No cuela.
Tras haberse atrevido (los badulaques de España) a insultar al Rey éste no va a querer saber de clemencia ni de palos. Y quien dice el Rey dice también sus Gueces.
En el mejor de los casos, si el Rey se levanta algún día con un resacón de fin, igual le rebaja la condena a 30 años de prisión siamesa: pero lo veo muy difícil porque creo que ese hombre es de hábitos moderados.
Esa no es la clave.
La clave aquí es que la familia comete el pecado, primero, de pensar que lo español es superior a lo sucio tailandes, y después, al ser de la farándula, el creer que el "abogado de los famosos" García Montes es Dios, porque tiene bigote raro, viste estrafalario y la tonadillera aquella siempre se lo pilla.
Y García Montes no sólo no es Dios, sino que ni siquiera está entre los mejores 50 abogados de España.
García Montes solo es alguien que ha sabido hacer marca y vender un relato. Es un personaje que cobra caro y que los va a dejar en la ruina, y que además no va a solucionar nada.
Porque aquí lo inteligente habría sido gastarse el pastón que se gastan en García Montes, en EL MEJOR PENALISTA DE TAILANDIA.
Ese habría sido el movimiento inteligente. Alguien que conoce la ley tailandesa, los códigos, el terreno. Confiar en él y olvidarse de picapleitos showmans de Telecinco.
Pero así es el eurocentrismo casi natural que en el fondo casi todos sufrimos. Y aquí fue un error. Lo que tenían que haber hecho es pagar al mejor tailandes, callar, retirarse, rezar, esperar.