Parece increíble que sea heredero político de Clement Atlee, aunque ya en su día se lució, aboliendo varios logros de dicho líder laborista, como por ejemplo, desterrando el ideal de una sociedad socialista como objetivo final a lograr. Ciertamente cada vez siento más ardor de estomago por las clases políticas occidentales, corruptas e hipócritas hasta la médula, serviles a todo menos a sus respectivos pueblos. Ya ni se molestan en disimular su condición de apéndices políticos de la banca y de las corporaciones. Sinceramente, si entrásemos en una nueva depresión, y como antaño surgiesen mesías totalitarios que aniquilasen el sistema actual, lo siento, pero no movería ni un sólo músculo de mi cuerpo por salvar este sistema, ni mucho menos lloraría o lamentaría su pérdida.