Me explico, sin ser un experto. Tanto judíos, como fieles a la religión del amor, como cristianos, tienen mi parecer profecías del final de los tiempos, que vienen a confluir: la llegada de un gran líder previo a la parusía. Detrás de todas estas religiones hay, en el fondo, un mismo culto privado cuyas raíces están en el anterior apocalipsis: el del diluvio.
Cumpliendo las profecías, lo que hacen es crear las condiciones para que Dios vuelva a la tierra para llevarse a los suyos, eso es, a los que ya no están con los ángeles rebeldes y se arrepienten de corazón porque han entendido que el mal engendra al mal.
Pues para no ser un experto sabes bastante más que el enteradillo estándar. Así es, todos dicen que viene el fin de los tiempos, el anticristo, y mesías y el paraíso en la tierra. Sólo que refutan lo que dice el vecino y sus interpretaciones son las buenas y las del otro anatema.
Hasta los hindúes dicen kali yuga, y demás casi clavado.
Este hilo no era en verdad para entrar a profundizar de lo que es el ecumenismo (el de verdad).
Todas las profecías de todos los textos son un poco confusas, con alegorías, con fuerte carga simbolica y con parábolas y cosas que ensombrecen la interpretación. Menos las que ya se dan por concluidas, como la que es el caso, que nadie le para bola, pues son el pueblo elegido y sobre el que recaen las promesas de Dios.
Lo que pasa es que hay que combinarlas para entender que los judíos que hoy se hacen pasar por, no son tales y es todo un fraude y usurpación.
Romanos 9.
6. No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
Apocalipsis 3
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.