¿Se preparan las cajas para un cambio brusco en el mercado inmobiliario?

Cada vez que algún experto o representante de una institución habla de la posibilidad de un cambio brusco en el sector inmobiliario, surge una legión de defensores del becerro de oro de la economía española. La salida de los bancos del sector inmobiliario es interpretada como algo lógico puesto que no es su negocio, aunque cuando entraron las explicaciones hablaban de que estábamos en un sector en expansión de sugerentes beneficios.

Así ha sido hasta el punto de convertirse en el auténtico motor, junto con la construcción, del Producto Interior Bruto español. El caso es que el Sabadell ha vendido Lansdcape; La Caixa se ha deshecho de Colonial; Banesto y ACS han vendido Urbis, y estos días se insiste en que tanto Ferrovial como Acciona -estos últimos lo niegan- podrían darle un pase bola a sus divisiones inmobiliarias.

El sector inmobiliario se ha convertido en una típica puerta giratoria por la que salen las grandes instituciones y entran los nuevos ricos, pequeños y medianos empresarios que gracias a las posibilidades de endeudamiento se adentran en el proceloso mundo de la bolsa con una soltura que empieza a asustar a los ricos de siempre. Tanto es así que hay toda una clase de nuevos millonarios emergentes camino de adueñarse de media bolsa y del Ibex, por supuesto.

Juan Ramón Quintás, el presidente de la CECA, es el que alertaba hace unos días en la asamblea anual de las Cajas sobre la asimetría existente entre la oferta y la demanda de viviendas. Lo curioso es que en esta ocasión son los líderes en España en el mercado hipotecario los que hablan de signos de cambio en la actividad y limitado pesimismo.

Las Cajas creen que el precio de los inmuebles subirá un 5% en 2007, frente a incrementos de más del 10% en los últimos años, y además estiman que si se quiebra la bonanza actual puede haber complicadas consecuencias para el empleo y el crecimiento económico.

El negocio hipotecario, en cualquier caso, mantiene ritmos de crecimiento de más del 23%, según las Asociación Hipotecaria Española, que prevé para 2006 subidas algo inferiores, en torno a un 15%, pero siempre de más de dos dígitos, lo cual no deja de ser impresionante.

Las Cajas de Ahorro, igual que los bancos, preparan el arsenal de nuevos productos ante la nueva tesitura. Vuelven a pensar en operaciones a tipo fijo, aunque lo hagan complementándolo con plazos exageradamente amplios. Esperan de la Ley Hipotecaria y de asuntos como la hipoteca inversa, así como de colectivos como los pagapensiones y la tercera edad, los empujones necesarios para que continúe el ritmo de crecimiento de ese renglón de su cuenta de resultados.

Estas advertencias han coincidido en el mercado con algunas ventas de participaciones sonadas por parte de Cajas que piensan también en su expansión en Latinoamérica y el Este. La salida de Bancaja de la primera inmobiliaria española, Metrovacesa, con unas espeluznantes plusvalías hace pensar que otras Cajas también presentes en el accionariado podrían salir. Su paso por el sector inmobiliario y, en este caso, su apoyo a Joaquín Rivero les ha dado un colchón de plusvalías que para sí quisieran muchos bancos, que abandonaron el sector.

Caixa Galicia ha salido también de Ence, pero está presente en Astroc y Sacyr. En esta constructora tomó también una participación Caixa Nova, con posiciones también en Fenosa, como la otra entidad gallega. Caja Duero tiene un pequeño porcentaje de Inmocaral. Caja Madrid cuenta con una división inmobiliaria que podría sacar a bolsa junto con FCC el próximo año. Caja Castilla-La Mancha está en Metrovacesa, igual que la CAM y Caja Murcia tiene intereses en Sacyr. Lo mismo ocurre con Unicaja.

Lo que quiere decir que son muchas las entidades con participaciones en ámbitos como el constructor o el inmobiliario, sin olvidarnos de sus posiciones en el sector eléctrico que las convierte en bisagra de cualquier conflicto accionarial que pueda surgir.

Las Cajas, por lo general, han diversificado sus carteras en el ámbito inmobiliario y no tienen, en principio, asumidos riesgos excesivos, siempre y cuando el mercado siga como hasta ahora. Metrovacesa ganó el año pasado un 154% y Sacyr, un 134%, aunque son un ejército las compañías del sector inmobiliario de comportamiento brillante, incluso exuberante, en el mercado.

No se observa, por lo tanto, una salida masiva de las cajas de estos sectores, ni de otros con riesgos mayores, así que quizá aún le vean recorrido a un mercado como el de la vivienda que, sin duda, se está ralentizando pero que puede ofrecer aún algunas alegrías.

De todos modos, las Cajas de Ahorro han vuelto a ser este año protagonistas, junto con las constructoras, de una Bolsa en la que los movimientos accionariales y las operaciones corporativas se han multiplicado hasta alcanzar 100.000 millones, por ejemplo, el montante de las OPAs.

Y en 2007 aún van a mantenernos en vilo con esa prevista salida al mercado del holding de La Caixa, que va a marcar un punto de inflexión en el sector, así como por la anunciada expansión de algunas de las grandes en Europa.

Si el sector inmobiliario no sufre el temido cambio brusco, es posible que aún tengamos un año repleto de grandes transacciones en la Bolsa. Los nuevos dueños del Ibex tienen ya pedigrí constructor y sólo unos metros detrás avanza a paso firme toda una pléyade de jóvenes y sobradamente espabilados promotores e inmobiliarios.

Hacer clic para expandir...

jorge dijo:

¿Se preparan las cajas para un cambio brusco en el mercado inmobiliario?@Jesús García
Martes, 26 de diciembre de 2006

http://www.elconfidencial.com/opinion/indice.asp?id=2187&edicion=26/12/2006

--------------------------------------------------------------------------------

¿Se preparan las cajas para un cambio brusco en el mercado inmobiliario?@Jesús García
Martes, 26 de diciembre de 2006

http://www.elconfidencial.com/opini...cion=26/12/2006


Cita:
Cada vez que algún experto o representante de una institución habla de la posibilidad de un cambio brusco en el sector inmobiliario, surge una legión de defensores del becerro de oro de la economía española. La salida de los bancos del sector inmobiliario es interpretada como algo lógico puesto que no es su negocio, aunque cuando entraron las explicaciones hablaban de que estábamos en un sector en expansión de sugerentes beneficios.

Así ha sido hasta el punto de convertirse en el auténtico motor, junto con la construcción, del Producto Interior Bruto español. El caso es que el Sabadell ha vendido Lansdcape; La Caixa se ha deshecho de Colonial; Banesto y ACS han vendido Urbis, y estos días se insiste en que tanto Ferrovial como Acciona -estos últimos lo niegan- podrían darle un pase bola a sus divisiones inmobiliarias.

El sector inmobiliario se ha convertido en una típica puerta giratoria por la que salen las grandes instituciones y entran los nuevos ricos, pequeños y medianos empresarios que gracias a las posibilidades de endeudamiento se adentran en el proceloso mundo de la bolsa con una soltura que empieza a asustar a los ricos de siempre. Tanto es así que hay toda una clase de nuevos millonarios emergentes camino de adueñarse de media bolsa y del Ibex, por supuesto.

Juan Ramón Quintás, el presidente de la CECA, es el que alertaba hace unos días en la asamblea anual de las Cajas sobre la asimetría existente entre la oferta y la demanda de viviendas. Lo curioso es que en esta ocasión son los líderes en España en el mercado hipotecario los que hablan de signos de cambio en la actividad y limitado pesimismo.

Las Cajas creen que el precio de los inmuebles subirá un 5% en 2007, frente a incrementos de más del 10% en los últimos años, y además estiman que si se quiebra la bonanza actual puede haber complicadas consecuencias para el empleo y el crecimiento económico.

El negocio hipotecario, en cualquier caso, mantiene ritmos de crecimiento de más del 23%, según las Asociación Hipotecaria Española, que prevé para 2006 subidas algo inferiores, en torno a un 15%, pero siempre de más de dos dígitos, lo cual no deja de ser impresionante.

Las Cajas de Ahorro, igual que los bancos, preparan el arsenal de nuevos productos ante la nueva tesitura. Vuelven a pensar en operaciones a tipo fijo, aunque lo hagan complementándolo con plazos exageradamente amplios. Esperan de la Ley Hipotecaria y de asuntos como la hipoteca inversa, así como de colectivos como los pagapensiones y la tercera edad, los empujones necesarios para que continúe el ritmo de crecimiento de ese renglón de su cuenta de resultados.

Estas advertencias han coincidido en el mercado con algunas ventas de participaciones sonadas por parte de Cajas que piensan también en su expansión en Latinoamérica y el Este. La salida de Bancaja de la primera inmobiliaria española, Metrovacesa, con unas espeluznantes plusvalías hace pensar que otras Cajas también presentes en el accionariado podrían salir. Su paso por el sector inmobiliario y, en este caso, su apoyo a Joaquín Rivero les ha dado un colchón de plusvalías que para sí quisieran muchos bancos, que abandonaron el sector.

Caixa Galicia ha salido también de Ence, pero está presente en Astroc y Sacyr. En esta constructora tomó también una participación Caixa Nova, con posiciones también en Fenosa, como la otra entidad gallega. Caja Duero tiene un pequeño porcentaje de Inmocaral. Caja Madrid cuenta con una división inmobiliaria que podría sacar a bolsa junto con FCC el próximo año. Caja Castilla-La Mancha está en Metrovacesa, igual que la CAM y Caja Murcia tiene intereses en Sacyr. Lo mismo ocurre con Unicaja.

Lo que quiere decir que son muchas las entidades con participaciones en ámbitos como el constructor o el inmobiliario, sin olvidarnos de sus posiciones en el sector eléctrico que las convierte en bisagra de cualquier conflicto accionarial que pueda surgir.

Las Cajas, por lo general, han diversificado sus carteras en el ámbito inmobiliario y no tienen, en principio, asumidos riesgos excesivos, siempre y cuando el mercado siga como hasta ahora. Metrovacesa ganó el año pasado un 154% y Sacyr, un 134%, aunque son un ejército las compañías del sector inmobiliario de comportamiento brillante, incluso exuberante, en el mercado.

No se observa, por lo tanto, una salida masiva de las cajas de estos sectores, ni de otros con riesgos mayores, así que quizá aún le vean recorrido a un mercado como el de la vivienda que, sin duda, se está ralentizando pero que puede ofrecer aún algunas alegrías.

De todos modos, las Cajas de Ahorro han vuelto a ser este año protagonistas, junto con las constructoras, de una Bolsa en la que los movimientos accionariales y las operaciones corporativas se han multiplicado hasta alcanzar 100.000 millones, por ejemplo, el montante de las OPAs.

Y en 2007 aún van a mantenernos en vilo con esa prevista salida al mercado del holding de La Caixa, que va a marcar un punto de inflexión en el sector, así como por la anunciada expansión de algunas de las grandes en Europa.

Si el sector inmobiliario no sufre el temido cambio brusco, es posible que aún tengamos un año repleto de grandes transacciones en la Bolsa. Los nuevos dueños del Ibex tienen ya pedigrí constructor y sólo unos metros detrás avanza a paso firme toda una pléyade de jóvenes y sobradamente espabilados promotores e inmobiliarios.

Hacer clic para expandir...

AloneInTheDark dijo:

Pues la verdad a mi no me queda claro hacia donde se posiciona este artículo, parece decir una cosa y su contraria a la vez, no?

Hacer clic para expandir...