Lo de crear un partido político, en este caso uno especialmente dedicado al tema de la vivienda, es una solución que suena genial y todo eso, pero su puesta en práctica es casi inviable. El compromiso requerido, las dificultades enormes en cuanto a la organización y definición de principios, los gastos económicos mínimos derivados de lo anterior (no poco apreciables),... son demasiado para cualquier grupito de freakies.
Ya existen partidos minoritarios de este tipo, algunos creados para defender un objetivo tan noble como la reconsideración del voto en blanco (
http://www.ciudadanosenblanco.com/), pero no dejan de ser iniciativas con escaso éxito (a mi pesar).
Después de haber dado muchas vueltas al panorama político español, a mi sólo se me ocurre una posibilidad, sencilla, barata y capaz de tocar un poquito las pelotillas a la clase política de este país:
el voto en blanco masivo. Esta medida aparentemente ingenua puede ser útil si logra el éxito pretendido. Las manifestaciones son importantes, pero en muchas ocasiones se acusa a nuestra generación (y las posteriores) de ser un tanto apáticos, pasotas y holgazanes. Creo que uno de los principales escollos que encuentra cualquiera que quiera convocar una manifestación es precisamente éste: convencer a la gente de que el objetivo merece la pena y que su presencia no debe estar condicionada a la presencia de los demás. Muchas veces he oído eso de "sí el tema me parece muy bien pero para que voy a ir si vamos a ser cuatro gatos". Pues bien:
¿Qué ocurriría si utilizáramos el voto en blanco para lo que realmente fue diseñado, como protesta y condena del sistema actual, una plutocracia que nos está llevando a una situación insostenible, clasista e injusta? ¿Qué ocurriría si nosotros, los que creemos en otro modelo (no definido completamente pero donde, al menos, reine un poco más el sentido común) y luchamos contra esa opinión generaliza que está implantando una nueva tipología de exclavos, pudiéramos identificarnos y contabilizarnos mediante el boto en blanco? ¿Qué ocurriría si en este país consiguiéramos multiplicar por 10 esa cifra de 400000 votos en blanco de las últimas elecciones generales? ¿Podrían los grupos parlamentarios y las cortes generales proseguir sus funciones, despreciando esa cantidad de votos y limitándose a aplicar la contabilización actual, esa que suma votos en blanco a aquellos grupos parlamentarios que, aún siendo los más votados, no los merecen?
Yo digo que no, no podrían, y digo que ante esos resultados obtendríamos a largo plazo un saneamiento suficiente y necesario de todos los órganos de poder de este país. Una vez identificados y con la fuerza moral necesaria, las calles serían nuestras si fuera preciso: si nuestros políticos no quisieran llevar a cabo la reforma constitucional, empezando por el artículo seis, el que regula el funcionamiento interno de nuestros partidos políticos. Si ellos no quieren acatar ese mandato constitucional, nosotros no tenemos que acatar otros.
No hace falta crear partidos, ni crear estatutos, ni elaborar programas electorales, donde se fijen las famosas promesas que luego no se cumplen. Es mucho más sencillo, basta elaborar un texto con este mensaje. Luego, el boca a boca, el envío de e-mails, los SMS, o el uso de cualquier otro medio tradiconal o telemático. El mensaje sería breve y conciso, bastarían una constatación de la pérdida del poder adquisitivo que sufrimos toda la clase media (o baja) de este país, y una corta exposición de las principales razones para presentar un panorama pesimista a corto y medio plazo. Como conclusión, alguna frase contundente tipo "si crees ingenuamente que algunos de los partidos políticos actuales puede cambiar la situación, vótale. En caso contrario, LEVANTA TU trastero DEL SOFÁ Y VE A VOTAR EN BLANCO. PÁSALO. HAY MOTIVOS PARA ELLO".