MonteKarmelo
Madmaxista
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La adjudicataria, Yalqui, tiene la finca ‘El Carrascalillo’, donde Bono es invitado habitual. La ley obliga a que las ayudas sean a empresas “prioritariamente agrarias”, mientras que el 99,5% de los ingresos de Yalqui es por venta de pisos.
Se estrecha el círculo en torno a José Bono. Ante los artículos publicados por este diario en los que se informaba del incremento patrimonial del presidente del Congreso y los favores en forma de regalos que le ha hecho el empresario Rafael Santamaría, dueño de la promotora Reyal Urbis, el ex ministro de Defensa siempre ha utilizado el mismo argumento para defenderse: Santamaría es su amigo y él nunca se ha servido de su cargo para darle una dádiva.
“Si encuentran un contrato público en Castilla-La Mancha a favor de Reyal, yo dimito”, llegó a decir el ex presidente manchego. Contrato público no, pero desde luego políticamente sí se puede considerar algo más que una subvención el dinero otorgado por Bono cuando era presidente de la Junta de Castilla-La Mancha a Yalqui, SA, una constructora de Santamaría hoy incluida en Reyal Urbis, cuyo 99,5% de los ingresos se genera en Madrid por la venta de pisos y sólo el otro 0,5% por la explotación agraria. Yalqui es dueña de la finca El Carrascalillo, situada en Torrenueva, Ciudad Real.
120.000 euros
Políticamente algo más que una subvención, porque, en 2000 y 2001, y según se explica en las memorias de la propia compañía depositadas en el Registro Mercantil, la Junta de Castilla-La Mancha dio más de 120.000 euros a esta empresa “en subvenciones relacionadas con la actividad agraria”. Resulta que, según publicó LA GACETA el pasado 24 de mayo, Bono y su mujer suelen estar entre los invitados de Santamaría a la finca El Carrascalillo. Según relató a este diario un concejal de la localidad de Torrenueva, donde está el cortijo, allí coincide con Alberto Ruiz-Gallardón y Felipe González.
Además, y según las memorias de años posteriores de Yalqui, esta empresa siguió recibiendo subvenciones, aunque ya no especifica si son agrarias. La cifra ascendería a 300.000 euros.
Pero hay otro aspecto muy importante a tener en cuenta. Las ayudas concedidas por el Gobierno autonómico de Bono a la constructora Yalqui se produjeron al menos entre 2000 y 2001. Fijémonos por ejemplo en el año 2001. En ese ejercicio, y siempre según la memoria de la propia compañía depositada en el Registro Mercantil, Yalqui recibió subvenciones a la explotación “en relación con la actividad agraria por importe de 12,4 millones de pesetas”, es decir, 74.710 euros.
Ese año, como el resto de ejercicios, la actividad agraria generó una mínima parte de los ingresos de Yalqui. En concreto, el 0,34% del total. El resto provino de la venta de pisos y el alquiler de locales comerciales en Madrid y Barcelona. Por tanto, la “actividad prioritaria” de la compañía no ha sido, ni ese año 2001 ni los posteriores, la agraria.
Ley nacional
¿Qué quiere decir esto? Que según el Real Decreto 613/2001, aprobado por el Ministerio de Agricultura, para la mejora y modernización de las estructuras de producción de las explotaciones agrarias, Yalqui no habría podido recibir esas ayudas. El artículo 4 de ese real decreto, que habla de los beneficiarios de esas subvenciones y de los requisitos necesarios para obtenerlas, impone a las personas jurídicas, es decir, a las empresas, que su “actividad prioritaria sea la agraria”.
¿Qué dice la ley autonómica de Castilla-La Mancha? Pues en la Orden de 31 de julio de 2001, que desarrolla precisamente la ley estatal a la que nos referimos, asegura en su artículo 4.3 que “las personas jurídicas, además de las señaladas con carácter general, deberán cumplir otra condición: que su actividad principal sea la agraria”. La ley autonómica, por tanto, también obliga a que las subvenciones vayan a una empresa cuya actividad principal sea la agraria.
Esto significa que el presidente de la Cámara baja, tercera autoridad del Estado, tiene otra pregunta que responder: ¿en base a qué real decreto nacional o ley autonómica le ha dado dinero público de todos los castellanomanchegos a una compañía cuya actividad prioritaria es la venta de pisos y el alquiler de locales en Madrid?; ¿tiene algo que ver que el dueño de esa empresa sea su amigo Rafael Santamaría y que a la finca El Carrascalillo suela ir él como invitado?
Bono concedió 120.000 euros a una constructora de Rafael Santamaría | Intereconomía
Se estrecha el círculo en torno a José Bono. Ante los artículos publicados por este diario en los que se informaba del incremento patrimonial del presidente del Congreso y los favores en forma de regalos que le ha hecho el empresario Rafael Santamaría, dueño de la promotora Reyal Urbis, el ex ministro de Defensa siempre ha utilizado el mismo argumento para defenderse: Santamaría es su amigo y él nunca se ha servido de su cargo para darle una dádiva.
“Si encuentran un contrato público en Castilla-La Mancha a favor de Reyal, yo dimito”, llegó a decir el ex presidente manchego. Contrato público no, pero desde luego políticamente sí se puede considerar algo más que una subvención el dinero otorgado por Bono cuando era presidente de la Junta de Castilla-La Mancha a Yalqui, SA, una constructora de Santamaría hoy incluida en Reyal Urbis, cuyo 99,5% de los ingresos se genera en Madrid por la venta de pisos y sólo el otro 0,5% por la explotación agraria. Yalqui es dueña de la finca El Carrascalillo, situada en Torrenueva, Ciudad Real.
120.000 euros
Políticamente algo más que una subvención, porque, en 2000 y 2001, y según se explica en las memorias de la propia compañía depositadas en el Registro Mercantil, la Junta de Castilla-La Mancha dio más de 120.000 euros a esta empresa “en subvenciones relacionadas con la actividad agraria”. Resulta que, según publicó LA GACETA el pasado 24 de mayo, Bono y su mujer suelen estar entre los invitados de Santamaría a la finca El Carrascalillo. Según relató a este diario un concejal de la localidad de Torrenueva, donde está el cortijo, allí coincide con Alberto Ruiz-Gallardón y Felipe González.
Además, y según las memorias de años posteriores de Yalqui, esta empresa siguió recibiendo subvenciones, aunque ya no especifica si son agrarias. La cifra ascendería a 300.000 euros.
Pero hay otro aspecto muy importante a tener en cuenta. Las ayudas concedidas por el Gobierno autonómico de Bono a la constructora Yalqui se produjeron al menos entre 2000 y 2001. Fijémonos por ejemplo en el año 2001. En ese ejercicio, y siempre según la memoria de la propia compañía depositada en el Registro Mercantil, Yalqui recibió subvenciones a la explotación “en relación con la actividad agraria por importe de 12,4 millones de pesetas”, es decir, 74.710 euros.
Ese año, como el resto de ejercicios, la actividad agraria generó una mínima parte de los ingresos de Yalqui. En concreto, el 0,34% del total. El resto provino de la venta de pisos y el alquiler de locales comerciales en Madrid y Barcelona. Por tanto, la “actividad prioritaria” de la compañía no ha sido, ni ese año 2001 ni los posteriores, la agraria.
Ley nacional
¿Qué quiere decir esto? Que según el Real Decreto 613/2001, aprobado por el Ministerio de Agricultura, para la mejora y modernización de las estructuras de producción de las explotaciones agrarias, Yalqui no habría podido recibir esas ayudas. El artículo 4 de ese real decreto, que habla de los beneficiarios de esas subvenciones y de los requisitos necesarios para obtenerlas, impone a las personas jurídicas, es decir, a las empresas, que su “actividad prioritaria sea la agraria”.
¿Qué dice la ley autonómica de Castilla-La Mancha? Pues en la Orden de 31 de julio de 2001, que desarrolla precisamente la ley estatal a la que nos referimos, asegura en su artículo 4.3 que “las personas jurídicas, además de las señaladas con carácter general, deberán cumplir otra condición: que su actividad principal sea la agraria”. La ley autonómica, por tanto, también obliga a que las subvenciones vayan a una empresa cuya actividad principal sea la agraria.
Esto significa que el presidente de la Cámara baja, tercera autoridad del Estado, tiene otra pregunta que responder: ¿en base a qué real decreto nacional o ley autonómica le ha dado dinero público de todos los castellanomanchegos a una compañía cuya actividad prioritaria es la venta de pisos y el alquiler de locales en Madrid?; ¿tiene algo que ver que el dueño de esa empresa sea su amigo Rafael Santamaría y que a la finca El Carrascalillo suela ir él como invitado?
Bono concedió 120.000 euros a una constructora de Rafael Santamaría | Intereconomía
