Y ahora me han puesto al piso de guarros arriba que debe salir de los contactos de la guandoca de una hermana funcionaria de ella que no terminó Derecho, y van de "familia comando" trabajadora, consumidora y alocada XXI, para que me revienten a malos olores, arme una, me ingresen, pierda el físico tan bonito que tengo, el amor a mi sexdoll, ese "temps de L'amour", que tanto repruebo les da, con todo tipo de execrables sobre mí, las de la ley aprendidas, poniendo la sarama en el cuarto de matrimonio, arrastrandome yo a la otra habitación y volviendo, y habiendola quitado a los 5 minutos, con la finalidad de haceme dormir en el cuarto pequeño y hacerme soñar lo que a ellos les de la gana, desde que escribí "el corto". Y al final ¡pierda la juventud que me queda!
Y todo eso asesorados por AZA informáticos que saben cuando desconecto todo. (No está claro si es "mentalista") pero la coca la hacen polvo...