Jo, y las adjudicó Fernando Martín "el insolvente"
17/09/07
La compra de una vivienda es la principal preocupación de los jóvenes españoles. Pero los tres hijos de Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, ya no tienen que preocuparse por ello. Aunque no porque su padre atesore un patrimonio millonario, una decena de empresas y varias propiedades de alto valor en la capital. Sino porque desde 2003 todos poseen áticos de nueva construcción protegidos por la Comunidad de Madrid. El precio de cada vivienda superó en poco los 100.000 euros, cuatro veces por debajo del precio de mercado. Y fueron asignadas a los hijos de Calderón por la promotora Martinsa, propiedad del empresario Fernando Martín, ex presidente del Real Madrid.
Las viviendas, investigadas el pasado enero por José Antonio Abellán en el programa rediofónico El Tirachinas, se encuentran en dos de las zonas de expansión más cotizadas la capital: Las Tablas y Montecarmelo. Fuentes de Martinsa aseguran que todo el proceso de adjudicación de los pisos fue “completamente legal”, y que el sistema de concesión de las viviendas fue sencillo: “El primero que se entera, se apunta. Y si cumple los requisitos, se la queda”.
En aquellas fechas –verano de 2002– los hijos de Ramón Calderón tenían una buena fuente de información en la empresa: su padre. El propietario de Martinsa, Fernando Martín, fue durante años uno de los clientes de Ramón Calderón, que representó los intereses de la promotora como abogado mercantil hasta 2004, según reconocen desde la entidad. Es decir, que Calderón trabajaba para Martinsa en la fecha en la que los pisos fueron escriturados a nombre de sus familiares. Y la inversión fue redonda. Además de tres áticos, los hijos del presidente del Real Madrid pudieron comprar nueve plazas de garaje –tres de ellas vinculadas a sus viviendas– y un local comercial en Montecarmelo, vendido a precio de mercado y escriturado a nombre de Mariana Calderón. Según la documentación del Registro de la Propiedad, el precio del local fue adquirido sin necesidad de hipoteca. Preguntado por esta revista, el presidente del Real Madrid se ha negado a confirmar o desmentir estas informaciones.
Sobre el papel, los tres hijos de Calderón –Jaime, Leticia y Mariana– debían cumplir dos requisitos imprescindibles para acceder a un inmueble de este tipo: cobrar menos de 37.000 euros al año (5,5 veces el salario mínimo interprofesional) y carecer de otra vivienda en propiedad en la Comunidad de Madrid. Pero este tipo de compras tienen más compromisos. Por ejemplo, es imprescindible residir en el inmueble. Sin embargo, dos de los hijos del presidente blanco –Leticia y Jaime– están empadronados en la residencia que Ramón Calderón posee en La Moraleja. El último censo se elaboró en 2004, un año después de que ambos escrituraran sus viviendas protegidas. A nombre de Jaime Calderón Galán aparece en la guía telefónica otra dirección distinta, en la calle Rafael Bergamín, de Madrid. Esta revista ha intentado localizar a los tres hermanos en sus respectivas viviendas durante una semana. Y ha sido imposible. En el listado de propietarios del inmueble de Las Tablas –utilizado por el conserje ya que los interfonos carecen de identificación– el nombre de Leticia Calderón aparece tachado. En su lugar, figura el de una tercera persona, que tiene el teléfono a su nombre en esa misma dirección. Los ocupantes de la vivienda aseguran que el inmueble no pertenece a la hija de Calderón, sino a un familiar cercano. Algo parecido sucede con el ático concedido a Mariana Calderón. Al preguntar por ella en conserjería, el vigilante responde con premura: “En ese piso no vive ella. Hay inquilinos y ahora no están”. Consultados por esta revista, los ocupantes del piso aseguran que desconocen quién es el propietario real de la vivienda, ya que fue arrendada, según palabras textuales por medio de “una pequeña inmobiliaria de la que no recuerdo el nombre. Bueno, un agente”. Leticia Calderón, de 28 años, es procuradora de tribunales y participó en la defensa legal de su padre para anular los votos por correo en las últimas elecciones a la presidencia del Real Madrid. La profesión de sus otros dos hijos no ha trascendido a la vida pública.
Listas de espera
Según datos del Instituto de la Vivienda de Madrid, cada año 18.000 personas con necesidad de una residencia y con escasos recursos económicos se quedan fuera de los programas de inmuebles subvencionados. La lista de espera de la Comunidad de Madrid para acceder a una vivienda de precio limitado asciende a 220.000 jóvenes. “El problema viene con los inmuebles de promoción privada –comenta Antonio Fernández Gordillo, responsable de Vivienda del PSOE en la Asamblea de Madrid–. Los promotores tienen que construir por ley la mitad de las viviendas con algún tipo de protección. Pero como el suelo es suyo, son ellos los encargados de adjudicarlas. Y eso se presta a las irregularidades y al amiguismo”, explica. Fuentes de la Comunidad de Madrid aseguran que la concesiones de las Viviendas de Protección Oficial (VPO) se analizan una por una “y si los hijos de Calderón tienen una concesión, es porque cumplían todos los requisitos y todo está en orden”. Para la Plataforma para una Vivienda Digna, “una cosa es que sea legal, y otra muy distinta, que sea moral. Las viviendas de protección pública nacen para garantizar el acceso a la vivienda a las personas con menos recursos, y no para la gente que no tiene una necesidad real de ellas”.
Según fuentes oficiales, la Comunidad de Madrid cuenta únicamente con diez inspectores para comprobar que las viviendas protegidas de promoción privada se utilizan según la normativa vigente. En la mayoría de los casos, la ley impide su alquiler, su venta a precio de mercado o que el inmueble sea ocupado por terceras personas. En caso de un uso indebido, el organismo autonómico se reserva el derecho de recomprar la vivienda al precio ofertado. Los recursos para este proceso son testimoniales: 350.000 euros al año. Desde el gobierno autonómico advierten que son más que suficientes, ya que “cuando la vivienda se compra, automáticamente se vuelve a vender al primero de la lista de espera, y el dinero se reingresa”. Pese a ello, este mecanismo antifraude se ha puesto en marcha únicamente en una ocasión. Y terminó en los tribunales. Fuentes de la Consejería de Vivienda reconocen que la Comunidad de Madrid no tiene personal suficiente para auditar el uso que se da a las viviendas de protección oficial, por lo que los inspectores realizan “muestreos”, centrados sobre todo en las promociones de capital público. Por el contrario, las asociaciones del sector coinciden en denunciar que la mayoría de las irregularidades se dan en la promoción privada de vivienda protegida.
Un patrimonio destacado
Al ser mayores de edad, los tres hijos de Calderón computan como familias distintas para la Administración. Y a efectos legales, se desligan del patrimonio millonario de su padre. Mientras ellos acceden a una vivienda de protección oficial, el presidente blanco es propietario de varios inmuebles de alto valor en la capital. Calderón figura como titular junto a su mujer, María Teresa Galán, de una vivienda con 1.169 metros cuadrados de superficie construida, en una parcela de 10.000 metros cuadrados, unas 100 veces mayor que una vivienda de protección oficial. La casa está ubicada en La Moraleja, una de las zonas urbanísticas más cotizadas de España. Cuenta con tres salones, una larga lista de habitaciones que no se encuentran en la mayoría de las casas españolas (dormitorios para el servicio, planchero, ropero, cuarto de las calderas) y cinco habitaciones con cuarto de baño, repartidas en 500 metros de planta. Según una tasación bancaria inscrita en la hoja registral de la propiedad, el valor del inmueble supera los cinco millones de euros. Además, el presidente blanco hipotecó hace un año y medio junto a su mujer otra vivienda con nueve habitaciones en la calle Castelló de Madrid. La residencia está gravada con un préstamo de 933.000 euros, a pagar en 15 años. En la misma finca está domiciliada la sociedad TG Mendi Inversiones y Decoración, creada en 2006 y con Ramón Calderón y su mujer como únicos propietarios.
Por medio de una de sus sociedades, Aranel Inversiones, el presidente del Real Madrid controla también una finca de 10.000 metros cuadrados llamada La Lancha, junto a San Lorenzo de El Escorial. La última compraventa de la finca, ahora a nombre de la sociedad de Calderón, data de febrero de 2007. Y la lista no acaba ahí. Por medio de Lejaima, SA, el presidente del Real Madrid adquirió en 1989 un local comercial de 112 metros cuadrados en la calle Alejandro González, donde su sociedad posee el 16 por ciento de la propiedad de otra vivienda. Como otorgantes de esta empresa aparecen con una pequeña participación –100 acciones por cabeza– los tres hijos de Calderón.
Sin embargo, es complicado conocer el patrimonio real del presidente del Real Madrid, ya que sus empresas acostumbran a no presentar cuentas ante el Registro Mercantil, una práctica ilegal que lleva aparejada una multa económica y una sanción administrativa, y es sobre todo un extraño despiste para un abogado especializado en derecho mercantil. Aunque la merma de datos a la Administración parece más una estrategia empresarial. Muchas sociedades pre_ eren abonar la escasa multa –unos 3.000 euros– por infrigir la normativa a que la competencia o los medios de comunicación puedan consultar sus cuentas anuales.
Aranel Inversiones, fundada en 2005, nunca ha presentado cuentas en el Registro Mercantil, por lo que tiene la hoja registral cerrada. Según el acta fundacional de la empresa, las acciones de la entidad están en manos de la esposa de Calderón y de uno de sus hermanos, Javier Galán. Como administradores figuran el presidente del Real Madrid y otro empresario próximo a su candidatura, Alfonso Carrascosa Marco.
Otra de las empresas de la familia Calderón es Lejaima, SA, fundada en 1898 con otro nombre: Calderón Abogados. La firma dejó de presentar cuentas en el registro el año en que su máximo responsable accedió a la presidencia del Real Madrid. Sin embargo, en 2004 arrojaba un activo de 123.588 euros. Además, Calderón mantiene por medio de esta sociedad la mayoría de las acciones de Gestora Taurina de Televisión, creada en 1997 y también sancionada por no presentar la información contable. Seis meses antes de las elecciones al club blanco, el ganador de los comicios fundó junto a su mujer la firma Calmos Proyectos, SL, una empresa dedicada al asesoramiento para el comercio internacional y a la compra de materias primas y maquinaria. Un suma y sigue en el patrimonio del presidente blanco.
Una buena tajada del pastel de ladrillo
Los áticos suelen ser las viviendas más cotizadas en las promociones de protección oficial. Casi siempre soleados y con la mejor vista. Y los hijos de Ramón Calderón han hecho pleno: tres de tres. El mayor de ellos, escriturado a nombre de Mariana Calderón, cuenta con 123 metros construidos y una superficie útil de 97,3 metros cuadrados. La vivienda, con dos terrazas, fue hipotecada por 124.666 euros y lleva anexa una plaza de garaje y un trastero, en una urbanización con piscina y numerosas zonas comunes. Lo mismo sucede con las viviendas de sus dos hermanos, que son sensiblemente menores y están ubicadas en el Plan de Actuación Urbanística de Las Tablas. Los pisos de los dos hijos menores del presidente del Real Madrid tienen 78 metros útiles y un total de 101 metros cuadrados construidos. Y llevan anexos un trastero de seis metros cuadrados y una plaza de garaje de 20 metros cuadrados.
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