Wüstenfuchs
Generalfeldmarschall
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Mientras los republicanos frustran los esfuerzos de Estados Unidos por aprobar 60 mil millones de dólares para Kiev, Europa enfrenta una factura aún mayor. Entonces, ¿qué sigue?
BRUSELAS – Apenas se ha secado la tinta del acuerdo de la UE para enviar 50.000 millones de euros a Ucrania. Ya parece alimento para gallinas.
Con las necesidades financieras del país creciendo día a día a medida que su guerra intratable con Rusia se prolonga hacia su tercer año, Occidente (y Europa en particular) se enfrenta a la incómoda verdad de que se verá en peligro por mucho más.
La UE pensó que al menos podía confiar en que Estados Unidos hiciera una contribución sustancial para mantener a Ucrania con soporte vital. Pero la incapacidad del presidente Joe Biden para impulsar un paquete de 60 mil millones de dólares de ayuda militar a través del Congreso no sólo deja al país devastado por la guerra en la estacada en este momento, sino que es quizás un presagio de lo que podría traer una presidencia de Donald Trump. Eso simplemente agrava los temores en los círculos de la UE de que el bloque tendrá que asumir la mayor parte de los costos de Kiev.
Si bien los 50.000 millones de euros de la UE están destinados a desplegarse durante el período hasta 2027, el Fondo Monetario Internacional sitúa el déficit de financiación de Ucrania en más de 40.000 millones de dólares sólo este año.
Para Kiev, uno de los mayores riesgos es que un déficit de ayuda probablemente lo presione por la senda inflacionaria de imprimir importantes sumas de dinero nuevo.
Dirección correcta
El acuerdo de la UE de la semana pasada, en el segundo intento después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, bloqueara el acuerdo en diciembre, fue celebrado como un respaldo, eventualmente, al compromiso del bloque con su vecino. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo elogió como “lo que significa apoyar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”.
El alivio de los líderes tras la cumbre de Bruselas fue palpable. Pero los funcionarios reconocen que nadie está descorchando champán. No es más que un “paso en la dirección correcta”, dijo a POLITICO Gabrielius Landsbergis, ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, que limita con el enclave ruso de Kaliningrado.
Los 50.000 millones de euros de la UE provienen de su presupuesto central, y si bien eso apenas marca los 1,074 billones de euros que el bloque tiene en sus arcas durante un período de siete años, encontrar dinero sobrante en un fondo destinado a todo, desde subsidiar a los agricultores hasta construir caminos, es notoriamente difícil.
"Todo el mundo se da cuenta de que 50.000 millones de euros no son suficientes", afirmó Johan Van Overtveldt, un conservador belga que preside el Comité de Presupuesto del Parlamento Europeo. "Europa se da cuenta de que necesita intensificar sus esfuerzos". Y con esto se refiere a encontrar dinero de otra parte.
Las estimaciones del Banco Mundial sitúan las necesidades de reconstrucción a largo plazo de Ucrania en 411.000 millones de dólares.
La historia está mirando
El martes, Biden culpó a Trump por el fracaso de un proyecto de ley bipartidista que incluye el efectivo para Ucrania, en medio de acusaciones de que los republicanos estaban cediendo a las presiones del expresidente.
“La historia está observando”, dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca el martes. Es "justo lo que quiere [el presidente ruso Vladimir] pilinguin".
Biden añadió que Trump, el favorito para la nominación republicana para las elecciones estadounidenses de este año, “no había hecho nada más que acercarse a los republicanos en la Cámara y el Senado y amenazarlos y tratar de intimidarlos para que votaran en contra de esta propuesta”.
Si bien la legislación, que incluye leyes de inmi gración más estrictas y financiación para Israel y Taiwán, aún no se ha hundido por completo (la primera votación está prevista para el miércoles), todo indica que fracasará. Es probable que haya sido la última oportunidad para que la administración Biden apruebe la financiación para Kiev antes de que Estados Unidos vaya a las urnas en noviembre.
“2025 es muy inseguro para Ucrania”, dijo Svitlana Taran, del centro de estudios del Centro de Política Europea en Bruselas. “Especialmente con las elecciones estadounidenses” si resultan en una victoria de Trump.
Autosuficiente
De vuelta en Bruselas y en las capitales nacionales más importantes de Europa, ahora se piensa en formas alternativas de conseguir dinero. Se reconoce que en algún momento Kiev tendrá que aprender a valerse por sí solo, dijo Matteo Patrone, un alto funcionario que trabaja en Ucrania para el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), un prestamista público.
"Ucrania necesita volverse más autosostenible en el futuro, ya que no puede seguir financiando la mitad de su presupuesto mediante financiación externa", afirmó.
Un plan para recaudar efectivo, que están explorando Estados Unidos y otros países, es confiscar activos por valor de más de 200 mil millones de euros que fueron congelados principalmente en la UE desde la oleada turística de pilinguin.
Según sus partidarios, esta ruta ofrecería garantías a largo plazo a Ucrania porque, a diferencia de las contribuciones del presupuesto de la UE, no requiere unanimidad entre los 27 países del bloque para seguir adelante.
Pero está plagado de dificultades. Los tres países más grandes del bloque (Alemania, Francia e Italia) ya se oponen a ella porque les preocupan las consecuencias legales y financieras, incluido el miedo a los inversores de la eurozona, y que incitaría a pilinguin a tomar represalias con ataques cibernéticos .
El grupo de naciones industrializadas del G7 está considerando una propuesta más suave para utilizar estos activos como garantía para préstamos bancarios que puedan financiar la reconstrucción de Ucrania, según funcionarios involucrados en el proceso.
El legislador belga Van Overtveldt apoya este plan. Permitiría a la UE entregar inmediatamente dinero fresco a Ucrania, sin desviar recursos de las prioridades internas, dijo.
Si este plan dio frutos “entonces la realidad es que el ejército ucraniano está disparando al ejército ruso con municiones que en realidad está pagando el señor pilinguin”, dijo.
Caos financiero
Kiev depende de préstamos y subvenciones occidentales para cubrir gastos sociales esenciales, como los salarios de los funcionarios públicos y de los trabajadores médicos y educativos.
Bruselas y Washington han sido los mayores patrocinadores financieros de Ucrania, entregando cada uno 27.500 y 22.900 millones de euros entre el inicio de la oleada turística del Kremlin el 24 de febrero de 2022 y finales del año pasado.
Este año, la financiación prevista parece suficiente. Pero la cantidad que la UE dará a Ucrania de aquí a 2027 podría disminuir anualmente.
Los organismos financieros internacionales dieron la alarma de que un cese del apoyo occidental a Ucrania significaría un desastre para el país devastado por la guerra.
Odile Renaud-Basso, directora del BERD, dijo que había “un riesgo real” de que el desmoronamiento del apoyo extranjero a Kiev pudiera resultar en un aumento vertiginoso de la inflación.
Gavin Gray, jefe de la misión del FMI en Ucrania, ha advertido repetidamente a los aliados occidentales que desconectarse de Ucrania desencadenaría un caos financiero.
Pero la política europea es difícil. El comisario de presupuesto de la UE, Johannes Hahn, dijo a los periodistas en diciembre que "la mayoría de los estados miembros también fueron muy claros en diferentes discusiones que" acuerdos para financiar a Ucrania que no estuvieran acompañados de acuerdos sobre el gasto europeo en otras áreas "tampoco serían aceptables". "
Durante las negociaciones de diciembre, los jefes de gobierno, incluidos los líderes francés e italiano, Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, insistieron en que el apoyo a Ucrania no podía separarse de la financiación adicional para prioridades internas como la migración, según varios funcionarios de la UE.
La política es confusa y plagada de dificultades, ya sea que Trump termine en la Casa Blanca el próximo año o no.
Esas tensiones reabrirán la brecha más grande de todas en la UE: entre quienes sostienen que Rusia debe ser derrotada y quienes quieren poner fin a la guerra, incluso sin una victoria ucraniana. Por ahora, este último bando es poco más que un susurro en los pasillos del poder, pero sus voces se harán más fuertes a medida que aumenten los proyectos de ley.
www.politico.eu
BRUSELAS – Apenas se ha secado la tinta del acuerdo de la UE para enviar 50.000 millones de euros a Ucrania. Ya parece alimento para gallinas.
Con las necesidades financieras del país creciendo día a día a medida que su guerra intratable con Rusia se prolonga hacia su tercer año, Occidente (y Europa en particular) se enfrenta a la incómoda verdad de que se verá en peligro por mucho más.
La UE pensó que al menos podía confiar en que Estados Unidos hiciera una contribución sustancial para mantener a Ucrania con soporte vital. Pero la incapacidad del presidente Joe Biden para impulsar un paquete de 60 mil millones de dólares de ayuda militar a través del Congreso no sólo deja al país devastado por la guerra en la estacada en este momento, sino que es quizás un presagio de lo que podría traer una presidencia de Donald Trump. Eso simplemente agrava los temores en los círculos de la UE de que el bloque tendrá que asumir la mayor parte de los costos de Kiev.
Si bien los 50.000 millones de euros de la UE están destinados a desplegarse durante el período hasta 2027, el Fondo Monetario Internacional sitúa el déficit de financiación de Ucrania en más de 40.000 millones de dólares sólo este año.
Para Kiev, uno de los mayores riesgos es que un déficit de ayuda probablemente lo presione por la senda inflacionaria de imprimir importantes sumas de dinero nuevo.
Dirección correcta
El acuerdo de la UE de la semana pasada, en el segundo intento después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, bloqueara el acuerdo en diciembre, fue celebrado como un respaldo, eventualmente, al compromiso del bloque con su vecino. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo elogió como “lo que significa apoyar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”.
El alivio de los líderes tras la cumbre de Bruselas fue palpable. Pero los funcionarios reconocen que nadie está descorchando champán. No es más que un “paso en la dirección correcta”, dijo a POLITICO Gabrielius Landsbergis, ministro de Relaciones Exteriores de Lituania, que limita con el enclave ruso de Kaliningrado.
Los 50.000 millones de euros de la UE provienen de su presupuesto central, y si bien eso apenas marca los 1,074 billones de euros que el bloque tiene en sus arcas durante un período de siete años, encontrar dinero sobrante en un fondo destinado a todo, desde subsidiar a los agricultores hasta construir caminos, es notoriamente difícil.
"Todo el mundo se da cuenta de que 50.000 millones de euros no son suficientes", afirmó Johan Van Overtveldt, un conservador belga que preside el Comité de Presupuesto del Parlamento Europeo. "Europa se da cuenta de que necesita intensificar sus esfuerzos". Y con esto se refiere a encontrar dinero de otra parte.
Las estimaciones del Banco Mundial sitúan las necesidades de reconstrucción a largo plazo de Ucrania en 411.000 millones de dólares.
La historia está mirando
El martes, Biden culpó a Trump por el fracaso de un proyecto de ley bipartidista que incluye el efectivo para Ucrania, en medio de acusaciones de que los republicanos estaban cediendo a las presiones del expresidente.
“La historia está observando”, dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca el martes. Es "justo lo que quiere [el presidente ruso Vladimir] pilinguin".
Biden añadió que Trump, el favorito para la nominación republicana para las elecciones estadounidenses de este año, “no había hecho nada más que acercarse a los republicanos en la Cámara y el Senado y amenazarlos y tratar de intimidarlos para que votaran en contra de esta propuesta”.
Si bien la legislación, que incluye leyes de inmi gración más estrictas y financiación para Israel y Taiwán, aún no se ha hundido por completo (la primera votación está prevista para el miércoles), todo indica que fracasará. Es probable que haya sido la última oportunidad para que la administración Biden apruebe la financiación para Kiev antes de que Estados Unidos vaya a las urnas en noviembre.
“2025 es muy inseguro para Ucrania”, dijo Svitlana Taran, del centro de estudios del Centro de Política Europea en Bruselas. “Especialmente con las elecciones estadounidenses” si resultan en una victoria de Trump.
Autosuficiente
De vuelta en Bruselas y en las capitales nacionales más importantes de Europa, ahora se piensa en formas alternativas de conseguir dinero. Se reconoce que en algún momento Kiev tendrá que aprender a valerse por sí solo, dijo Matteo Patrone, un alto funcionario que trabaja en Ucrania para el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), un prestamista público.
"Ucrania necesita volverse más autosostenible en el futuro, ya que no puede seguir financiando la mitad de su presupuesto mediante financiación externa", afirmó.
Un plan para recaudar efectivo, que están explorando Estados Unidos y otros países, es confiscar activos por valor de más de 200 mil millones de euros que fueron congelados principalmente en la UE desde la oleada turística de pilinguin.
Según sus partidarios, esta ruta ofrecería garantías a largo plazo a Ucrania porque, a diferencia de las contribuciones del presupuesto de la UE, no requiere unanimidad entre los 27 países del bloque para seguir adelante.
Pero está plagado de dificultades. Los tres países más grandes del bloque (Alemania, Francia e Italia) ya se oponen a ella porque les preocupan las consecuencias legales y financieras, incluido el miedo a los inversores de la eurozona, y que incitaría a pilinguin a tomar represalias con ataques cibernéticos .
El grupo de naciones industrializadas del G7 está considerando una propuesta más suave para utilizar estos activos como garantía para préstamos bancarios que puedan financiar la reconstrucción de Ucrania, según funcionarios involucrados en el proceso.
El legislador belga Van Overtveldt apoya este plan. Permitiría a la UE entregar inmediatamente dinero fresco a Ucrania, sin desviar recursos de las prioridades internas, dijo.
Si este plan dio frutos “entonces la realidad es que el ejército ucraniano está disparando al ejército ruso con municiones que en realidad está pagando el señor pilinguin”, dijo.
Caos financiero
Kiev depende de préstamos y subvenciones occidentales para cubrir gastos sociales esenciales, como los salarios de los funcionarios públicos y de los trabajadores médicos y educativos.
Bruselas y Washington han sido los mayores patrocinadores financieros de Ucrania, entregando cada uno 27.500 y 22.900 millones de euros entre el inicio de la oleada turística del Kremlin el 24 de febrero de 2022 y finales del año pasado.
Este año, la financiación prevista parece suficiente. Pero la cantidad que la UE dará a Ucrania de aquí a 2027 podría disminuir anualmente.
Los organismos financieros internacionales dieron la alarma de que un cese del apoyo occidental a Ucrania significaría un desastre para el país devastado por la guerra.
Odile Renaud-Basso, directora del BERD, dijo que había “un riesgo real” de que el desmoronamiento del apoyo extranjero a Kiev pudiera resultar en un aumento vertiginoso de la inflación.
Gavin Gray, jefe de la misión del FMI en Ucrania, ha advertido repetidamente a los aliados occidentales que desconectarse de Ucrania desencadenaría un caos financiero.
Pero la política europea es difícil. El comisario de presupuesto de la UE, Johannes Hahn, dijo a los periodistas en diciembre que "la mayoría de los estados miembros también fueron muy claros en diferentes discusiones que" acuerdos para financiar a Ucrania que no estuvieran acompañados de acuerdos sobre el gasto europeo en otras áreas "tampoco serían aceptables". "
Durante las negociaciones de diciembre, los jefes de gobierno, incluidos los líderes francés e italiano, Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, insistieron en que el apoyo a Ucrania no podía separarse de la financiación adicional para prioridades internas como la migración, según varios funcionarios de la UE.
La política es confusa y plagada de dificultades, ya sea que Trump termine en la Casa Blanca el próximo año o no.
Esas tensiones reabrirán la brecha más grande de todas en la UE: entre quienes sostienen que Rusia debe ser derrotada y quienes quieren poner fin a la guerra, incluso sin una victoria ucraniana. Por ahora, este último bando es poco más que un susurro en los pasillos del poder, pero sus voces se harán más fuertes a medida que aumenten los proyectos de ley.
The EU’s €50B for Ukraine is basically nothing
With Republicans thwarting U.S. efforts to approve $60 billion for Kyiv, Europe faces an even greater bill. So what next?
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