Doctor Johnson
Madmaxista
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Ya es oficial. Bernardos anuncia un "gran boom inmobiliario".
Gonzalo Bernardos alerta a quienes planean comprar una vivienda: "Daos prisa"
Ese hombre es como una brújula imantada que apunta hacia el sur: acierta siempre, pero al revés.
"No es posible, todavía tienen que encontrar sitio para otros 50 millones de sudamericanos...."
El precio de la vivienda depende de oferta y demanda.
La demanda depende del crecimiento demográfico interno (negativo) y la inmi gración.
La inmi gración depende de la perspectiva de encontrar un trabajo, aunque sea mileurista.
La perspectiva de encontrar un trabajo depende de la marcha de la economía española.
La marcha de la economía española depende del ritmo de la impresora escupiendo billetes y, en menor medida, de sectores tradicionales como el turismo y la industria de la automoción.
El ritmo de la impresora escupiendo billetes depende del miedo, cada vez mayor, que tengan los krauts a la inflación y a la montaña de deuda.
La industria del turismo y la automoción dependen de las decisiones políticas de nuestros superiores, que ya han decretado que no son actividades ecoresilientes y fomentan el clima cambiático.
Y, aunque a nosotros nos parezca muy importante, la burbuja del ladrillo española, en términos globales, es una burbujita.
Cuando explote la burbuja yanqui, otras van a seguir. Es lo que, en términos militares, se llama "explosión por simpatía".
Gonzalo Bernardos alerta a quienes planean comprar una vivienda: "Daos prisa"
Ese hombre es como una brújula imantada que apunta hacia el sur: acierta siempre, pero al revés.
"No es posible, todavía tienen que encontrar sitio para otros 50 millones de sudamericanos...."
El precio de la vivienda depende de oferta y demanda.
La demanda depende del crecimiento demográfico interno (negativo) y la inmi gración.
La inmi gración depende de la perspectiva de encontrar un trabajo, aunque sea mileurista.
La perspectiva de encontrar un trabajo depende de la marcha de la economía española.
La marcha de la economía española depende del ritmo de la impresora escupiendo billetes y, en menor medida, de sectores tradicionales como el turismo y la industria de la automoción.
El ritmo de la impresora escupiendo billetes depende del miedo, cada vez mayor, que tengan los krauts a la inflación y a la montaña de deuda.
La industria del turismo y la automoción dependen de las decisiones políticas de nuestros superiores, que ya han decretado que no son actividades ecoresilientes y fomentan el clima cambiático.
Y, aunque a nosotros nos parezca muy importante, la burbuja del ladrillo española, en términos globales, es una burbujita.
Cuando explote la burbuja yanqui, otras van a seguir. Es lo que, en términos militares, se llama "explosión por simpatía".
