Genocidios del Imperio británico

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Madmaxista
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EL REINADO GENOCIDA DE LA EMPERATRIZ VICTORIA I


Los dominios de Victoria I (1819-1901), reina de Gran Bretaña e Irlanda y emperatriz de la India (entre 1876 y 1901), se extendían a lo largo y a lo ancho de 32 millones de kilómetros cuadrados (130 veces la superficie actual del Reino Unido). Las rebeliones de los países sometidos dentro de tan vasto imperio (Afganistán, Australia, Birmania, Egipto, India, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Sudán, etc.), y los conflictos instigados por Londres, como las dos Guerras del Opio y la Guerra de los Boxers en China, provocaron más de cien millones de muertos en un período de apenas sesenta años (1840-1900).

Como ejemplo irrefutable de la verdadera intención que impulsa a los opresores de la humanidad de todos los tiempos, tenemos el testimonio de un teniente general inglés, sir Charles Napier (1782-1853), que combatió contra Napoleón en Portugal (1810-1812) y que fue el conquistador (1842-1843) y gobernador del Sind (1843-1847), la región ocupada por el delta del río Indo en el actual Pakistán. En su libro History of Sir C. Napier’s Administration of Scinde (Londres, 1847), horrorizado por sus propios crímenes y los cometidos por sus superiores y subordinados, confiesa patéticamente:
«Nuestro objeto al conquistar la India, el objeto de todas nuestras crueldades, no fue otro que el dinero... Se dice que de la India se han obtenido unos mil millones de libras esterlinas en los últimos noventa años (1756-1846). Cada uno de estos chelines se ha extraído de un charco de sangre; se ha limpiado a conciencia y ha ido a parar a los bolsillos de los asesinos. Sin embargo, por mucho que se limpie y se seque el dinero, esa “maldita mancha” no saldrá nunca»

(citado por Edward Rice: El Capitán Richard F. Burton, Ediciones Siruela, Madrid, 1992, p. 106).

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Hambruna de 1943 en Bengala - Wikipedia, la enciclopedia libre

Más de 3 millones de indios muertos por desnutrición. Probablemente en la 2GM murieron más indios por hambre que judíos a manos de los nazis pero como los brits son de los buenos aún no se ha hecho sobre este episodio ni una triste película a la que darle un óscar.

Se calcula que durante todo el dominio británico de la India murieron, solo por hambre, entre 40 y 50 millones de "súbditos" de la reina.
 
No puede ser, Cuak Cuak decía que líderes que declamaban discursos tan emocionantes como los de Kennedy, Churchill u Obama eran incapaces de perpetrar ninguna acción contraria a la ética y la jovenlandesal :pienso:.

Debe de ser un error, el pueblo anglosajón es el único civilizado del globo terráqueo. Los malos son lo alemanes, españoles, rusos y japoneses. Basta de intoxicar :no:.
 
EL EXTERMINIO INDÍGENA EN AMÉRICA DEL NORTE


Si en el siglo XVI los grabados de Theodore de Bry sirvieron para condenar como criminales de guerra a los descubridores y conquistadores españoles, en el siglo XX una nueva técnica de comunicación, el cine, sirvió para darles el título de héroes a los anglosajones que exterminaron a las poblaciones indias de América del Norte.

Cualquier paralelismo que se proponga, o cualquier alusión al recurso fácil de que “todos fueron iguales” no es más que un prejuicio que se encuentra completamente al margen de lo que fue la verdad. Los conquistadores anglosajones, cuya expansión comenzó con un siglo de retraso en comparación con los españoles, dispusieron desde un principio con armas de fuego fiables.

En el siglo XVII, el potente mosquete y la llave de chispa suponen una gran mejora de la que sacan provecho los ingleses. Y, una vez cobrada su independencia, los estadounidenses aniquilan a los indios, gracias a fusiles y revólveres, armamento bastante mejor que el usado por Cortés o Pizarro. Por el contrario, apenas llegaba al 2% el número de conquistadores españoles que podían permitirse el lujo de poseer un rudimentario arcabuz de mecha que precisaba no menos de 5 minutos para cargarlo después de hacer un disparo, y con el que era imposible acertar a más de 100 metros.





LAS TRECE COLONIAS INGLESAS EN NORTE AMÉRICA​


Los conquistadores anglosajones lucharon con una ventaja de 2 a 1 para ocupar América del Norte en 200 años. Los conquistadores españoles sometieron el triple de territorio en cuatro veces menos de tiempo y con una inferioridad numérica de 300 a 1. Los conquistadores anglosajones no crearon nada, simplemente aniquilaron a los indios y sus culturas, para más tarde reocupar sus territorios, a los cuales trasladaron sus formas europeas de vida. Los conquistadores españoles crearon un nuevo mundo mediante la fusión de las culturas europea e indígenas, algo que no se producía (ni se ha producido) desde los tiempos del Imperio romano. Los conquistadores anglosajones usaron sus armas para destruir una forma de vida, y los conquistadores españoles no necesitaron armas para crear una nueva cultura.

Los únicos indios en territorio de los actuales EEUU que no han sido exterminados no deportados y que incluso conservan sus mismas tierras desde hace miles de años son los indios pueblas. La razón de este milagro se encuentra en que sus tierras están en Nuevo México, que fue territorio de la Monarquía española, y por tanto estos indios y sus propiedades estuvieron protegidos por las Leyes de Indias que dictaron los reyes de España. Cuando Nuevo México pasó a formar parte de los EEUU, se hizo con la condición de respetar necesariamente los derechos y libertades de sus habitantes. No es de extrañar que los indios pueblas, en pleno siglo XXI, gusten de lucir en sus fiestas populares la bandera española, y hasta que presuman de pertenecer al linaje de nuestro pueblo.

Las diferencias abismales que hubo entre los conquistadores españoles y sus colegas anglosajones no fueron diferencias causales, o meramente circunstanciales. La diferencia entre las conquistas llevadas a cabo por España y las de Inglaterra son conceptuales, ya que aunque ambos fueron imperios conquistadores, las intenciones que llevaron cada uno marcaron los modos y usos de la misma. Mientras que los españoles buscaban la expansión de unos principios religiosos y culturales, los anglosajones se centraron con auténtico acerbo en la consecución de sus proyectos mercantiles, en los cuales quedaron reflejados los principios filosóficos y teológicos del protestantismo, sobre todo en su versión puritana, en estos proyectos mercantiles.





COLONOS INGLESES HUGONOTES​

La colonización anglosajona, formada para expatriados protestantes que no eran tolerados por los anglicanos en Gran Bretaña, no pretendió formar una cultura mixta en América. Estos colonos del norte trajeron sus costumbres y sus mujeres, por lo que marcaron sus posesiones para diferenciarlas de las de los nativos, a quienes luego expulsarían de sus territorios. Por el contrario, los españoles no formaron una sociedad diferenciada por la raza, puesto que desde España apenas viajaban mujeres hacia América en los primeros tiempos. Por eso, desde un primer momento, los españoles se unieron a las indias (después de bautizarlas) y engendraron un mueblo mestizo.

Para los colonos protestantes, los indios no eran unas almas esperando recibir la Fe, sino unos ingratos pecadores que no habían sabido rentabilizar las tierras y talentos que Dios les había dado. Así Dios, dolorido por tan ingrata actitud, había decidido readjudicarlas a sus fieles hijos anglosajones.

En esta línea de pensamiento el mismo T. Roosvelt afirmaba: “Si se hubieran dejado a los indios, por humanitarismo, sus terrenos de caza, ello hubiera significado abandonar amplios contingentes de tierras a disposición de los salvajes; cosa inconcebible. No quedaba otra alternativa; había que desplazarlos…”

Por su parte, Sheridan se ahorraba tantas explicaciones y lacónicamente sentenció: “Los únicos buenos son los que están muertos.”

Estas creencias religiosas de los protestantes se vieron más tarde reforzadas con las teorías científicas de Darwin. En todo el reino animal existían especies superiores y otras inferiores, estando las primeras destinadas por la ley natural a dominar sobre las segundas, y teniendo en cuenta que la ley natural la había creado Dios. Ello equivalía a afirmar que los blancos protestantes tenían la divina responsabilizar de gobernar sobre especies inferiores y paganas. Estas creencias son la única razón por la que hasta mediados del siglo XX no les han sido reconocidos los derechos civiles a los indígenas de las antiguas colonias anglosajonas de América, Sudáfrica, Australia, etc., e incluso hoy día se les sigue sin reconocer el derecho a sus antiguas propiedades.


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RETRATO DE CHARLES DARWIN​

Los conquistadores anglosajones consiguieron hacer realidad lo que siglos más tarde no pudo Adolf Hitler: exterminar razas enteras, como ocurrió con los indios de América del Norte, o con los de Oceanía, caso este último, bastante más desconocido. En Australia había una población de unos 3 millones de indígenas, cuando llegaron los primeros ingleses con James Cook. Un siglo después, su población apenas llegaba a los 60.000. El asesinato del aborigen se convirtió en un deporte de cacería que se podía practicar con fusil, con espada y al galope, o bien abriéndose el cráneo a golpe de estribo. Los aborígenes de Tasmania tuvieron peor suerte, pues fueron todos literalmente exterminados mediante el sistema de “Cordón neցro”; una línea de 2.200 soldados cubría todo el ancho de la isla, mientras avanzaba batiendo a los indios, como si estuviesen en un ojeo de perdices.

Estos crímenes no deben entenderse como algo exclusivo de un pasado lejano, pues hasta 1960 era legal y estaba bien visto apartar de sus padres a los niños indígenas para llevarlos a trabajar en tareas domésticas, si eran hembras, o dedicarlos a las labores del campo, si eran varones. Sólo en Australia, en la primera mitad del siglo XX, unos 150.000 niños indígenas “tuvieron la suerte de ser trasladados de la barbarie a la cultura”, y según justificaba un político, “los aborígenes no tienes sentimientos como nosotros. Aunque hacen aspavientos, gritan y lloran, cuando nos llevamos a los niños, enseguida se olvidan y hacen una vida normal”.
 
No puede ser, Cuak Cuak decía que líderes que declamaban discursos tan emocionantes como los de Kennedy, Churchill u Obama eran incapaces de perpetrar ninguna acción contraria a la ética y la jovenlandesal :pienso:.

Yo no dije eso, lo que dije es que los anglos llevaban unas cuantas décadas de ventaja a los europeos continentales en evolución ética y jovenlandesal, y para ello comparé los discursos de Hitler y Mussolini con el de Churchill en el congreso americano... Si no entendéis el concepto "décadas de ventaja", allá vosotros.

Que por cierto, la falta de comprensión lectora que demostráis en este hilo es de traca, resulta que el artículo que abre el hilo va sobre las matanzas perpetradas por el ejército japonés al retirarse de Filipinas, y se las atribuís al imperio británico... :XX:

Nivelazo en este foro, como siempre...
 
Yo no dije eso, lo que dije es que los anglos llevaban unas cuantas décadas de ventaja a los europeos continentales en evolución ética y jovenlandesal, y para ello comparé los discursos de Hitler y Mussolini con el de Churchill en el congreso americano... Si no entendéis el concepto "décadas de ventaja", allá vosotros.

Que por cierto, la falta de comprensión lectora que demostráis en este hilo es de traca, resulta que el artículo que abre el hilo va sobre las matanzas perpetradas por el ejército japonés al retirarse de Filipinas, y se las atribuís al imperio británico... :XX:

Nivelazo en este foro, como siempre...
Hombre, si por tal entendemos a la pura y simple hipocresía...
 
LA "GUERRA de color" EN TASMANIA

Esta expresión no alude a ninguna guerra, sino a la agresión cometida en Tasmania a comienzos del siglo XIX, por los invasores británicos, en agravio de la población aborigen, para adueñarse de su territorio. Este genocidio fue promovido y recompensado económicamente, por el gobierno británico.

Ya en 1772, con el arribo de los primeros colonos europeos, los tasmanos fueron convertidos en esclavos, tomados como fuente de placer sensual, fueron torturados y mutilados por los colonos invasores. Los colonos ingleses les daban caza y las vendían sus pieles, a cambio de una recompensa otorgada por el gobierno. Los hombres eran asesinados; a las mujeres se las dejaba marchar con las cabezas de sus esposos atadas alrededor del cuello. Los hombres que no morían de esa manera eran castrados, los niños morían golpeados y apaleados.





ISLA DE TASMANIA (AUSTRALIA)​

El inicio de la colonización británica en Tasmania, ocurrió en 1803, cuando los colonos británicos fundaron una colonia penal en la isla. Más tarde, en Diciembre de 1826, aparece en el diario Colonial Times, un artículo intitulado "Tasmanian advertiser", en el cual su autor escribía a la letra:

"Lo decimos inequivocadamente LA DEFENSA PROPIA ES LA PRIMERA LEY DE LA NATURALEZA. EL GOBIERNO TIENE QUE RETIRAR A LOS NATIVOS -- SI NO, ¡SERÁN CAZADOS COMO ANIMALES SALVAJES Y DESTRUIDOS!"

Posteriormente, en 1828, el colono Gobernador de Tasmania, George Arthur, lanzó una proclamación por la cual expulsaba a los aborígenes de todos los territorios ocupados por los invasores ingleses. Los autorizaba tan sólo a atravesarlos una vez al año para dirigirse a pescar a las costas, y siempre y cuando que portaran un pasaporte expedido ex profeso por los colonos.

En 1828, el mismo George Arthur declaró la ley marcial. El texto empezaba con la declaración siguiente:

"Comoquiera que los neցros o aborígenes nativos de esta isla durante un tiempo considerable han realizado una serie de ataques indiscriminados contra las personas y propiedades diversas de los súbditos de Su Majestad: y últimamente en especial han cometido los actos más crueles y sanguinarios de violencia y pillaje; mostrando una evidente y sistemática disposición para apiolar y destruir a los habitantes blancos de forma indiscriminada siempre que se les presenta la oportunidad(...)".

Consecuentemente, el Gobernador inglés dispuso que se convocaran "partidas de exploración", que tendrían la función de patrullar los asentamientos coloniales y capturar a los aborígenes que encontraran. Asimismo, las autorizó a estas patrullas a abrir fuego contra todo aborigen que se resistiera.


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ABORÍGENES DE AUNTRALIA​

En febrero de 1830 el gobierno inglés ofreció una recompensa de 5£ por cada adulto aborigen y 2£ por cada niño capturados vivos. El 20 de agosto de 1830 el gobernador Arthur aclaró que la recompensa sólo era por los aborígenes atrapados en flagrante agresión de los asentamientos coloniales y que los colonos y convictos que capturaran nativos inofensivos en las partes más alejadas y descolonizadas del territorio, no serían recompensados.

En 1830, el gobernador Arthur convocó a todos los "colonos" adultos y capaces, convictos o libres, para que formaran una cadena humana, que posteriormente se le conoció como la "línea de color" para batir Tasmania. Al igual que en una partida de caza, los colonos invasores registraron las zonas colonizadas, dirigiéndose al sur y hacia el este durante varias semanas, intentando acorralar a los aborígenes en la península de Tasman, cerrando Eaglehawk Neck, el istmo que conectaba la península de Tasman con el resto de la isla de Tasmania. Arthur pretendía con esto, concentrar a los aborígenes en la península para que mantuvieran su cultura y lenguaje y permanecieran separados de los colonos.

Con estas medidas, en 1830, el número de aborígenes tasmanos se había reducido de unos 5.000, a tan sólo 220. Pero los invasores produjeron este genocidio no sólo por el uso de las armas, sino por las enfermedades que tras*mitieron a los nativos. Los nativos carecían de defensas biológicas para resistir a estas enfermedades desconocidas, las cuales les provocaron devastadoras epidemias.

Los sobrevivientes a este exterminio, fueron instalados por los invasores ingleses, a viva fuerza, en las islas del Estrecho de Basss, a un campamento de la isla Flinders. En el año 1847 los últimos 47 sobrevivientes de Wybalenna fueron trasladados a Oyster Cove, al sur de Hobart, en el sur-ese de la isla de Tasmania.

El último sobreviviente nativo de este exterminio fue una mujer: se llamaba Truganini o Trugernanner, y murió en 1876. Entonces el genocidio, como señala John N. Gray, se dio por concluido.


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Cuadro que describe la «Proclamación del Gobernador por Thomas Davey» pintado en la Tierra de Van Diemen alrededor de 1830 en tiempos del Gobernador George Arthur. Clavada en los árboles la proclamación en cuadros fue diseñada para demostrar que los colonizadores y los aborígenes eran iguales ante la ley y describía una política de amistad y de justicia equitativa que no existían en el momento álgido de la Guerra de color.​


El gobierno inglés jamás pidió perdón por este genocidio. En cuanto a los invasores ingleses: no solamente nunca fueron castigados por sus crímenes, sino que se establecieron, hasta hoy, como dueños absolutos del territorio usurpado a sus víctimas. La Organización de las Naciones Unidas se muestra indiferente ante este genocidio histórico.
 
LA INQUISICIÓN INGLESA


La historia de la Inquisición anglosajona conoce dos etapas diametralmente opuestas. La primera de ellas abarca los 300 años que trascurren entre el siglo XIII y el XVI: es la época de la Inquisición católica. De esta época el hecho más destacable y conocido es el vergonzoso asesinato en la hoguera de la joven francesa Juana de Arco, acusada de hereje. Aquel proceso, amparado en la religión, consiguió el objetivo político de acabar con una adolescente que carecía de noble abolengo, pero quien había conseguido vencer a los ingleses en el campo de batalla. Tiempo después, el Papa declararía nulo el juicio e inocente a Juana de Arco. Aunque Juana ya había sido ejecutada.

En el primer tercio del siglo XVI esta Inquisición católica inglesa se tras*forma prácticamente de la noche a la mañana en la Inquisición anglicana, a partir de la ruptura con el Papa y la declaración de Enrique VIII como cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

Todo comienza cuando en 1533 Enrique VIII se desentiende de la unidad con Roma como respuesta a la negativa papal a concederle el divorcio de Catalina de Aragón, para casarse con su concubina Ana Bolena. Ante esta ruptura con la Iglesia, el Papa responde con la excomunión. En esta tesitura el monarca inglés sostiene que el Papa no tiene competencia para excomulgarle, pues el verdadero Papa es él mismo. Para que no quedase duda de ello, convocó al Parlamento a fin de que oficialmente lo declarase jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra. Una vez aprobada tal declaración, que contravenía la Carta Magna, se consideró como ley fundamental. Por tanto, para reforzar el rango que se concedía o reconocía al rey de Inglaterra, el Parlamento redactó el Acta de Supremacía. Este documento obligaba a que todo inglés admitiera al rey como su suprema autoridad religiosa.


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ENRIQUE VIII​

Tal grado de sumisión de la Iglesia al Estado, y (de forma jovenlandesal) de toda la sociedad al monarca, sigue siendo una realidad constitucional en pleno siglo XXI. Es como, por ejemplo, si en la Constitución española, se escribiese que el rey es también el papa o patriarca de la Iglesia española. Pues eso mismo sigue siendo una anacrónica realidad en un país que nadie duda en llamar moderno, y que en el que su reina, a la vez jefa de Estado, es también cabeza de la Iglesia anglicana.

Una vez aprobada el Acta de Supremacía por el rey Enrique VIII, fundador de la Iglesia anglicana, se decretó que todo el pueblo de Inglaterra había de jurarla, so pena de fin. La sentencia se fue ejecutando, sin piedad alguna, con todos aquellos que valoraban su derecho a la libertad y dignidad por encima de su propia vida. Así, nada más redactarse el acta, el obispo John Fisher, 18 religioso cartujos y algunos sacerdotes son ejecutados. Meses más tarde, les siguen 500 frailes, 12 duques y condes, 13 abades, 174 nobles, 18 obispos, 2 arzobispos, e incluso el que hasta hacía poco había sido Lord canciller del Reino y máximo dirigente del gobierno: Sir Tomas jovenlandés. Así, decenas de miles de súbditos, que Vittorio Messori llega a cifrar en más de 72.000 víctimas.

A Enrique VIII le sucedió su hija María Tudor, nacida de su matrimonio con Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos). Con ella vuelve el catolicismo a Inglaterra y un periodo de relativa paz, aunque marcado por un grado de revanchismo contra la etapa anterior. María Tudor murió sin engendrar descendencia de su marido Felipe II de España, quien, por cierto, fue el último rey consorte de Inglaterra, ya que el resto de esposos de reinas inglesas han ostentado tal categoría, como es el caso del cónyuge de Isabel II, que es duque y no rey. Ante la ausencia de heredero directo de María, la sucedió su hermanastra Isabel, hija de Enrique VIII y Ana Bolena.

Isabel I ha sido la figura clave y más trascendente en la historia de Inglaterra, y al mismo tiempo la más compleja. Fue clave porque tuvo la determinación necesaria para iniciar la cerrare que convertiría, tiempo más tarde, a Inglaterra en una de las primeras potencias mundiales. Isabel fue también una personalidad de una enorme complejidad que gustaba de adornarse ante sus súbditos de una ternura y sensibilidad casi mística, haciéndose verdaderamente adorable, mientras en la intimidad desataba su lujuria y crimen.


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ISABEL I​

Fue Isabel la reina que concedió numerosas “patentes de corso”, que eran una especie de licencias pata convertir un oficio deplorable como era la piratería en su servicio útil al pueblo inglés. Así, contó con una armada formada por piratas “por cuenta ajena”. Por tanto, asaltar los buques españoles, asesinar a su tripulación y robar su mercancía ya no era un execrable crimen, sino que era una forma de servir a Dios y a su sagrado pueblo anglicano, puesto que se limpiaba el mar de católicos españoles. Además, esta práctica ayudaba a sanear las finanzas de Inglaterra, que era, casualmente también, la nación predilecta de Dios según la nueva religión.

Durante el reinado de Isabel se termina de afianzar y dar forma a la religión anglicana. Su nuevo Credo, constituido por los “42 artículos”, se denomina Acta de uniformidad. Estos artículos, literalmente calcados del calvinismo, venían a condensar la esencia del anglicanismo, por lo que se hizo obligatorio su juramento, al menos si se quería seguir conservando bienes y vida. También se hizo obligatoria la asistencia a los servicios religiosos protestante (en cambio, la Inquisición española jamás obligó a nadie a ir a misa). La crueldad y la tremenda represión religiosa de este reinado queda bien patente en un extraordinario libro: Tolerance and intolerance in the European reformation 1520-1565. Fue editado en 1996 por la Universidad de Cambrige, y cifra en unas 150.000 víctimas la represión religiosa en esta etapa.

Pocos años después, muerta Isabel sin dejar descendencia, vemos en el trono de Inglaterra a Carlos I, también anglicano, pero casado con una católica francesa, lo que sin duda influyó para crear cierto clima de menor represión. Sin embargo, andaba en marcha una profunda corriente de cambio en el país que conduciría al auge político de la burguesía. Esta clase social, cada vez más pujante, aspiraba a adjudicarse mayores cotas de protagonismo en todos los órdenes, sobre todo en los que quedaban hasta entonces reservados a la vieja aristocracia.

En primer lugar, la burguesía proponía un sistema económico librecambista frente al antiguo proteccionismo de aranceles y monopolios estatales; en segundo lugar, no concebían otro sistema político que no fuese el parlamentario con representación directa de la propia burguesía. En tercer lugar, y como particularidad de la incipiente burguesía inglesa, profesaba la religión puritana, que era una mezcolanza entre un calvinismo a la inglesa (caracterizado por una inusitada austeridad litúrgica plagada de formalismo y apariencias) y una concepción económica enfocada a garantizar su vocación de predominio. El líder de los puritanos era Oliver Cromwell, quien encabezó las revueltas que acabaron en la Guerra Civil de 1642. Esta guerra fue aprovechada para silenciar nuevas persecuciones contra los católicos, más duras todavía que las habían tenido que soportar hasta entonces.


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OLIVER CROMWELL​

La Guerra Civil acabó con la victoria de Cromwell, y el rey Carlos I se quedó primero sin corona y meses después también sin cabeza. En su lugar, Cromwell se erigió en presidente de la República, una república un tanto singular: no había elecciones y él era presidente vitalicio. En esta época comienza buena parte de la problemática en Irlanda, pues su población en masa se había negado a abandonar el catolicismo, y Cromwell (creyéndose el brazo ejecutor de un castigo divino) organizó lo que se conoce como “el baño de sangre de Drogheda”, en el que buena parte de la población fue aniquilada, y al resto de los irlandeses que quedó con vida se les quitó el derecho a la propiedad y a sus libertades civiles. Todas esas propiedades pasaron a manos de ingleses protestantes de reconocida “piedad” puritana. A los irlandeses católicos no se les reintegraron sus derechos civiles hasta 1913, poco antes de que se permitiera a Irlanda declarar su independencia.

Muerto Cromwell, Inglaterra anhelaba la vuelta a la monarquía y la paz. Para lograr estos objetivos retornaron al trono los Estuardo en la persona de Jaime II, legítimo sucesor del decapitado Carlos I. Pero este rey también duró poco. Su error no fue otro que tratar de poner fin a las persecuciones contra los católicos, lo que le acarreó la corona y el destierro definitivo de la dinastía de los Estuardo. La nueva familia real, fie y probada defensora de los postulados protestantes, comenzó con Guillermo III de Orange, quien promulgó un nuevo y más duro código penal con especial énfasis en los delitos de carácter religioso.


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GUILLERMO III DE ORANGE​

La inquisición inglesa con el tiempo se fue suavizando. Sin embargo, las trabas contra la libertad religiosa han perdurado hasta el siglo XX, cuando, por ejemplo, para graduarse en Oxford había que jurar los artículos de fe anglicana. El número de prohibiciones y obstáculos para los no anglicanos ha incluido la imposibilidad de acceso a determinados cargos públicos. Durante los últimos siglos ningún católicos ha sido nombrado Primer Ministro, responsabilidad que depende del monarca inglés y que no requiere del voto del Parlamento.

---------- Post added 17-dic-2013 at 16:23 ----------

EL EXPOLIO Y LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS


El destierro de los judíos en Inglaterra comienza cuando el rey Juan I, también necesitado de dinero, no tuvo mejor ocurrencia que detener a un acaudalado judío de Bristol y venderle su libertad a cambio de 10.000 marcos. La negativa inicial de este pobre hombre a pagar al extorsión duró tanto como la valoración que tenía de su propia dentadura, pues el rey comenzó a arrancarle un diente por cada día que se retrasase en la “compra de su libertad”. A la sexta mañana la cantidad ya estaba abonada.

Este rey es recordado en Inglaterra con admiración, en las facultades de Derecho del mundo es estudiado como ejemplo de defensa de libertades, por ser el que redactó la Carta Magna, pero en lo que respecta a sus abyectos sistemas de tesorería apenas se dice algo.


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JUAN I DE INGLATERRA​

Vistos los buenos resultados, las sucesivas necesidades de liquidez de la Corona fueron provistas de fondos con el mismo sistema, hasta que en 1290 Eduardo I acabó por expulsar a cuantos judíos quedaban en Inglaterra, unos 16.000. Por supuesto, habiéndoles quitado previamente cuanto tenían. Este rey les prometió hacerse cargo de su traslado hasta Jerusalén, hecho que les debió tranquilizar e ilusionar bastante, aunque por poco tiempo, pues nada más salir las naves a alta mar, los judíos fueron echados por la borda entre las risotadas de la marinería que les gritaba: “¡Llamad a Moisés para que venga a recogeros!”.
 
Genocidios del Imperio británico

La masacre de españoles en la liberación de Manila

el Tribunal internacional de Tokio acababa de hacer público un informe de 135 páginas «sobre las atrocidades japonesas» cometidas durante la ocupación de Filipinas, entre 1941 y 1945, que miles de españoles sufrieron en sus propias carnes.

Durante la retirada, las tropas japonesas, huyendo del ejército estadounidense –«volveré», había prometido cuatro años atrás el general MacArthur–, prefirieron incendiar la ciudad indefensa y acabar con la vida de cuantos más ciudadanos y militares les fuera posible, en un cruel y desesperado intento por evitar que los supervivientes contaran su derrota. Se contabilizaron más de 100.000 muertos, de los cuales, más de 70.000 fueron deliberadamente ejecutados por los soldados japoneses.

«Cuando perdieron todo se complicó y el trato a la población se volvió violento. Sus víctimas fueron tanto filipinos, como chinos alemanes, suizos o españoles. No podían tolerar que el resto del mundo se enterase de su humillación, así que se negaron a abandonar el país por las buenas y se produjo una matanza indiscriminada», contaba la escritora Carmen Güell, autora de «La última de Filipinas», el libro en el que relata, en primera persona, el testimonio de Elena Lizarraga, una de las supervivientes de origen español que sufrió las consecuencias del salvajismo nipón.

En pocos días, todo el pasado colonial español de Manila, presente en sus edificios históricos, fue arrasado y alrededor de 300 españoles de los 3.000 censados murieron brutalmente asesinados. «Muchos eran terratenientes que se habían quedado en Filipinas después de desaparecer como colonia», puntualizaba Güell.

Que vamos, que ejemplos de brutalidad del imperialismo británico los hay a patadas, pero empezar este hilo con esto y que de los que han posteado ninguno se haya percatado excepto Cuak... tela.

Igual tampoco hacía falta un subforo de historia para este nivel, me parece.
 
Que vamos, que ejemplos de brutalidad del imperialismo británico los hay a patadas, pero empezar este hilo con esto y que de los que han posteado ninguno se haya percatado excepto Cuak... tela.

Igual tampoco hacía falta un subforo de historia para este nivel, me parece.

Ya te digo, el problema de la Historia es que hay que tener tiempo y ganas de leer largo y tendido, y en este foro la gente se caracteriza por no leer una cosa, de modo que entrar en este subforo es llevarte un facepalm tras otro...
 
Joer es que es muy triste. Pero mucho, mucho.

Entrar al hilo sin siquiera leer el primer post... y ya no digo el que encabeza heroicamente el asunto.

Así nos va. Y lo digo completamente en serio, somos un país que no tiene ni fruta idea de historia (ni de otras muchas cosas, ya sé) y tal y como se dice estamos condenados a repetirla una y otra vez.

Que solo hay que leer y entenderlo, y en este caso no son más que 12 o 15 párrafos, manda bemoles.
 
Lo bueno es que todos los que han dado thanks (más de 10 foreros entre el primer y el tercer mensaje) son los supuestos expertos en historia del foro... Y todo por subirse al carro de linchar al pato...:XX:
 
Quiero creer que la mayoría ha thankeado irreflexivamente sin molestarse en leer más allá del título del primer post, porque si no es para matarlos, y han ido dando thanks a lo loco según sus filias y sus fobias sin releer tampoco tu respuesta, cosa muy habitual en Burbuja. De todas formas es bastante triste que pase esto en un subforo dedicado a la historia, supuestamente habitado por gentes algo más reflexivas.

En cuanto al amigo Urban que empieza el asunto... por favor, la próxima vez que hagas un corta y pega lee antes un par de veces el texto y asegúrate que concuerda con lo que quieres exponer.
Por favor.
 
Quiero creer que la mayoría ha thankeado irreflexivamente sin molestarse en leer más allá del título del primer post, porque si no es para matarlos, y han ido dando thanks a lo loco según sus filias y sus fobias sin releer tampoco tu respuesta, cosa muy habitual en Burbuja. De todas formas es bastante triste que pase esto en un subforo dedicado a la historia, supuestamente habitado por gentes algo más reflexivas.

En cuanto al amigo Urban que empieza el asunto... por favor, la próxima vez que hagas un corta y pega lee antes un par de veces el texto y asegúrate que concuerda con lo que quieres exponer.
Por favor.

Pero qué van a leer, si yo he llegado a tomarme la molestia de colgar capturas de pantalla con cuadros de cifras para demostrar mi punto, y ni se molestan en mirarlos. Esperar a que se lean tres líneas seguidas es misión imposible. Y si ya el texto es en inglés, ni te cuento.

Yo creo que voy a dejar de entrar en este subforo, porque me altera mucho ver tanto cretinismo...
 
Joer es que es muy triste. Pero mucho, mucho.

Entrar al hilo sin siquiera leer el primer post... y ya no digo el que encabeza heroicamente el asunto.

Así nos va. Y lo digo completamente en serio, somos un país que no tiene ni fruta idea de historia (ni de otras muchas cosas, ya sé) y tal y como se dice estamos condenados a repetirla una y otra vez.

Que solo hay que leer y entenderlo, y en este caso no son más que 12 o 15 párrafos, manda bemoles.

Tienes toda la razón, quise empezar una charla titulada algo así como "genicidios de Estados liberales descolonizados" pero vi que había ya uno más adelante, entonces quise sustituirlo por este otro nuevo pero ya habían posteado 1 o 2 personas y no pude rectificarlo. Asi que decidí continuar...

---------- Post added 17-dic-2013 at 20:19 ----------

LAS TRES CONQUISTAS Y GENOCIDIOS EN IRLANDA


La conquista de Enrique II

Todo empezó cuando en 1166 un rey de Leinster llamado Diarmuid MacMorrough propuso a un normando formar parte de su reino, fue entonces cuando Enrique II de Inglaterra temiendo que Irlanda se convirtiese en un reino rival decidió invadirla imponiendo el poder de Inglaterra sobre Irlanda que dura hasta día de hoy.

Al invadir Irlanda, Inglaterra decidió imponer sus leyes discriminatorias a los irlandeses. Una de sus primeras leyes racistas, promulgada en 1367, fue el Estatuto de Kilkenny que prohibía el matrimonio entre irlandeses y británicos bajo pena de fin, hablar el gaélico irlandés o adoptar cualquier costumbre irlandesa. Para los británicos los irlandeses no eran seres humanos.

En 1348 la peste de color llego a Irlanda cebándose principalmente con los ingleses ya que vivían juntos en pueblos y ciudades. Los irlandeses vivían en zonas rurales dispersas y eso hizo que la peste no los dañase con el mismo nivel que a los ingleses. Al ocurrir esto el numero de ingleses en Irlanda disminuyó y al aliarse los irlandeses con noruegos y algunos escoceses consiguieron retomar la gran mayoría del territorio irlandés con excepción del Pale que era una pequeña región en la que se encontraba Dublín.


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MAPA DE LA REDUCCIÓN DE TIERRAS EN PROPIEDAD DE LOS CATÓLICOS​


La oleada turística de Enrique VIII y la represión de Elizabeth I

En 1520, cuando Enrique VIII rompió con Roma, esto añadió otra cosa más en contra de los irlandeses (que eran católicos) y decidió conquistar de nuevo Irlanda. Bajo el reinado de la cruel Elizabeth I (1533-1603) Irlanda fue totalmente controlada de nuevo por Inglaterra, Elizabeth I estableció campos de matanzas en Irlanda en los que corrieron baños de sangre de víctimas inocentes. Se estima que 1.5 millones de campesinos irlandeses fueron privados de comida y la mayor parte de sus tierras fueron arrebatadas por los colonos ingleses, mientras ella reinó. Durante este periodo murieron entre 130.000 y 200.000 irlandeses tanto en la guerra y rebeliones, como en los exterminios llevados a cabo por Elizabeth I, como en diversas hambrunas.

En 1601 el rey español Felipe III envió un ejército que desembarco en Kinsale (al sur de la ciudad de Cork) uniéndose al ejército irlandés para luchar contra los ingleses. Aunque en un número los irlandeses y los españoles eran superiores la batalla termino en victoria por parte de los ingleses.

Hacia 1603 la reina Elizabeth I impulso una campaña para colonizar el norte de Irlanda llamada la Plantación de Ulster. Esta era la región más gaélica y la mas irlandesa de las cuatro provincias de Irlanda. Para lograrlo confisco tierras a los irlandeses y se las entrego a colonos protestantes principalmente provenientes de Escocia. En total cerca de 100.000 protestantes se establecieron en Ulster durante este periodo.


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MASACRES Y PERSECUCIONES EN IRLANDA​


La era de Cromwell

Durante las guerras civiles de Inglaterra un grupo de irlandeses que se llamaban los irlandeses confederados se rebelaron contra el domino inglés y hacia 1641 Irlanda estaba principalmente controlada por ellos a excepción de la región de Dublín. Fue entonces cuando Inglaterra se dispuso a conquistar de nuevo Irlanda y envió al sangriento Oliver Cromwell y a su ejército. Durante la conquista de Irlanda llevada a cabo por el fanático Cromwell, los irlandeses volvieron a ser víctimas de nuevas matanzas.

Cromwell como un autentico Hitler de la época escribió frases como estas: "Esto ha complacido a Dios para bendecir nuestros esfuerzos." y "Estoy convencido de que es un juicio honrado de Dios sobre estos desgraciados bárbaros", después de haber asesinado a 3.552 habitantes en la población de Drogheda (cerca del norte de Dublín) en 1649. Las matanzas de Drogheda son uno de los muchos ejemplos de la política de limpiezas étnicas que tuvieron los ingleses en Irlanda durante la conquista de Cromwell, otra fue en Wexford en la que mataron cerca de 2000 ciudadanos. En general esta situación se vivió por toda Irlanda.

Durante sus conquistas muchas de las tierras de la provincia de Ulster que era la que más resistencia había mostrado ante la ocupación inglesa y que tenía las tierras más fértiles, el 41% de las tierras del condado de Antrim, 26% de Down, 34% de Armagh y 38% de Monaghan (tres de ellos forman actualmente parte de Irlanda del Norte) fueron confiscadas y entregadas a mas ingleses o escoceses protestantes. Los terratenientes irlandeses fueron asesinados u obligados a desplazarse al oeste de Irlanda, en concreto a la provincia de Connaught, de ahí la famosa frase de Cromwell: "A Connaught o a la fosa", donde la gran mayoría pasó hambre y murió más adelante.

Un biógrafo de Cromwell etiquetó esta confiscación masiva de tierras irlandesas como una forma de imponer la fe protestante y la ascendencia inglesa en Irlanda, la política británica de colonizar Irlanda con protestantes todavía tiene repercusiones que se sienten hoy en día sobre las calles de Belfast. También es una de las causas de la partición de Irlanda.

Durante la campaña de Cromwell que duro desde 1649 hasta 1652 un tercio de la población de Irlanda fue exterminada. William Petty, un historiador inglés dijo que 660.000 irlandeses fueron asesinados y 20.000 jóvenes irlandeses fueron vendidos como esclavos en las Antillas. Los irlandeses que sobrevivieron fueron forzados a trabajar en el campo y a pagar alquileres por las tierras que les habían sido arrebatadas. Una vez los cultivos empezaron a prosperar, fueron destruidos al ser acusados de competir con los cultivos británicos y por tanto durante el dominio inglés, G.B. se encargo de mantener a Irlanda subdesarrollada y pobre.

Las matanzas de Drogheda fueron justificadas en Londres como una forma de hacer justicia y se inicio otra campaña en contra de los irlandeses.


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BORBANDEO SOBRE DROGHEDA​


En 1688 se inicio la Revolución Gloriosa en la que el rey católico Jaime II fue derrotado por Guillermo de Orange en la batalla del Boyne, en el Condado de Louth, Irlanda. A partir de ese momento los protestantes del norte de Irlanda celebraron año tras año la victoria pasando y haciendo desfiles por las zonas católicas de Ulster.

Con la pérdida del rey Jaime II y la victoria de Guillermo de Orange se implantaron leyes penales en contra de los católicos irlandeses. A partir de ese momento los irlandeses no pudieron comprar tierras ni tener propiedades hasta la ley de emancipación católica de Daniel O'Connell de 1828.

Durante este periodo muchos monasterios, abadías, ciudades y castillos fueron destruidos, los reyes y la nobleza irlandesa se vieron obligados a exiliarse a Europa. Los católicos irlandeses no podían acceder a las universidades o colegios de Irlanda y tenían que irse a estudiar al extranjero. España fue uno de los destinos de emigración irlandesa donde fundaron sus propios colegios y donde algunos nobles irlandeses cobraron importancia en el ejército español.

Actualmente, en Irlanda del Norte, Cromwell es considerado por bastantes unionistas como un héroe y es alabado por los más radicales, mientras que por el otro lado es considerado como uno de los mayores tiranos en la historia de Irlanda y todavía es, a día de hoy, odiado por muchos.


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ESTATUA DE DANIEL O´CONNELL EN DUBLÍN​

Free Ireland: Las 3 Conquistas y las limpiezas etnicas en Irlanda
 
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