BURBUJA INMOBILIARIA Y EFECTOS COLATERALES. LAS AGENCIAS DE CALIFICACIÓN ESTRECHAN EL CERCO
http://www.lacartadelabolsa.com/index.php?option=com_content&task=view&id=2438&&Itemid=30
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Sucedió a mediados de agosto, cuando el gentío, en su mayor parte, sesteaba, como mandan los cánones en pleno verano. Aviso para navegantes, aviso grave y preocupante. Fitch rebajó en agosto los 'ratings' de Caja de Ahorros y Monte Piedad de Córdoba (CajaSur) a 'A-' con perspectiva negativa, desde 'A', ante el incremento de la inversiones de la entidad en bienes inmuebles y actividades de la construcción. Ahora, S&P amenaza con hacer lo mismo con los bancos. De la enorme burbuja inmobiliaria que gravita sobre el mercado español, entre otros, se ha advertido desde todos los frentes, pero apenas se han significado apuntes concretos de los denominados efectos colaterales. La Bolsa española está metida de lleno en esta ratonera, tanto por el protagonismo directo del sector, que sigue a la greña en busca de nuevas OPA y maridajes, como por el efecto inducido vía ramificaciones de las entidades que prestan dinero y han hecho la burbuja más enorme.
La agencia de calificación considera que CajaSur ha incrementado su "riesgo por concentración" al centrarse en operaciones relacionadas con el sector inmobiliario en un mercado "como el español, ya maduro". Fitch señaló que CajaSur tiene un grado de exposición en el sector de la construcción y de los bienes inmuebles del 32%, que supera con creces el 25% recomendado por el Banco de España, y aunque señaló que CajaSur y sus directivos han mostrado su "compromiso" de reducir estos niveles de riesgo, "el proceso está aún en una fase muy temprana". Además la agencia advirtió de que si estos indicadores se mantienen inalterados, se seguirán produciendo reducciones de los 'ratings' de CajaSur de forma progresiva.
La noticia de alcance no tiene desperdicio, porque bancos y cajas de ahorro son los dueños del parque inmobiliario nacional. En una Bolsa estrecha como la española, en la que ni están todos los que son ni son todos los que están, el sector inmobiliario sí es, en esta ocasión, el mejor representado en el mercado de valores. Otra cosa es la conveniencia de la acumulación de poder de constructoras e inmobiliarias en los principales índices. Es, no obstante, lo que hay y con esas cartas hay que jugar la partida.
Por eso, los analistas y observadores miran con lupa todos los sucesos alrededor del sector inmobiliario. Si la burbuja se desinfla de manera controlada, que eso es lo que se pretende en la actualidad, los efectos colaterales sobre bancos y ahorradores serían menos perniciosos que si ésta estalla sin control. En ambos casos, la Bolsa española no va a poder permanecer al margen del movimiento corrector de precios ya iniciado en el sector.
La debilidad en ciernes del sector inmobiliario y, lo que es peor, la amenaza latente de que el castillo de naipes puede desmoronarse en cualquier momento pasará factura a la Bolsa española en un proceso inverso al actual. Hasta ahora, las inmobiliarias y constructoras han sido las protagonistas del mercado tanto en lo que respecta a operaciones corporativas como en lo que significa de gran peso de estas compañías en los índices.
Gracias a ello, el mercado español ha aventajado al resto de sus homólogos europeos por el mayor peso en él de las construcción-inmobiliario que en las otras. O sea, que a peores expectativas de este sector, peores referencias de futuro para el mercado español. Eso, sin mentar la bicha de una explosión incontrolada de la burbuja y de los efectos perniciosos sobre bancos y cajas de ahorro.
