Francisco Gijón: “Los verdaderamente poderosos no se reúnen con Soros. pilinguin no lo hace. Xi Jinping tampoco. Donald Trump, aún menos”
¿Quién es realmente George Soros?
Uno de los mejores servidores que tiene el malo en la Tierra, pero no tan leal como los que le sirven a él. Un personaje peligroso y tan oscuro por dentro que uno no se puede explicar a qué responde tanta negritud. Lo normal es que un rico quiera ser cada vez más rico. Lógico sería que además desease ser poderoso y controlarlo todo. Pero, ¿qué sentido tiene destrozar la sociedad y someterla? Pues querer ser como Dios. Sin embargo, ¿no se da cuenta este señor de que tiene 88 años? Mi padre murió a esa edad. Me pregunto la calidad y el alcance de su pacto con el Mal, el justiprecio y las contraprestaciones, especialmente porque hay que estar muy mal por dentro para realizarse haciendo uno de su vida lo que ha hecho él. Me produce curiosidad esta ecuación y lo admito. Por cierto, ¿sabía usted que Henry Kissinger tiene 95 años y medio?
Un hombre poderoso con una red de fundaciones al servicio del mal...
Usted lo ha dicho. Pero sólo poderoso en lo material y eso no es nada, salvo para los materialistas, que son su objetivo. Los quiere cosificados. Sin embargo, si Soros fuese pobre, los que le sirven hoy servirían a otro y Soros sería lo que es en realidad sin sus cuentas corrientes: un ancianete arrugado, con dentadura postiza y la próstata hecha un ardor de estomago, tres cosas que no son malas si se vive en dignidad, pero no cuando uno es materialista.
¿Es posible que un sólo hombre controle el aborto, la ideología de género, la inmi gración...etc?
Ya estamos viendo que sí, pero porque tiene muchos discípulos. Permítame que insista sobre este respecto, pero que un hombre rico, a golpe de talón haya podido pervertir el sentido común de tantas personas poderosas dice mucho más de esas personas que de él. Dicen que todo el mundo tiene un precio, pero parece que en nuestra sociedad hay demasiada gente en rebajas. He ahí el problema: que estamos muy devaluados en dignidad y otras cosas que sí importan. Fíjese hasta qué punto que, con la ideología de género, por ejemplo, la respuesta que se nos propone darle a una persona con trastorno de identidad de género, en lugar de facilitarle la vida de la manera más digna posible (el transgénero es un colectivo con una tasa del 40% de suicidios en los Estados Unidos), es que toda la sociedad finja "que es alguien que no es" hasta el punto de que ni siquiera haga falta tener un trastorno de identidad, sino simplemente "sentirse". Así, yo puedo decidir un día que soy una anciana, lesbiana, misándrica e incolora (digo yo que el color también es una elección, ya puestos...) de 65 años y exigir mi pensión: y la sociedad estará obligada a pagármela. ¿Le deberé a Soros el favor o a su rebaño de "acólitos anónimos"?
Último libro de Francisco Gijón
Un hombre que se reúne con algunos de los poderosos de la tierra...
Pero no con todos. De hecho, los verdaderamente poderosos no se reúnen con él. pilinguin no lo hace. Xi Jinping tampoco. Donald Trump, aún menos. Con él se reúnen los débiles mentales, como Pedro Sánchez, a ver si medran, y otros líderes, como Obama o Hillary, porque sin él no serían nada. De ahí las cartas-bomba de falsa bandera a los demócratas... ¡y a Soros! Y va la gente y se lo cree.
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¿Quién es realmente George Soros?
Uno de los mejores servidores que tiene el malo en la Tierra, pero no tan leal como los que le sirven a él. Un personaje peligroso y tan oscuro por dentro que uno no se puede explicar a qué responde tanta negritud. Lo normal es que un rico quiera ser cada vez más rico. Lógico sería que además desease ser poderoso y controlarlo todo. Pero, ¿qué sentido tiene destrozar la sociedad y someterla? Pues querer ser como Dios. Sin embargo, ¿no se da cuenta este señor de que tiene 88 años? Mi padre murió a esa edad. Me pregunto la calidad y el alcance de su pacto con el Mal, el justiprecio y las contraprestaciones, especialmente porque hay que estar muy mal por dentro para realizarse haciendo uno de su vida lo que ha hecho él. Me produce curiosidad esta ecuación y lo admito. Por cierto, ¿sabía usted que Henry Kissinger tiene 95 años y medio?
Un hombre poderoso con una red de fundaciones al servicio del mal...
Usted lo ha dicho. Pero sólo poderoso en lo material y eso no es nada, salvo para los materialistas, que son su objetivo. Los quiere cosificados. Sin embargo, si Soros fuese pobre, los que le sirven hoy servirían a otro y Soros sería lo que es en realidad sin sus cuentas corrientes: un ancianete arrugado, con dentadura postiza y la próstata hecha un ardor de estomago, tres cosas que no son malas si se vive en dignidad, pero no cuando uno es materialista.
¿Es posible que un sólo hombre controle el aborto, la ideología de género, la inmi gración...etc?
Ya estamos viendo que sí, pero porque tiene muchos discípulos. Permítame que insista sobre este respecto, pero que un hombre rico, a golpe de talón haya podido pervertir el sentido común de tantas personas poderosas dice mucho más de esas personas que de él. Dicen que todo el mundo tiene un precio, pero parece que en nuestra sociedad hay demasiada gente en rebajas. He ahí el problema: que estamos muy devaluados en dignidad y otras cosas que sí importan. Fíjese hasta qué punto que, con la ideología de género, por ejemplo, la respuesta que se nos propone darle a una persona con trastorno de identidad de género, en lugar de facilitarle la vida de la manera más digna posible (el transgénero es un colectivo con una tasa del 40% de suicidios en los Estados Unidos), es que toda la sociedad finja "que es alguien que no es" hasta el punto de que ni siquiera haga falta tener un trastorno de identidad, sino simplemente "sentirse". Así, yo puedo decidir un día que soy una anciana, lesbiana, misándrica e incolora (digo yo que el color también es una elección, ya puestos...) de 65 años y exigir mi pensión: y la sociedad estará obligada a pagármela. ¿Le deberé a Soros el favor o a su rebaño de "acólitos anónimos"?
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Pero no con todos. De hecho, los verdaderamente poderosos no se reúnen con él. pilinguin no lo hace. Xi Jinping tampoco. Donald Trump, aún menos. Con él se reúnen los débiles mentales, como Pedro Sánchez, a ver si medran, y otros líderes, como Obama o Hillary, porque sin él no serían nada. De ahí las cartas-bomba de falsa bandera a los demócratas... ¡y a Soros! Y va la gente y se lo cree.
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