Exceso de oferta en Guipuzkoa, Diario Vasco..¡¡buen artículo!!

SAN SEBASTIÁN. DV. Hace una década, la tradicional guía inmobiliaria que incluye este periódico cada lunes contaba con cinco páginas, suficientes para dar cabida a la oferta de viviendas y locales de las principales agencias guipuzcoanas. Actualmente, dicha guía se ha convertido en un suplemento que no suele bajar de las 30 páginas y que acoge los anuncios de más de 60 empresas inmobiliarias.

Este cambio tan significativo viene motivado por la transformación que ha vivido el mercado inmobiliario guipuzcoano en los diez últimos años, con una proliferación de agencias que parece haber tocado techo: hay demasiada oferta para una demanda que comienza a marcar una línea descendente.

¿Cómo se explica esta multiplicación de agencias en tan corto espacio de tiempo? La razón más evidente también se encuentra en las páginas de la guía inmobiliaria: hace diez años, un piso de 100 metros cuadrados y tres habitaciones en el barrio donostiarra de Amara costaba 20 millones de pesetas, mientras que hoy ese mismo piso ronda los 80. Los precios se han multiplicado por cuatro y las comisiones de los intermediarios crecen en proporción al precio (3%), por lo que la mediación inmobiliaria pareció convertirse en la gallina de las narices de oro, donde la rentabilidad estaba garantizada.

Jesús Delgado, que cuenta con una experiencia de 40 años como agente de la propiedad inmobiliaria (API), explica que «para vender pisos realmente no se necesita demasiado y es un mundo que mueve mucho dinero, por lo que, cuando hace unos quince años perdió valor legal el título de API y cualquiera pudo mediar en una compra-venta, comenzó la proliferación de empresas, que se ha extendido hasta nuestros días».

Sin embargo, el tiempo ha demostrado que el sector inmobiliario no es jauja. «Muchos ya han podido comprobar que no es tan buen negocio. Yo me puedo considerar un privilegiado porque trabajo para una empresa, pero el que va por libre tiene que vender un mínimo de viviendas para cubrir los gastos que se producen en esta actividad. Y todos los días no se vende un piso. Este año el mercado atraviesa una pequeña crisis, algunos propietarios ya no pueden vender sus pisos ni siquiera por lo que rechazaron el año pasado, y supongo que muchas agencias tendrán que cerrar», pronostica Delgado.

El mercado está parado

Juanjo, de la inmobiliaria Salbide de Zarautz, corrobora que el mercado se encuentra bastante parado últimamente. Una situación que resulta más complicada para una empresa joven como la suya. «Creamos la inmobiliaria hace tres años. Nos quedamos en paro, queríamos cambiar de actividad y probamos con este sector, pero lo cierto es que no está habiendo mucho movimiento. Al crear la agencia llevamos a cabo el procedimiento habitual, alquilamos un local y nos hicimos con una bolsa de clientes, aunque este año no se está vendiendo mucho. El único repunte se produjo en verano, cuando el alquiler de pisos en un pueblo costero como Zarautz se incrementa bastante».

Los expertos siguen sin ponerse de acuerdo sobre si existe o no una burbuja inmobiliaria, que amenazaría con estallar en los próximos años debido al incremento constante de los precios, pero lo que es un hecho es que la burbuja del negocio inmobiliario comienza a perder gas. Rosmi, de Servicios Inmobiliarios Iradier, comenta que «han aparecido agencias como champiñones, pero los pisos están muy caros y no se vende lo suficiente, por lo que algunas se ven obligadas a cerrar».

Según esta agente donostiarra, «es tan simple como que hay más inmobiliarias que clientes. Y no todas las agencias tienen el soporte económico suficiente para estar tres meses sin vender un piso, por eso al final se mantienen las más consolidadas y las pequeñas tienen que dejarlo».

Los pueblos costeros, donde el índice de construcción suele ser más alto que en los del interior del territorio, han sido testigos directos de la multiplicación de negocios inmobiliarios que se ha producido en la última década. Belén Etxebeste, de la inmobiliaria del mismo nombre de Hondarribia, afirma que «cuando abrimos la agencia hace doce años había sólo tres inmobiliarias, pero ahora hay trece. Parece que el número se ha estabilizado, porque en los cuatro últimos años han abierto y cerrado algunas más. De todas formas, el mayor movimiento de inmobiliarias se sigue produciendo en Donostia e Irun, que para algo son las dos ciudades más grandes de Gipuzkoa».

Etxebeste explica que «la proliferación de agencias también se debe a que muchas empresas compaginan seguros o administración de fincas con el negocio inmobiliario. Pero cada vez quedan menos terrenos para edificar y desde hace dos años se aprecia un descenso en el número de agencias que se abren».

3% de comisión

Belén Etxebeste es agente de la propiedad inmobiliaria titulada. Como tal, le corresponde un 3% de comisión sobre el precio de venta de la vivienda, aunque el aumento de la competencia ha difuminado bastante esas cifras orientativas. «El 3% está estipulado como los honorarios que corresponden a un agente de la propiedad y antes iban a misa, pero cada vez nos vemos más obligados a negociar ese porcentaje. Hay veces en las que hay que compartirlo con otras agencias o que debemos bajarlo porque nos marcan un precio inamovible. Entonces, para que salgan adelante muchas operaciones, nos vemos obligados a negociar y, en algunos casos, a rebajar el porcentaje que nos correspondería».

La de agente de la propiedad es la única profesión regulada legalmente en el ámbito de la intermediación inmobiliaria, cuyo título oficial es expedido por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente tras la superación de los exámenes de aptitud profesional. Además, un agente colegiado ofrece la garantía de que su Colegio tiene suscrita una póliza de seguros que cubre la responsabilidad civil en que pudiera incurrir el agente en el ejercicio de su profesión

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Doc Brawn dijo:

Y todos los días no se vende un piso. Este año el mercado atraviesa una pequeña crisis, algunos propietarios ya no pueden vender sus pisos ni siquiera por lo que rechazaron el año pasado, y supongo que muchas agencias tendrán que cerrar»,

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