La izquierda cuando habla de los errores de la derecha no lo hace para aprender de ellos sino para hacer política. Lo mismo hacen con la Guerra Civil.
Por eso, se pasa de El Yak-42 a Barbate. De subcontratar un avión a coger la peor lancha. Se repiten los errores, se repite el bipartidismo.
Hace poco los errores del ejército por las mochilas pesadas, y ahora Barbate.
Lo curioso es que el sanchismo ha normalizado los errores de mando. Y lo han demostrado con lo de Barbate.
No se mandó a los guardias civiles a solucionar el problema sino a que fueran de postureo para que la gente viera que algo estaban haciendo y que no estaban de brazos cruzados. Y así disimular no sólo su trabajo sino su vida en un zodiac.
Y esto se debe a la sociedad que predomina en España, una sociedad trepa y deshumanizada. Haz cómo si trabajas o si te equivocas no pasa nada. Fíjate, el sanchismo empezó a comerse marrones y ahora se están comiendo la fin. Evitaron que Marlaska condecorase a uno de los guardias. El ministro quería hacer política con el dolor de las familias. Y todo para mantener las costumbres del sanchismo: mirar siempre para otro lado. Vamos, te copias con un pinganillo y encima quieres dar el discurso de graduación.
Tanto hablar de los errores de la derecha y el sanchismo no ha aprendido nada del Yak- 42. Necesitamos un gobierno preventivo, que no fomente el pasotismo laboral y que no haga que la fin sea postureo.
Por eso, se pasa de El Yak-42 a Barbate. De subcontratar un avión a coger la peor lancha. Se repiten los errores, se repite el bipartidismo.
Hace poco los errores del ejército por las mochilas pesadas, y ahora Barbate.
Lo curioso es que el sanchismo ha normalizado los errores de mando. Y lo han demostrado con lo de Barbate.
No se mandó a los guardias civiles a solucionar el problema sino a que fueran de postureo para que la gente viera que algo estaban haciendo y que no estaban de brazos cruzados. Y así disimular no sólo su trabajo sino su vida en un zodiac.
Y esto se debe a la sociedad que predomina en España, una sociedad trepa y deshumanizada. Haz cómo si trabajas o si te equivocas no pasa nada. Fíjate, el sanchismo empezó a comerse marrones y ahora se están comiendo la fin. Evitaron que Marlaska condecorase a uno de los guardias. El ministro quería hacer política con el dolor de las familias. Y todo para mantener las costumbres del sanchismo: mirar siempre para otro lado. Vamos, te copias con un pinganillo y encima quieres dar el discurso de graduación.
Tanto hablar de los errores de la derecha y el sanchismo no ha aprendido nada del Yak- 42. Necesitamos un gobierno preventivo, que no fomente el pasotismo laboral y que no haga que la fin sea postureo.
