierto es que el ritmo de construcción sigue imparable. De acuerdo con los datos del Colegio de Arquitectos, el pasado año 2006 se visaron en la provincia entorno a 42.000 viviendas.
A juicio del representante de los constructores, esta cifra tiene su razón en la decisión de muchos empresarios por acelerar sus proyectos y anticiparse a la entrada en vigor del denominado Código Técnico de Edificación, que obliga a mejorar las calidades de los edificios y sus instalaciones.
“No creo que en 2007 lleguemos a las 40.000 casas”, comenta preocupado Prado, quien observa importantes nubarrones en el corto plazo del sector. Uno de los principales problemas detectados por el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores es el proceso de revisión de los planes generales de ordenación urbana, que han de adaptarse a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). “Estamos paralizados por ese motivo, porque hay planes que van a tener que ser revisados por segunda y tercera vez”, criticó, al tiempo que agregó: “Vemos con cierto temor todo lo que está ocurriendo”.
Pero la visión que tienen los promotores respecto al tiempo que tardan en venderse las casas no es única. Desde la consultora Aguirre Newman se viene advirtiendo desde hace tiempo acerca de esta pérdida de impulso en el sector. “Es un hecho que se tarda más en vender un piso”, dice María Monasterio, portavoz de esta sociedad.
“Lo venimos constatando desde finales de 2005 y está contrastado en diversos estudios. Es cierto que el ritmo no es el mismo en la Costa del Sol occidental que en Málaga capital, pero la realidad es que en estos momentos podemos estar hablando de que entre el inicio de la edificación y la venta de todos los pisos pueden pasar entre 30 y 32 meses, lo que supone casi nueve meses más a hace tres años”, explica.
Monasterio considera que a esta ralentización contribuye que hay un alto porcentaje de la demanda que ya está satisfecha. “Nos hemos encontrado con ritmos de venta muy buenos en 2000, 2001 y 2002, cuando antes de acabar una promoción estaba vendida en su totalidad”, añadió. A su juicio, estos precedentes no son necesariamente “saludable”, por lo que consideró que el que se demore algo más “no es motivo de escándalo”. “No es nada besugo que al cabo de 24 meses quede aún un 20 por ciento de la promoción por vender”, indicó.
http://www.malagahoy.es/38907_ESN_HTML.htm
