A los que piensan que cuando explote la burbuja, los precios bajarán y ellos se podrán comprar un piso a un precio normal: piénsenlo mejor, porque me temo que viven vds en un mundo de fantasía. El mero hecho de que exista una demanda por así decirlo "emboscada" es una garantía de que los precios no bajarán mucho. Los precios de las casas siempre bajan muy despacio, porque al que vende le revienta vender a la baja, y se resiste a aceptarlo: puede que tarde muchos meses en vender, pero no bajará el precio hasta que se convenza de que no hay ninguna posibilidad de que le compren a su precio. Y cuando baje el precio, la bajada será pequeña.
Es como una partida de poker, o una cacería: a ver quien parpadea antes, el vendedor que no quiere bajar el precio o el comprador que no quiere pagar. El vendedor tiene la presión de la hipoteca; el comprador está pagando alquiler, también le gustaría comprar cuanto antes. ¿Quien se rajará antes?
La respuesta: en un mercado con cientos de miles de compradores y vendedores, se llegará a un equilibrio. Algún vendedor se rajará antes porque necesita vender ya, algún comprador se estirará porque está harto de esperar y cree ver una buena oportunidad. Mientras exista esa demanda emboscada, los precios se estabilizarán o bajarán solo el mínimo necesario para provocar a los "emboscados" a salir (a no ser que todos los compradores de España se pongan de acuerdo en secreto para no comprar nada hasta que los precios bajen un 40%). Por supuesto, habrá vendedores que no se apeen de su precio original, y se queden sin vender; y también habrá burbujistas que se nieguen a comprar a mayor precio de lo que consideran justo, y se queden sin comprar.
Para que haya una bajada espectacular de los precios, una condición necesaria es que no haya demanda suficiente a ningún precio. Mientras haya gente con su taco en el banco y su sueldo decente esperando a que los precios bajen para comprar, el mercado tiene un soporte. Sólo si la burbuja se pincha, sube mucho el Euribor, hay embargos, aumenta el paro sustancialmente, los bancos dejan de dar crédito, y la economía se deteriora hasta el punto de que demanda potencial desaparece porque solo unos pocos pueden comprar pisos (¿funcionarios con un montón de dinero?); solo entonces habría una caída importante de precios.
La generación del baby-boom, la generación perdida, son vds carne de cañón, por la simple razón de que son muchos. Escuela masificada, universidad idem, mercado laboral abarrotado (exceso de licenciados), vivienda imposible. Todo lo que vds hacen, otros 5 millones lo hacen al mismo tiempo. Y ni se les ocurra pensar en la jubilación...