Dos años después de originar un terremoto informativo con un fotomontaje sobre los posibles efectos del cambio climático en España, la organización ecologista Greenpeace afronta hoy en Madrid un juicio por crear presuntamente causar perjuicios económicos con esa campaña. Los activistas se sientan en el banquillo de los acusados tras la denuncia de una inmobiliaria, que alega daños por una serie imágenes donde La Manga del Mar Menor figuraba como ejemplo del grave riesgo de inundación de tierras en cincuenta años por la subida del nivel del mar.
La empresa Bureau Investment S. L. reclama a Greenpeace en el Juzgado de Primera Instancia número 33 de Madrid 36.000 euros en concepto de indemnización por «daños materiales y morales», al considerar que las fotos hundieron el mercado de la vivienda en la zona al despertar temores entre los potenciales compradores.
Los naturalistas hicieron una composición con seis fotos del momento de tres zonas de La Manga y otras donde se veían simulaciones por ordenador de cómo serían esas áreas anegadas por el agua.
El fotomontaje formaba parte del documento Photoclima, elaborado para hacer visible qué ocurriría en cien años de seguir con el ritmo de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera previsto por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU. Éste difundió en Valencia nuevos informes científicos y Greenpeace quiso «alertar de la urgencia de reducir las emisiones contaminantes». Usó también simulaciones de la desecación del río Ebro en Zaragoza o del Glaciar de Monte Perdido de Huesca.
Greenpeace afirma que llegó a recibir una oleada de burofax de empresas y particulares amenazando con demandas por valor de 30 millones de euros, pero al final sólo afrontará dos juicios por cantidades mucho menores. Uno de los testigos en el juicio es el presidente de ANSE en Cartagena, Pedro García, autor de varias fotos.
