El crédito no llega a las pymes: "Es mal momento" :: Negocios.com.
El crédito no llega a las pymes: "Es mal momento"
* Opiniones (0)
¿Ha servido la ayuda pública a los bancos para dinamizar la economía? La respuesta es no.
E. Gala / C. Ribagorda
La respuesta de los bancos siempre era la misma: el proyecto nos gusta, pero no podemos financiarlo porque no es el momento”. Así recuerda Rafael Casado, ex director general de Terra y fundador de Invertia, sus visitas a entidades financieras nacionales de primer orden en búsqueda de ayuda para poner en marcha su nueva empresa tecnológica. “Nos dirigimos a bancos, instituciones públicas e inversores privados, aunque al final fue el capital riesgo el que apostó por nuestro proyecto”, explica el ex director general de Terra, quien logró finalmente financiación a través de un acuerdo por valor de 1,5 millones de euros con el fondo de capital riesgo Inicap.
Hoy en día, Rafael Casado ha logrado poner en marcha, junto con ex directivos de Ono, Telefónica y Renta 4, un nuevo servicio tecnológico llamado Tooio, una red social a través del móvil que permite, por primera vez, saber dónde están localizados otros usuarios, entre muchas prestaciones. Su caso no es, ni mucho menos, aislado.
Los problemas para obtener financiación están a la orden del día. Los bancos no prestan dinero a la empresas, ni antes de obtener la inyección de liquidez por parte del Gobierno ni después, pese a los planes de financiación para pymes lanzados por el ejecutivo de Zapatero en colaboración con el ICO. Los primeros fondos de la línea extraordinaria de crédito puesta en marcha por el Gobierno por valor de 10.000 millones (5.000 millones aportados por el ICO y otros 5.000 millones por parte de entidades de crédito) parecen ser, tan sólo, una medida de cara a la galería. A efectos prácticos, las ayudas no llegan al tejido empresarial. Así lo indican asociaciones de pequeñas y medianas empresas, que reclaman una mayor implicación del Gobierno a la hora de apoyar la creación de nuevas compañías.
Ayuda a las pymes
Poner en marcha una empresa nunca ha sido una tarea sencilla, y mucho menos en época de vacas flacas. Así lo reconocen desde varias asociaciones de empresarios, pymes y autónomos.
“El principal problema es el acceso a la financiación”, reconoce Raúl Jiménez, director financiero de las Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid (AJE), quien asegura que “la falta de liquidez para cobros y pagos en el mercado obstaculiza la creación de empresas, provocando un efecto arrastre que deriva, además, en un serio problema de confianza”, matiza.
“Yo antes fui banquero y ya sabía que las entidades financieras no me iban prestar dinero dada la situación del mercado”, explica Óscar Colmenares, administrador de una nueva compañía de hostelería nacida en 2008. “Los bancos han cerrado la llave del crédito. Ya da igual que hablemos de pequeñas sumas de dinero. Al final no se presta”, añade.
Pese a las dificultades, Colmenares logró finalmente un crédito por valor de 40.000 euros a través de Avalmadrid, entidad financiera participada por Caja Madrid y la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, que tiene como objetivo facilitar el acceso a financiación entre pequeñas y medianas empresas. “Primero me dirigí a varias entidades bancarias para que me prestaran el dinero, pero fue imposible, tal y como me imaginaba”, puntualiza. Otros empresarios sufrieron el mismo proceso. “Me dirigí al Banco Santander, Caja Madrid, BBVA y Caja Navarra, pero a la hora de la verdad ninguno me apoyó”, puntualiza Alberto Vázquez, propietario de un restaurante abierto en 2008. Pedía 60.000 euros.
Restricciones crediticias
La banca ha cerrado el grifo a grandes y pequeñas compañías. Las restricciones afectan a todo tipo de proyectos. “Buscamos financiación a través de fondos de capital riesgo porque sabíamos que los bancos no nos iban a proporcionar el dinero que necesitábamos”, reconoce Miguel Ángel Díaz, fundador y consejero delegado de una empresa 100% española que está a punto de pegar el salto a otros mercados, como Japón o Estados Unidos.
“Fuimos una de las últimas empresas en lograr financiación del capital riesgo, ya que cerramos el acuerdo por valor de dos millones de euros justo en el mes de marzo, cuando la crisis no había estallado. Sin embargo, ya nos imaginábamos que los bancos no nos iban a facilitar el préstamo”, explica el fundador de una curiosa empresa de karaoke online que ya ha despertado el interés de algún que otro empresario nipón.
Retraso burocrático
A las dificultades para obtener financiación se suma la lentitud de la Administración a la hora de gestionar los trámites. “Existen múltiples trabas administrativas a la hora de poner en marcha una compañía. Es un problema estructural sobre el que no se reflexiona”, reconocen desde Cepyme, la confederación española de la pequeña y mediana empresa. “El tiempo medio para crear una empresa es de 47 días, muy por encima del resto de países de la OCDE”, calculan desde la asociación.
“El proceso tanto administrativo como de financiación estuvo marcado por su lentitud”, reconoce, por su parte, David Martínez, fundador y administrador de la consultora tecnológica Bluetic.
“Primero acudí a los bancos, pero su respuesta fue negativa, por lo que me dirigí a Avalmadrid para obtener financiación. Después de tres meses de largas y duras negociaciones conseguí un crédito por valor de 50.000 euros”, puntualiza el fundador de Bluetic. Él, al menos, obtuvo una respuesta. Muchos empresarios han esperado varios meses a la contestación de las entidades bancarias. Sin embargo, no todos deciden quedarse de brazos cruzados.
“La primera vez que me dirigí al banco para pedirles financiación fue en octubre y desde entonces me siguen diciendo que lo están estudiando. Han pasado más de tres meses y seguimos en las mismas por lo que decidí lanzar la compañía con los recursos económicos que podíamos aportar los socios”, puntualiza Elena Melon, directora de la empresa Cobro Ágil, fundada en diciembre de 2008 gracias a las aportaciones económicas de los socios. Ante la indiferencia de los bancos, muchos empresarios han decidido tomar la iniciativa y poner en marcha sus proyectos con sus propios recursos.
¿Qué opinan los afectados?
Raúl Jiménez, director financiero de AJE
“Las pymes están sufriendo un grave problema de financiación”
Raúl Jiménez, director financiero de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid (AJE), distingue varios problemas graves a la hora de crear una empresa. “El acceso a la financiación es el primer obstáculo que debe sortear un empresario dada la ausencia de confianza en los nuevos proyectos. Por detrás están los problemas derivados de la falta de liquidez para cobros y pagos”, puntualiza el directivo.
Rafael Casado
“La respuesta siempre era la misma: el proyecto gusta, pero no es el momento”
Rafael Casado, ex director general de Terra y fundador de Invertia, ha encontrado enormes dificultades a la hora de acceder a financiación para montar su negocio. “Nos dirigimos a bancos, instituciones públicas e inversores privados, aunque al final fue el capital riesgo el que apostó por nuestro proyecto”, matiza el fundador de Tooio, una red social a través del móvil que permite localizar geográficamente a los usuarios.
Elena Melon
“Tres meses después, los bancos siguen sin darnos una contestación”
Pese a la crisis y las restricciones crediticias, Elena Melón decidió en diciembre del año pasado lanzar Cobro Ágil, una compañía de gestión de cobros dirigida a particulares y empresas. “En octubre nos dirigimos a entidades bancarias para pedir financiación. Desde entonces la respuesta ha sido siempre la misma: Lo estamos estudiando”, puntualiza la directiva, quien montó la empresa con 20.000 euros de fondos propios.
David Martínez
“Los bancos desconfían y ponen muchas trabas”
“Finalmente logramos financiación a través de Avalmadrid, aunque previamente nos dirigimos a los bancos. El proceso fue muy largo y lento ya que los bancos están imponiendo muchas trabas y desconfían”, explica David Martínez, fundador y administrador de la consultora Bluetic. La compañía, fundada en 2008, fue lanzada gracias a la concesión de un préstamo de 50.000 euros a través de Avalmadrid.
Juan José Amorín
“Los trámites administrativos son muy lentos: o delegas o te puedes morir”
Los problemas para acceder a la financiación no son los únicos obstáculos que un empresario debe solventar para poner en marcha su empresa. Cientos de emprendedores consideran que los trámites burocráticos son excesivamente lentos. “O delegas todo el papeleo o te puedes morir”, afirma Juan José Amorín, fundador de Kedin.es, una red social de eventos fundada el año pasado.
Javier Iglesias
“Ha sido muy difícil negociar con los bancos para obtener financiación”
“Resulta muy complicado negociar con las entidades para conseguir financiación, aunque el apoyo a los emprendedores debe ser mucho más amplio”, puntualiza Javier Iglesias, gerente de la compañía de eventos Tursingular. “Resulta imprescindible recibir ayuda en los primeros meses para conseguir que el proyecto crezca y tenga continuidad”, puntualiza el empresario.
El crédito no llega a las pymes: "Es mal momento"
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¿Ha servido la ayuda pública a los bancos para dinamizar la economía? La respuesta es no.
E. Gala / C. Ribagorda
La respuesta de los bancos siempre era la misma: el proyecto nos gusta, pero no podemos financiarlo porque no es el momento”. Así recuerda Rafael Casado, ex director general de Terra y fundador de Invertia, sus visitas a entidades financieras nacionales de primer orden en búsqueda de ayuda para poner en marcha su nueva empresa tecnológica. “Nos dirigimos a bancos, instituciones públicas e inversores privados, aunque al final fue el capital riesgo el que apostó por nuestro proyecto”, explica el ex director general de Terra, quien logró finalmente financiación a través de un acuerdo por valor de 1,5 millones de euros con el fondo de capital riesgo Inicap.
Hoy en día, Rafael Casado ha logrado poner en marcha, junto con ex directivos de Ono, Telefónica y Renta 4, un nuevo servicio tecnológico llamado Tooio, una red social a través del móvil que permite, por primera vez, saber dónde están localizados otros usuarios, entre muchas prestaciones. Su caso no es, ni mucho menos, aislado.
Los problemas para obtener financiación están a la orden del día. Los bancos no prestan dinero a la empresas, ni antes de obtener la inyección de liquidez por parte del Gobierno ni después, pese a los planes de financiación para pymes lanzados por el ejecutivo de Zapatero en colaboración con el ICO. Los primeros fondos de la línea extraordinaria de crédito puesta en marcha por el Gobierno por valor de 10.000 millones (5.000 millones aportados por el ICO y otros 5.000 millones por parte de entidades de crédito) parecen ser, tan sólo, una medida de cara a la galería. A efectos prácticos, las ayudas no llegan al tejido empresarial. Así lo indican asociaciones de pequeñas y medianas empresas, que reclaman una mayor implicación del Gobierno a la hora de apoyar la creación de nuevas compañías.
Ayuda a las pymes
Poner en marcha una empresa nunca ha sido una tarea sencilla, y mucho menos en época de vacas flacas. Así lo reconocen desde varias asociaciones de empresarios, pymes y autónomos.
“El principal problema es el acceso a la financiación”, reconoce Raúl Jiménez, director financiero de las Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid (AJE), quien asegura que “la falta de liquidez para cobros y pagos en el mercado obstaculiza la creación de empresas, provocando un efecto arrastre que deriva, además, en un serio problema de confianza”, matiza.
“Yo antes fui banquero y ya sabía que las entidades financieras no me iban prestar dinero dada la situación del mercado”, explica Óscar Colmenares, administrador de una nueva compañía de hostelería nacida en 2008. “Los bancos han cerrado la llave del crédito. Ya da igual que hablemos de pequeñas sumas de dinero. Al final no se presta”, añade.
Pese a las dificultades, Colmenares logró finalmente un crédito por valor de 40.000 euros a través de Avalmadrid, entidad financiera participada por Caja Madrid y la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, que tiene como objetivo facilitar el acceso a financiación entre pequeñas y medianas empresas. “Primero me dirigí a varias entidades bancarias para que me prestaran el dinero, pero fue imposible, tal y como me imaginaba”, puntualiza. Otros empresarios sufrieron el mismo proceso. “Me dirigí al Banco Santander, Caja Madrid, BBVA y Caja Navarra, pero a la hora de la verdad ninguno me apoyó”, puntualiza Alberto Vázquez, propietario de un restaurante abierto en 2008. Pedía 60.000 euros.
Restricciones crediticias
La banca ha cerrado el grifo a grandes y pequeñas compañías. Las restricciones afectan a todo tipo de proyectos. “Buscamos financiación a través de fondos de capital riesgo porque sabíamos que los bancos no nos iban a proporcionar el dinero que necesitábamos”, reconoce Miguel Ángel Díaz, fundador y consejero delegado de una empresa 100% española que está a punto de pegar el salto a otros mercados, como Japón o Estados Unidos.
“Fuimos una de las últimas empresas en lograr financiación del capital riesgo, ya que cerramos el acuerdo por valor de dos millones de euros justo en el mes de marzo, cuando la crisis no había estallado. Sin embargo, ya nos imaginábamos que los bancos no nos iban a facilitar el préstamo”, explica el fundador de una curiosa empresa de karaoke online que ya ha despertado el interés de algún que otro empresario nipón.
Retraso burocrático
A las dificultades para obtener financiación se suma la lentitud de la Administración a la hora de gestionar los trámites. “Existen múltiples trabas administrativas a la hora de poner en marcha una compañía. Es un problema estructural sobre el que no se reflexiona”, reconocen desde Cepyme, la confederación española de la pequeña y mediana empresa. “El tiempo medio para crear una empresa es de 47 días, muy por encima del resto de países de la OCDE”, calculan desde la asociación.
“El proceso tanto administrativo como de financiación estuvo marcado por su lentitud”, reconoce, por su parte, David Martínez, fundador y administrador de la consultora tecnológica Bluetic.
“Primero acudí a los bancos, pero su respuesta fue negativa, por lo que me dirigí a Avalmadrid para obtener financiación. Después de tres meses de largas y duras negociaciones conseguí un crédito por valor de 50.000 euros”, puntualiza el fundador de Bluetic. Él, al menos, obtuvo una respuesta. Muchos empresarios han esperado varios meses a la contestación de las entidades bancarias. Sin embargo, no todos deciden quedarse de brazos cruzados.
“La primera vez que me dirigí al banco para pedirles financiación fue en octubre y desde entonces me siguen diciendo que lo están estudiando. Han pasado más de tres meses y seguimos en las mismas por lo que decidí lanzar la compañía con los recursos económicos que podíamos aportar los socios”, puntualiza Elena Melon, directora de la empresa Cobro Ágil, fundada en diciembre de 2008 gracias a las aportaciones económicas de los socios. Ante la indiferencia de los bancos, muchos empresarios han decidido tomar la iniciativa y poner en marcha sus proyectos con sus propios recursos.
¿Qué opinan los afectados?
Raúl Jiménez, director financiero de AJE
“Las pymes están sufriendo un grave problema de financiación”
Raúl Jiménez, director financiero de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid (AJE), distingue varios problemas graves a la hora de crear una empresa. “El acceso a la financiación es el primer obstáculo que debe sortear un empresario dada la ausencia de confianza en los nuevos proyectos. Por detrás están los problemas derivados de la falta de liquidez para cobros y pagos”, puntualiza el directivo.
Rafael Casado
“La respuesta siempre era la misma: el proyecto gusta, pero no es el momento”
Rafael Casado, ex director general de Terra y fundador de Invertia, ha encontrado enormes dificultades a la hora de acceder a financiación para montar su negocio. “Nos dirigimos a bancos, instituciones públicas e inversores privados, aunque al final fue el capital riesgo el que apostó por nuestro proyecto”, matiza el fundador de Tooio, una red social a través del móvil que permite localizar geográficamente a los usuarios.
Elena Melon
“Tres meses después, los bancos siguen sin darnos una contestación”
Pese a la crisis y las restricciones crediticias, Elena Melón decidió en diciembre del año pasado lanzar Cobro Ágil, una compañía de gestión de cobros dirigida a particulares y empresas. “En octubre nos dirigimos a entidades bancarias para pedir financiación. Desde entonces la respuesta ha sido siempre la misma: Lo estamos estudiando”, puntualiza la directiva, quien montó la empresa con 20.000 euros de fondos propios.
David Martínez
“Los bancos desconfían y ponen muchas trabas”
“Finalmente logramos financiación a través de Avalmadrid, aunque previamente nos dirigimos a los bancos. El proceso fue muy largo y lento ya que los bancos están imponiendo muchas trabas y desconfían”, explica David Martínez, fundador y administrador de la consultora Bluetic. La compañía, fundada en 2008, fue lanzada gracias a la concesión de un préstamo de 50.000 euros a través de Avalmadrid.
Juan José Amorín
“Los trámites administrativos son muy lentos: o delegas o te puedes morir”
Los problemas para acceder a la financiación no son los únicos obstáculos que un empresario debe solventar para poner en marcha su empresa. Cientos de emprendedores consideran que los trámites burocráticos son excesivamente lentos. “O delegas todo el papeleo o te puedes morir”, afirma Juan José Amorín, fundador de Kedin.es, una red social de eventos fundada el año pasado.
Javier Iglesias
“Ha sido muy difícil negociar con los bancos para obtener financiación”
“Resulta muy complicado negociar con las entidades para conseguir financiación, aunque el apoyo a los emprendedores debe ser mucho más amplio”, puntualiza Javier Iglesias, gerente de la compañía de eventos Tursingular. “Resulta imprescindible recibir ayuda en los primeros meses para conseguir que el proyecto crezca y tenga continuidad”, puntualiza el empresario.