Parece que el sanchismo se enorgullece por ser administrativo de la fin. Empezaron diciendo que el el bichito era un simple resfriado, luego, miran para otro lado con las violaciones grupales y ahora, con su último error dorado aparecen los Ministerios después de las consecuencias y no antes de éstas. Con lo cual, este Gobierno ni es Gobierno ni es Estado. Y mucho menos, es Humanidad.
Lo de Barbate no es más que la naturalidad aceptada de las consecuencias de que las cosas pasen. Y cuando las cosas pasan ya no pasa lo que pasa sino que pasa España.
Este Gobierno es un remake de la fin. Es el uniforme de la fin. Y ojalá fueran la institución de la fin, pero no, todos estamos compartiendo la fin como uniforme y no como Estado. Ya no hay un regreso al futuro sino un regreso a las instituciones porque el Gobierno vuelve a prohibir el futuro cada vez que todos compartimos la fin. Prefiere prohibir el futuro antes que prohibir la fin.
Ni se analizó la gestión del el bichito y actualmente se evita un minuto de silencio para refundar ya no el compañerismo sino el humanismo de las instituciones como la GC.
Este Gobierno no sabe actuar, tapando la fin con Ministerios. No se caen los Ministerios para que se vuelva a levantar la fin.
Y por cierto, fue lamentable los jaleos de la población cuando la GC era embestida en Barbate. Eso es la II República: la fin jaleada mientras el Estado corrupto mira para otro lado. Aquí nadie dimite, nadie analiza. Aquí todos compartimos la fin y no el Falcon. Pocas soluciones veo, mucha fin espero. No estamos compartiendo Estado sino fin. Me niego a ser la clientela de la fin, me niego a ser su subvención.
Lo de Barbate no es más que la naturalidad aceptada de las consecuencias de que las cosas pasen. Y cuando las cosas pasan ya no pasa lo que pasa sino que pasa España.
Este Gobierno es un remake de la fin. Es el uniforme de la fin. Y ojalá fueran la institución de la fin, pero no, todos estamos compartiendo la fin como uniforme y no como Estado. Ya no hay un regreso al futuro sino un regreso a las instituciones porque el Gobierno vuelve a prohibir el futuro cada vez que todos compartimos la fin. Prefiere prohibir el futuro antes que prohibir la fin.
Ni se analizó la gestión del el bichito y actualmente se evita un minuto de silencio para refundar ya no el compañerismo sino el humanismo de las instituciones como la GC.
Este Gobierno no sabe actuar, tapando la fin con Ministerios. No se caen los Ministerios para que se vuelva a levantar la fin.
Y por cierto, fue lamentable los jaleos de la población cuando la GC era embestida en Barbate. Eso es la II República: la fin jaleada mientras el Estado corrupto mira para otro lado. Aquí nadie dimite, nadie analiza. Aquí todos compartimos la fin y no el Falcon. Pocas soluciones veo, mucha fin espero. No estamos compartiendo Estado sino fin. Me niego a ser la clientela de la fin, me niego a ser su subvención.
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