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Madmaxista
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El Banco de España alerta de que los créditos siguen disparados pese a la subida de los tipos de interés
La advertencia procede del Banco de España. Y se puede leer en el último informe de coyuntura. “Será necesario que se modere apreciablemente el ritmo de avance de los pasivos de los hogares para impedir que acaben situándose en cotas que puedan llegar a ejercer un efecto contractivo sobre el dinamismo del consumo y la inversión residencial”.
Así, de esta forma tan tajante, se expresa el banco central en su informe trimestral sobre la economía española. Un informe en el que se constata que, a pesar de la subida de los tipos de interés que se ha producido a lo largo de 2006, los créditos a familias y empresas, lejos de frenarse, siguen creciendo de forma extraordinariamente elevada. En concreto, mientras que los fondos destinados a la adquisición de viviendas crecen nada menos que un 22% (apenas dos puntos menos que en 2005), la financiación del consumo aumentó un 17%, una tasa verdaderamente elevada si se tiene en cuenta que se produce en un contexto de endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Ambas tasas de crecimiento, sin embargo, se quedan cortas si se comparan con lo que está creciendo el crédito a las empresas, que está aumentando en tasas estratosféricas: un 27%, tanto como consecuencia de operaciones corporativas (adquisición de otras compañías) como por el aumento de sus niveles de inversión.
El Banco de España pone el acento en las operaciones corporativas, y en particular llama la atención sobre las recientes compras de compañías energéticas por parte de constructoras (Sacyr-Repsol, ACS-Iberdrola o Acciona-Endesa) que, en su opinión, “introducen un elemento de incertidumbre asociado a la entrada en nuevas áreas de actividad y al incremento de los recursos ajenos que ha generado”.
Hay que tener en cuenta que el Banco de España había alertado en anteriores informes sobre el excesivo aumento de la deuda de las empresas españolas, por lo que en el informe publicado ayer lo que constata es que los “riesgos de naturaleza financiera” lejos de aminorarse continúan creciendo.
Criterios laxos para los préstamos
El banco central dedica, igualmente, una atención especial a los criterios para la concesión de créditos que manejan las entidades financieras, utilizando para ello la Encuesta de Préstamos Bancarios (en la que se pide periódicamente a bancos y cajas que se pronuncien sobre su política de concesión de préstamos).
Y lo que viene a decir el servicio de estudios del Banco de España es que las entidades financieras han relajado de forma “modesta” la concesión de créditos al consumo, mientras que han mantenido los criterios aplicados a la aprobación de préstamos destinados a la adquisición de viviendas. Es decir, que lejos de haberlos endurecido al calor de la subida de los tipos de interés han mantenido su misma política crediticia. Una estrategia que, con toda seguridad, tiene mucho que ver con el hecho de que la jovenlandesesidad (tanto en créditos al consumo como para viviendas) continúa en niveles históricamente bajos, lo que explica que la banca haya decidido no cambiar de posición.
El Banco de España, por último, llama la atención sobre el hecho de que los sectores más expansivos fueron nuevamente los servicios inmobiliarios y la construcción, de modo que los préstamos destinados a estas compañías crecieron en septiembre un 49% y un 35%, respectivamente, en relación con el mismo mes del ejercicio anterior. Dicho en otros términos, el ‘ladrillo’ consume la parte del león de los préstamos bancarios.
La advertencia procede del Banco de España. Y se puede leer en el último informe de coyuntura. “Será necesario que se modere apreciablemente el ritmo de avance de los pasivos de los hogares para impedir que acaben situándose en cotas que puedan llegar a ejercer un efecto contractivo sobre el dinamismo del consumo y la inversión residencial”.
Así, de esta forma tan tajante, se expresa el banco central en su informe trimestral sobre la economía española. Un informe en el que se constata que, a pesar de la subida de los tipos de interés que se ha producido a lo largo de 2006, los créditos a familias y empresas, lejos de frenarse, siguen creciendo de forma extraordinariamente elevada. En concreto, mientras que los fondos destinados a la adquisición de viviendas crecen nada menos que un 22% (apenas dos puntos menos que en 2005), la financiación del consumo aumentó un 17%, una tasa verdaderamente elevada si se tiene en cuenta que se produce en un contexto de endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Ambas tasas de crecimiento, sin embargo, se quedan cortas si se comparan con lo que está creciendo el crédito a las empresas, que está aumentando en tasas estratosféricas: un 27%, tanto como consecuencia de operaciones corporativas (adquisición de otras compañías) como por el aumento de sus niveles de inversión.
El Banco de España pone el acento en las operaciones corporativas, y en particular llama la atención sobre las recientes compras de compañías energéticas por parte de constructoras (Sacyr-Repsol, ACS-Iberdrola o Acciona-Endesa) que, en su opinión, “introducen un elemento de incertidumbre asociado a la entrada en nuevas áreas de actividad y al incremento de los recursos ajenos que ha generado”.
Hay que tener en cuenta que el Banco de España había alertado en anteriores informes sobre el excesivo aumento de la deuda de las empresas españolas, por lo que en el informe publicado ayer lo que constata es que los “riesgos de naturaleza financiera” lejos de aminorarse continúan creciendo.
Criterios laxos para los préstamos
El banco central dedica, igualmente, una atención especial a los criterios para la concesión de créditos que manejan las entidades financieras, utilizando para ello la Encuesta de Préstamos Bancarios (en la que se pide periódicamente a bancos y cajas que se pronuncien sobre su política de concesión de préstamos).
Y lo que viene a decir el servicio de estudios del Banco de España es que las entidades financieras han relajado de forma “modesta” la concesión de créditos al consumo, mientras que han mantenido los criterios aplicados a la aprobación de préstamos destinados a la adquisición de viviendas. Es decir, que lejos de haberlos endurecido al calor de la subida de los tipos de interés han mantenido su misma política crediticia. Una estrategia que, con toda seguridad, tiene mucho que ver con el hecho de que la jovenlandesesidad (tanto en créditos al consumo como para viviendas) continúa en niveles históricamente bajos, lo que explica que la banca haya decidido no cambiar de posición.
El Banco de España, por último, llama la atención sobre el hecho de que los sectores más expansivos fueron nuevamente los servicios inmobiliarios y la construcción, de modo que los préstamos destinados a estas compañías crecieron en septiembre un 49% y un 35%, respectivamente, en relación con el mismo mes del ejercicio anterior. Dicho en otros términos, el ‘ladrillo’ consume la parte del león de los préstamos bancarios.