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Espionaje inmobiliario por internet
El responsable de una agencia aprovecha su trabajo como informático para sustraer información de los ordenadores de otra empresa
La Policía Nacional detuvo días atrás al responsable de una agencia inmobiliaria avilesina por un presunto delito de vulneración de la ley de protección de datos. El hombre, supuestamente, manipuló el ordenador de otra empresa que también se dedica a la venta y alquiler de pisos. El denunciado trabajaba como informático para la agencia afectada. El pasado mes de enero introdujo en uno de los ordenadores un control remoto que hacía que se conectara en red con el sistema de su propia agencia, por lo que, cada vez que entraba una nueva ficha de una casa, el acusado se enteraba de inmediato.
T. CEMBRANOS
Los casos de espionaje parecen algo lejano, que suena, casi, a la guerra fría. Sin embargo, en Avilés, la Policía Nacional ha detenido y puesto a disposición judicial a un hombre, informático y propietario de una agencia inmobiliaria, por espiar a través de internet a otra agencia de la competencia y así conocer sus movimientos de alquileres y venta de pisos. El hecho constituye un delito de revelación de secretos y de vulneración de la ley de protección de datos, según los afectados.
La sospecha de que alguien tenía acceso a toda la información de la inmobiliaria afectada saltó el pasado 21 de febrero. Entonces, una cliente habitual llamó para poner en alquiler un piso de su propiedad. La agencia remitió a todas sus oficinas la nueva situación, como hacen siempre que hay un nuevo encargo. La sorpresa llegó cuando, media hora después de introducir la ficha en el sistema informático, la mujer llamó a la inmobiliaria para decir que otra agencia se había interesado por su piso, cuando no se lo había comentado a nadie más. «Comenzamos a sospechar de que teníamos el ordenador pinchado o que teníamos filtraciones», explicó una persona cercana a la empresa.
Para conocer si la filtración venía de dentro de la propia empresa o saber si tenían «pinchados» los ordenadores, la inmobiliaria introdujo en la lista una oferta ficticia de un piso en alquiler en El Atrio, informando de la maniobra a todos los empleados. En la ficha introdujeron el nombre de la propietaria y el teléfono de una persona de confianza.
El cebo surtió efecto. A la media hora, una persona de la otra agencia llamó al móvil de la supuesta propietaria. Los afectados concertaron entonces una cita con el comercial. Antes de la reunión, el responsable de la inmobiliaria acudió a la Policía Nacional para informar de lo que iban a hacer e interponer denuncia. A la hora acordada, una representante de la agencia demandada acudió al lugar, donde fue detenida por los agentes. Al día siguiente, la Policía también detuvo al propietario de la inmobiliaria, que se declaró culpable.
El hombre arrestado era el encargado, desde hace ocho años, del servicio informático de la inmobiliaria afectada. A finales del año pasado decidió abrir su propia agencia. En enero, el acusado acudió a la central para llevarse uno de los ordenadores con el pretexto de que estaba estropeado. Cuando lo devolvió, había introducido, supuestamente, un control remoto que hacía que se conectara en red con sus propios ordenadores, por lo que conocía cada una de las nuevas operaciones de la agencia denunciante.