IPH_2
Himbersor
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Hola, os presento el primer tema que publico en burbuja.info. No pretendo nada especial, más allá de estrenarme y ver qué pensáis los demás sobre la realidad futura de España.
Ya sé que no es posible conocer el futuro. Sin embargo, viendo la deriva del Estado (que no de la Nación Española) y la estructura demográfica que dicho Estado pretende imponernos en las próximas décadas, creo que algunas consideraciones más o menos razonables sí que se pueden aventurar.
Escribo el tema desde mi perspectiva, por supuesto: varón, blanco, ya no joven, católico y con hijos pequeños. Vamos a ello:
a) Los españoles "autóctonos" cada vez vamos a tener menos hijos. Como ya se ha hablado reiteradamente, no es una cuestión de dinero, aunque el tenerlo escaso no ayuda. Se trata de una cuestión de egoísmo: las mujeres y los hombres no quieren sacrificarse por los hijos. Simplemente, estamos demasiado ocupados intentando conseguir todo eso a lo que pensamos tener derecho: coche, casa, viajes, likes en redes sociales, operaciones estéticas, vacaciones en el extranjero, proyección social, carrera profesional, ese cuerpo, esos abdominales que quiero, etc. Tener hijos "te roba la vida" y "supone renunciar a todos tus sueños". Y nadie quiere renunciar a sus sueños, sin darse cuenta de que son eso, sueños que casi nadie llega a ver cumplidos.
En esta agenda de degradación, buscada y promovida por el poder político, del instinto maternal y de la visión del hombre como proveedor para su familia, realmente estamos casi al final del camino. Al día de la fecha, nadie se compromete: el 70% de las mujeres españolas de treinta y cinco años o menos NO tiene hijos. Y te juegas una denuncia de tu mujer/ pareja/ lo_que_sea en cuanto te descuides. Los datos están ahí, no hace falta buscar mucho para encontrarlos.
Esto es un DESASTRE inimaginable para la sociedad española. La Nación Española (que no el Estado) ha cometido suicidio demográfico y ahora lo vamos a pagar.
b) Habrá mucha más inmi gración, no va a parar. Como consecuencia de lo anterior y para evitar una inversión catastrófica de la pirámide de población que pondría en peligro la existencia del sistema de impuestos (repito, de impuestos, no de pensiones: aquí lo importante es seguir masajeando del bote), el Estado fomentará cada vez más la inmi gración. No solo no la va a controlar, sino que - aún más - va a fomentarla, legal, ilegal, mediopensionista y la que sea. La clase empresarial aliada del poder político ya está en la actualidad berreando cual lechona en día de matanza sobre que 'hacen falta pagapensiones', 'hace falta mano de obra' y 'no podemos mantener las pensiones si no viene más gente de fuera'.
Gran parte de esa inmi gración, de forma buscada e intencionada, está siendo y seguirá siendo fiel a la religión del amora, dado que el islamismo no es una religión, como puede ser el cristianismo, no. El Islam es una forma social, para el de la religión del amor, la religión es una cuestión de Estado, es literalmente lo que da forma a sus países y a sus sociedades. Y nos van a traer esa forma de sociedad aquí en los próximos años.
c) El Islam tendrá un peso muchísimo más relevante en la sociedad española. Cada vez más pagapensiones serán fiel a la religión del amores, y comenzarán incluso a tener cargos públicos, y a intentar imponer su jovenlandesal. No lo pueden evitar, ellos ven su jovenlandesal como algo mucho mejor que la degradación social actual de "salgo de fiesta vestida de fruta" y "salgo a ver a cuántas me ***o". Para ellos, la sociedad española "autóctona" es un conjunto de mandriles encelados y puestos hasta arriba de coca, a la vez que estériles y preocupados de insensateces. Así que nos ven como detritus a eliminar.
A medida que la proporción de fiel a la religión del amores se incremente en la sociedad, sucederá lo que yo llamo "la gran conversión al Islam". De pronto, como en un fenómeno de masas, muchas personas de ascendencia cristiana (pero ya perdida hace tiempo), que hasta el momento no le veían sentido a su vida, y que están hastiadas hasta la náusea del relativismo y la falta de horizontes, verán en el Islam una solidez que desconocían que existiera. Y lo abrazarán entusiasmados: la alternativa que tienen es una sociedad putrefacta y descompuesta, llena de inseguridad jovenlandesal y de vacío existencial. Y quedarse como una minoría sin derechos, claro.
Y con la mayoría fiel a la religión del amora vendrá un cambio social enorme, dado que uno de los elementos fundamentales del Islam es la vigilancia del vecino. Sus sociedades están fundamentadas en vigilar al vecino, dado que la jovenlandesal es una cuestión social, y no se permite que la jovenlandesal se relaje porque ello pone en peligro la cohesión social. En Ramadán se llega al paroxismo de no solo no comer o beber cuando está prohibido, sino en exponerse a que alguien me acuse de haberlo hecho. Dejan en pañales a la Stasi.
Respecto de la minoría no fiel a la religión del amora, debe recordarse además aquí que, para el de la religión del amor, los infieles no tienen condición de seres humanos, sólo son personas con la dignidad de un perro. Es jovenlandesalmente encomiable engañar y mentir al infiel, aplicando la Taqiyya hasta que se consiga controlar la sociedad.
Así, esa mayoría fiel a la religión del amora elegirá cargos públicos fiel a la religión del amores (no conciben hacer otra cosa), cargos que se asegurarán de imponer una jovenlandesal social acorde a su visión de la citada. Y comenzará por las grandes ciudades y pueblos de España, donde cada vez más se concentran en número y poder. Barcelona es el ejemplo perfecto.
d) El Estado pasará a ser abiertamente socialista - comunista. Lo anterior es para el lumpen, para la clase baja. Olvídense de la clase media, eso hace tiempo que en España no existe: o eres de la elite, del "club", o no eres, simplemente.
La clase alta española, la clase funcionarial, política, banquera y empresarial que controla de facto el Estado tiene mucho interés en mantenerse en el poder y en vivir cada vez mejor. Y vaya si lo van a conseguir: el Estado es la estructura que les va a permitir extraer cada vez más recursos de la sociedad.
Para ello, los impuestos no van a bajar, sino que irán subiendo cada vez más dado que así se consolidará el ciclo de control social por parte del Estado: te quito cada vez más - te doy después una paguita - te mantengo atado porque te amenazo con quitarte la paguita pero sin quitarte los impuestos. Es el círculo de control perfecto: jovenlandesalmente tienes el Islam, que te controla a cada paso; y por encima tienes el Estado que te cobra por todo pero que te da una paguita para que puedas vivir trabajando lo mínimo imprescindible (¿os suena a lo que hacen los fiel a la religión del amores en la actualidad? Muchos se pasan el día sin hacer nada porque tienen paguitas varias que les permiten vivir).
Tendremos entonces a una proporción muy alta de la clase baja (repito, no habrá media) viviendo de paguitas del Estado, y una presencia casi testimonial de empresas pequeñas: serán las grandes corporaciones, que tiene generoso respaldo del Estado, las que nos venderán TODO y nos cobrarán por ello (pero será halal, por supuesto).
e) La élite funcionarial, política y empresarial/gran banca vivirá más apartada del común de mártires que ahora (y mucho, mucho mejor que ahora). Repito, con la desaparición de la clase media española, ahora convertida en una clase pobre y vigilada entre sí por la religión islámica, la masa de población será mucho más fácilmente controlable a base de concesiones y paguitas, y expoliable - en lo posible - a base de impuestos y tasas. Los empresarios y banqueros aliados del poder político tendrán garantizados los respectivos oligopolios, sin alternativa ni oposición. La élite funcionarial vivirá de gestionar las políticas extractivas. Y los políticos vivirán de mantener contentos a ambos grupos, y más o menos contento al Islam.
Veremos esa separación (o más bien, la intuiremos porque ni de coña nos dejarán acceder) en zonas especiales con servicios públicos de uso privativo. Me explico: tú pagarás cada vez más impuestos, pero tus servicios públicos serán cada vez peores: peor sanidad, peor educación, PEOR POLICÍA (pero no te preocupes, que tus alegres hermanos fiel a la religión del amores ya te controlan), peor todo. Más colas, más esperas, más tasas.
Sin embargo, esas "zonas especiales" donde vivirá la elite antes mencionada, tendrán todos los servicios PÚBLICOS pagados por todos, pero para ellos exclusivamente: policía exclusiva, sanidad exclusiva, educación exclusiva. Y sí, LA VAS A PAGAR TÚ. A ver para qué te crees que van a ser tus impuestos, ni que fueran para tí.
f) Los cristianos tendremos que contentarnos con vivir en zonas rurales, lejos de las grandes ciudades. Y llegamos al punto en que los cristianos "encajamos" o, más bien, no encajamos: seremos expulsados de las grandes ciudades, dado que o nos convertimos al Islam o habrá cada vez más violencia contra nosotros, incluso alentada y fomentada por el poder político (de la religión del amor). Las parroquias, capillas y propiedades de la Iglesia serán requisadas por el poder político por "motivos de orden público" y entregadas a la mayoría fiel a la religión del amora a fin de que ésta haga uso de las mismas: no olvidemos que ahora el poder comunista usa el Islam como herramienta de control social.
Nos tendremos que convertir al Islam (en mi caso, que esperen sentados...) o marcharnos de las ciudades a vivir a lugares más pequeños y aislados. Total, ya somos a día de hoy (2024) una minoría, así que tampoco habrá un gran cambio en el gran esquema social de las cosas por marcharnos. Y no tendremos derecho a servicios públicos (si los fiel a la religión del amores son mayoría, los funcionarios de bajo nivel también lo serán y, salvo excepciones, seguirán considerándonos seres humanos, pero no personas). Ahora bien, los impuestos a pagarlos, como todo el mundo.
Casi todos los cristianos, salvo una pequeña minoría, renegarán de su fe (o de su apariencia de fe, más bien) y se convertirán. Esto es un enorme motivo de tristeza, pero estoy seguro de que sucederá. Espero no caer en ello yo también.
Todo esto se mantendrá mientras se mantenga la alianza tácita entre el poder comunista - socialista y los líderes fiel a la religión del amores. En el momento en que los últimos, llevados por el desprecio intrínseco que sienten hacia los ateos comunistas, intenten arrebatarles el poder, será el fin de dicho acuerdo. Lo que venga después, creo que ya no lo veré, si llego siquiera al año 2050. Gracias.
Ya sé que no es posible conocer el futuro. Sin embargo, viendo la deriva del Estado (que no de la Nación Española) y la estructura demográfica que dicho Estado pretende imponernos en las próximas décadas, creo que algunas consideraciones más o menos razonables sí que se pueden aventurar.
Escribo el tema desde mi perspectiva, por supuesto: varón, blanco, ya no joven, católico y con hijos pequeños. Vamos a ello:
a) Los españoles "autóctonos" cada vez vamos a tener menos hijos. Como ya se ha hablado reiteradamente, no es una cuestión de dinero, aunque el tenerlo escaso no ayuda. Se trata de una cuestión de egoísmo: las mujeres y los hombres no quieren sacrificarse por los hijos. Simplemente, estamos demasiado ocupados intentando conseguir todo eso a lo que pensamos tener derecho: coche, casa, viajes, likes en redes sociales, operaciones estéticas, vacaciones en el extranjero, proyección social, carrera profesional, ese cuerpo, esos abdominales que quiero, etc. Tener hijos "te roba la vida" y "supone renunciar a todos tus sueños". Y nadie quiere renunciar a sus sueños, sin darse cuenta de que son eso, sueños que casi nadie llega a ver cumplidos.
En esta agenda de degradación, buscada y promovida por el poder político, del instinto maternal y de la visión del hombre como proveedor para su familia, realmente estamos casi al final del camino. Al día de la fecha, nadie se compromete: el 70% de las mujeres españolas de treinta y cinco años o menos NO tiene hijos. Y te juegas una denuncia de tu mujer/ pareja/ lo_que_sea en cuanto te descuides. Los datos están ahí, no hace falta buscar mucho para encontrarlos.
Esto es un DESASTRE inimaginable para la sociedad española. La Nación Española (que no el Estado) ha cometido suicidio demográfico y ahora lo vamos a pagar.
b) Habrá mucha más inmi gración, no va a parar. Como consecuencia de lo anterior y para evitar una inversión catastrófica de la pirámide de población que pondría en peligro la existencia del sistema de impuestos (repito, de impuestos, no de pensiones: aquí lo importante es seguir masajeando del bote), el Estado fomentará cada vez más la inmi gración. No solo no la va a controlar, sino que - aún más - va a fomentarla, legal, ilegal, mediopensionista y la que sea. La clase empresarial aliada del poder político ya está en la actualidad berreando cual lechona en día de matanza sobre que 'hacen falta pagapensiones', 'hace falta mano de obra' y 'no podemos mantener las pensiones si no viene más gente de fuera'.
Gran parte de esa inmi gración, de forma buscada e intencionada, está siendo y seguirá siendo fiel a la religión del amora, dado que el islamismo no es una religión, como puede ser el cristianismo, no. El Islam es una forma social, para el de la religión del amor, la religión es una cuestión de Estado, es literalmente lo que da forma a sus países y a sus sociedades. Y nos van a traer esa forma de sociedad aquí en los próximos años.
c) El Islam tendrá un peso muchísimo más relevante en la sociedad española. Cada vez más pagapensiones serán fiel a la religión del amores, y comenzarán incluso a tener cargos públicos, y a intentar imponer su jovenlandesal. No lo pueden evitar, ellos ven su jovenlandesal como algo mucho mejor que la degradación social actual de "salgo de fiesta vestida de fruta" y "salgo a ver a cuántas me ***o". Para ellos, la sociedad española "autóctona" es un conjunto de mandriles encelados y puestos hasta arriba de coca, a la vez que estériles y preocupados de insensateces. Así que nos ven como detritus a eliminar.
A medida que la proporción de fiel a la religión del amores se incremente en la sociedad, sucederá lo que yo llamo "la gran conversión al Islam". De pronto, como en un fenómeno de masas, muchas personas de ascendencia cristiana (pero ya perdida hace tiempo), que hasta el momento no le veían sentido a su vida, y que están hastiadas hasta la náusea del relativismo y la falta de horizontes, verán en el Islam una solidez que desconocían que existiera. Y lo abrazarán entusiasmados: la alternativa que tienen es una sociedad putrefacta y descompuesta, llena de inseguridad jovenlandesal y de vacío existencial. Y quedarse como una minoría sin derechos, claro.
Y con la mayoría fiel a la religión del amora vendrá un cambio social enorme, dado que uno de los elementos fundamentales del Islam es la vigilancia del vecino. Sus sociedades están fundamentadas en vigilar al vecino, dado que la jovenlandesal es una cuestión social, y no se permite que la jovenlandesal se relaje porque ello pone en peligro la cohesión social. En Ramadán se llega al paroxismo de no solo no comer o beber cuando está prohibido, sino en exponerse a que alguien me acuse de haberlo hecho. Dejan en pañales a la Stasi.
Respecto de la minoría no fiel a la religión del amora, debe recordarse además aquí que, para el de la religión del amor, los infieles no tienen condición de seres humanos, sólo son personas con la dignidad de un perro. Es jovenlandesalmente encomiable engañar y mentir al infiel, aplicando la Taqiyya hasta que se consiga controlar la sociedad.
Así, esa mayoría fiel a la religión del amora elegirá cargos públicos fiel a la religión del amores (no conciben hacer otra cosa), cargos que se asegurarán de imponer una jovenlandesal social acorde a su visión de la citada. Y comenzará por las grandes ciudades y pueblos de España, donde cada vez más se concentran en número y poder. Barcelona es el ejemplo perfecto.
d) El Estado pasará a ser abiertamente socialista - comunista. Lo anterior es para el lumpen, para la clase baja. Olvídense de la clase media, eso hace tiempo que en España no existe: o eres de la elite, del "club", o no eres, simplemente.
La clase alta española, la clase funcionarial, política, banquera y empresarial que controla de facto el Estado tiene mucho interés en mantenerse en el poder y en vivir cada vez mejor. Y vaya si lo van a conseguir: el Estado es la estructura que les va a permitir extraer cada vez más recursos de la sociedad.
Para ello, los impuestos no van a bajar, sino que irán subiendo cada vez más dado que así se consolidará el ciclo de control social por parte del Estado: te quito cada vez más - te doy después una paguita - te mantengo atado porque te amenazo con quitarte la paguita pero sin quitarte los impuestos. Es el círculo de control perfecto: jovenlandesalmente tienes el Islam, que te controla a cada paso; y por encima tienes el Estado que te cobra por todo pero que te da una paguita para que puedas vivir trabajando lo mínimo imprescindible (¿os suena a lo que hacen los fiel a la religión del amores en la actualidad? Muchos se pasan el día sin hacer nada porque tienen paguitas varias que les permiten vivir).
Tendremos entonces a una proporción muy alta de la clase baja (repito, no habrá media) viviendo de paguitas del Estado, y una presencia casi testimonial de empresas pequeñas: serán las grandes corporaciones, que tiene generoso respaldo del Estado, las que nos venderán TODO y nos cobrarán por ello (pero será halal, por supuesto).
e) La élite funcionarial, política y empresarial/gran banca vivirá más apartada del común de mártires que ahora (y mucho, mucho mejor que ahora). Repito, con la desaparición de la clase media española, ahora convertida en una clase pobre y vigilada entre sí por la religión islámica, la masa de población será mucho más fácilmente controlable a base de concesiones y paguitas, y expoliable - en lo posible - a base de impuestos y tasas. Los empresarios y banqueros aliados del poder político tendrán garantizados los respectivos oligopolios, sin alternativa ni oposición. La élite funcionarial vivirá de gestionar las políticas extractivas. Y los políticos vivirán de mantener contentos a ambos grupos, y más o menos contento al Islam.
Veremos esa separación (o más bien, la intuiremos porque ni de coña nos dejarán acceder) en zonas especiales con servicios públicos de uso privativo. Me explico: tú pagarás cada vez más impuestos, pero tus servicios públicos serán cada vez peores: peor sanidad, peor educación, PEOR POLICÍA (pero no te preocupes, que tus alegres hermanos fiel a la religión del amores ya te controlan), peor todo. Más colas, más esperas, más tasas.
Sin embargo, esas "zonas especiales" donde vivirá la elite antes mencionada, tendrán todos los servicios PÚBLICOS pagados por todos, pero para ellos exclusivamente: policía exclusiva, sanidad exclusiva, educación exclusiva. Y sí, LA VAS A PAGAR TÚ. A ver para qué te crees que van a ser tus impuestos, ni que fueran para tí.
f) Los cristianos tendremos que contentarnos con vivir en zonas rurales, lejos de las grandes ciudades. Y llegamos al punto en que los cristianos "encajamos" o, más bien, no encajamos: seremos expulsados de las grandes ciudades, dado que o nos convertimos al Islam o habrá cada vez más violencia contra nosotros, incluso alentada y fomentada por el poder político (de la religión del amor). Las parroquias, capillas y propiedades de la Iglesia serán requisadas por el poder político por "motivos de orden público" y entregadas a la mayoría fiel a la religión del amora a fin de que ésta haga uso de las mismas: no olvidemos que ahora el poder comunista usa el Islam como herramienta de control social.
Nos tendremos que convertir al Islam (en mi caso, que esperen sentados...) o marcharnos de las ciudades a vivir a lugares más pequeños y aislados. Total, ya somos a día de hoy (2024) una minoría, así que tampoco habrá un gran cambio en el gran esquema social de las cosas por marcharnos. Y no tendremos derecho a servicios públicos (si los fiel a la religión del amores son mayoría, los funcionarios de bajo nivel también lo serán y, salvo excepciones, seguirán considerándonos seres humanos, pero no personas). Ahora bien, los impuestos a pagarlos, como todo el mundo.
Casi todos los cristianos, salvo una pequeña minoría, renegarán de su fe (o de su apariencia de fe, más bien) y se convertirán. Esto es un enorme motivo de tristeza, pero estoy seguro de que sucederá. Espero no caer en ello yo también.
Todo esto se mantendrá mientras se mantenga la alianza tácita entre el poder comunista - socialista y los líderes fiel a la religión del amores. En el momento en que los últimos, llevados por el desprecio intrínseco que sienten hacia los ateos comunistas, intenten arrebatarles el poder, será el fin de dicho acuerdo. Lo que venga después, creo que ya no lo veré, si llego siquiera al año 2050. Gracias.
