carlosrd
Madmaxista
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7 de cada 10 españoles ve la economía regualar o mal.
¿Es posible un país en el que el PIB crezca un 3,6% y, al mismo tiempo, la confianza de los consumidores en la situación económica esté por los suelos? Sí, es posible. El país se llama España y eso es lo que deriva del último Barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, correspondiente al pasado mes de julio.
Los datos no dejan lugar a dudas. El indicador de confianza se situó en julio en 42,6 puntos, lo que significa el segundo peor registro de los últimos 10 años, sólo empeorado por el alcanzado en octubre de 2005. Las cifras de julio no son un mero tropezón coyuntural, ya que prácticamente desde abril de 2004 –entrada de un nuevo Gobierno- este indicador sólo ha evolucionado a peor. Por esas fechas, se alcanzó el nivel de 59,3 puntos, uno de los más altos del periodo.
Lo más paradójico es que desde entonces la actividad económica real -la que se mide en términos agregados el PIB- no ha dejado de acelerarse, hasta alcanzar un ritmo del 3,6% en el segundo trimestre del año, tal y como acaba de adelantar el Instituto Nacional de Estadística.
Los datos del CIS coinciden en líneas generales con el Indicador de Sentimiento Económico que elabora la Comisión Europea, que refleja discretos resultados para España pese a tratarse de uno de los países con tasas de crecimiento más elevadas. En concreto, el último ESI -según sus siglas en inglés- muestra una clara recuperación de la confianza económica en la Unión Europea, donde se ha avanzado más de 10 puntos en poco menos de un año. En concreto, en julio se alcanzó el nivel de los 107,7 puntos (media 1990-2003=100), es decir muy por encima del estimado para España, que únicamente alcanza 96,2 puntos.
Según Economía, la evolución de este indicador es el resultado de un avance de la confianza en la construcción, el comercio minorista y los servicios, mientras que la confianza industrial y la del consumidor no mostraron variación alguna en el último mes.
Los datos del CIS, por el contrario, son mucho más adversos. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 69,7% de los españoles considera que la situación económica actual de España es regular o mala, cuando en abril de 2004 este porcentaje sólo representaba el 51,5% de los encuestados. De forma coherente con estos resultados, los datos del CIS ponen de relieve una caída en picado del número de españoles que piensa que la situación económico es buena o muy buena. Si en abril de 2004 ese porcentaje afectaba al 44,2% de los encuestados, en estos momentos únicamente se alcanza el 21,8%. Es decir, se ha `producido un descenso en vertical de la percepción que tienen los españoles de la situación económica.
Al menos, en los tres últimos meses se ha venido produciendo una clara recuperación sobre el futro de la economía, aunque bien es cierto que los registros siguen en niveles muy bajos respecto de los últimos años. En concreto, el 13% considera que de aquí a un año la situación económica mejorará (únicamente un 9,5% en mayo), mientras que el 38% estima que seguirá igual. Para el 32,1%, por el contrario, las cosas irán a peor en los próximos 365 días. El resto, o no sabe o no contesta.
La aparente contradicción entre la economía real y la percepción que tienen los ciudadanos de la coyuntura hay que relacionarla, probablemente, con el nivel de endeudamiento que ha alcanzado la economía española –superior ya al Producto Interior Bruto-, que supone un claro estímulo a la actividad pero que, por el contrario, llena de inquietud a los ciudadanos. Dichos en otros términos, el sistema productivo se acelera engrasado por unos tipos de interés reales que siguen siendo negativos, pero la percepción de los españoles es cada vez peor ya que cada vez están más endeudados para poder financiar ese crecimiento.
http://www.elconfidencial.com/economia/noticia.asp?id=5668&edicion=21/08/2006&pass=
¿Es posible un país en el que el PIB crezca un 3,6% y, al mismo tiempo, la confianza de los consumidores en la situación económica esté por los suelos? Sí, es posible. El país se llama España y eso es lo que deriva del último Barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, correspondiente al pasado mes de julio.
Los datos no dejan lugar a dudas. El indicador de confianza se situó en julio en 42,6 puntos, lo que significa el segundo peor registro de los últimos 10 años, sólo empeorado por el alcanzado en octubre de 2005. Las cifras de julio no son un mero tropezón coyuntural, ya que prácticamente desde abril de 2004 –entrada de un nuevo Gobierno- este indicador sólo ha evolucionado a peor. Por esas fechas, se alcanzó el nivel de 59,3 puntos, uno de los más altos del periodo.
Lo más paradójico es que desde entonces la actividad económica real -la que se mide en términos agregados el PIB- no ha dejado de acelerarse, hasta alcanzar un ritmo del 3,6% en el segundo trimestre del año, tal y como acaba de adelantar el Instituto Nacional de Estadística.
Los datos del CIS coinciden en líneas generales con el Indicador de Sentimiento Económico que elabora la Comisión Europea, que refleja discretos resultados para España pese a tratarse de uno de los países con tasas de crecimiento más elevadas. En concreto, el último ESI -según sus siglas en inglés- muestra una clara recuperación de la confianza económica en la Unión Europea, donde se ha avanzado más de 10 puntos en poco menos de un año. En concreto, en julio se alcanzó el nivel de los 107,7 puntos (media 1990-2003=100), es decir muy por encima del estimado para España, que únicamente alcanza 96,2 puntos.
Según Economía, la evolución de este indicador es el resultado de un avance de la confianza en la construcción, el comercio minorista y los servicios, mientras que la confianza industrial y la del consumidor no mostraron variación alguna en el último mes.
Los datos del CIS, por el contrario, son mucho más adversos. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 69,7% de los españoles considera que la situación económica actual de España es regular o mala, cuando en abril de 2004 este porcentaje sólo representaba el 51,5% de los encuestados. De forma coherente con estos resultados, los datos del CIS ponen de relieve una caída en picado del número de españoles que piensa que la situación económico es buena o muy buena. Si en abril de 2004 ese porcentaje afectaba al 44,2% de los encuestados, en estos momentos únicamente se alcanza el 21,8%. Es decir, se ha `producido un descenso en vertical de la percepción que tienen los españoles de la situación económica.
Al menos, en los tres últimos meses se ha venido produciendo una clara recuperación sobre el futro de la economía, aunque bien es cierto que los registros siguen en niveles muy bajos respecto de los últimos años. En concreto, el 13% considera que de aquí a un año la situación económica mejorará (únicamente un 9,5% en mayo), mientras que el 38% estima que seguirá igual. Para el 32,1%, por el contrario, las cosas irán a peor en los próximos 365 días. El resto, o no sabe o no contesta.
La aparente contradicción entre la economía real y la percepción que tienen los ciudadanos de la coyuntura hay que relacionarla, probablemente, con el nivel de endeudamiento que ha alcanzado la economía española –superior ya al Producto Interior Bruto-, que supone un claro estímulo a la actividad pero que, por el contrario, llena de inquietud a los ciudadanos. Dichos en otros términos, el sistema productivo se acelera engrasado por unos tipos de interés reales que siguen siendo negativos, pero la percepción de los españoles es cada vez peor ya que cada vez están más endeudados para poder financiar ese crecimiento.
http://www.elconfidencial.com/economia/noticia.asp?id=5668&edicion=21/08/2006&pass=