Anonadado me hallo ante tamaña demostración de ignorancia, Ata.
Lo siento pero te tenía por más formado e informado.
Hablas como un simple, incapaz de ver más allá de las formas materiales de lo que nos rodea.
Nunca me acerqué a la religión por una promesa de vida eterna, ni por una promesa de reencarnarme (la religión cristiana no lo contempla pero sí otras), entre otras cosas porque ya bastante dura me parece una vida como para tener que pasar por decenas de ellas.
Si me acerqué a la religión, sobre todo a partir de cierto momento de mi vida fue porque no encontraba explicación alguna a ciertas carencias y a ciertos sufrimientos en momentos de crisis. Uno piensa que cuando logra una buena situación económica (era mi caso) y una estabilidad emocional al lado de una pareja, todo está hecho y hemos de ser, sin duda alguna, felices.
Pero empecé a comprobar que no era así. Había algo que no encajaba, mi mente rechazaba lo que me rodeaba, se sentía morir. Solo veía a mi alrededor superficialidad, conformismo con lo inaceptable, ... Era como si el destino del ser humano no fuese alimentar el cuerpo y lograr comodidades sino que el alma aspiraba a mucho más, a un algo que trasciende.
Y así empezó mi búsqueda de ese algo más...
Lo demás es historia.
Y supongo que mi historia, contada a grandes rasgos es la de muuchos otros que un día, asqueados de lo que nos rodea, de tanta superficialidad, vanidad, corrupción, maldad..., deciden buscar algo más transcendente y elevado.
En vez de afrontar la realidad e intentar mejorarla, te has sumergido en un mundo imaginario.
Sería interesante como afrontaron esta terrible desgracia y qué fallo para que acabase todavía peor.
No son los primeros en tener un accidente ni que su vida de un giro dramático.
La esposa y la hija del presunto homicida, progenitora de los niños, fallecieron el pasado marzo en un accidente de tráfico al chocar contra un muro el coche que conducía el hombre atrincherado
www.lavozdegalicia.es
El filósofo Arthur Schopenhauer escribió y reflexionó sobre todo lo que era intrínseco en el ser humano. Ateo declarado, pocos diseccionaron el sufrimiento y al ser humano como él.
Solo algunas personas pueden entender su mensaje. Muchos lo reprueban porque no encajan con su forma de ser.
Se nace de determinada forma y se entiende la existencia o no si se tiene la capacidad para ello.
Paradójicamente le señalan como un filósofo pesimista, a él que escribió el tratado " el arte de ser feliz " una recopilación de las mejores reflexiones de los sabios de todos los tiempos.
Son los amargados los que tienen que recurrir a sucedáneos para poder soportar la vida. La gente que vive en un permanente estado de tranquilidad, no necesita nada.
Aquí les dejo algunas de sus reflexiones que deberían copiar y repasar hasta aprenderlas en vez de esperar que dioses y hadas resuelvan su problemas.
Un mal que nos ha afectado no atormenta tanto como pensar en las circunstancias que lo podrían haber evitado.
Grandes sufrimientos hacen totalmente imperceptibles a los pequeños, y a la inversa, que en ausencia de grandes sufrimientos incluso las más pequeñas molestias nos atormentan y ponen de mal humor, sino además el hecho de que la experiencia nos enseña que una gran desgracia, que nos hace estremecernos sólo de pensarla, cuando realmente ocurre, tan pronto como hemos superado el primer dolor, en conjunto no altera mucho nuestro estado de ánimo. Y también a la inversa, después de producirse un hecho feliz y largamente esperado no nos sentimos, en conjunto, mucho más a gusto y cómodos que antes.
Habría que evitar las ilusiones, pues cualquier dolor excesivo que aparece repentinamente no es más que la caída desde semejante punto elevado, o sea, la desaparición de una ilusión que lo ha producido. Por consiguiente podríamos evitar ambos, si fuéramos capaces de ver las cosas siempre claramente en su conjunto y en su contexto y de cuidarnos de creer que realmente tienen el tonalidad con el que desearíamos verlas.
Una vez que un infortunio se ha producido y no se puede remediar, no permitirse pensar que pudiera ser de otra manera. De otro modo uno se convierte en un torturador de sí mismo
Una persona más intelectual, se entretiene a la perfección en la soledad más absoluta con sus propios pensamientos y fantasías; mientras que una persona más siente aburrimiento a pesar de constantes distracciones de teatro, fiestas y excursiones.
Muchos ricos son infelices porque carecen de conocimientos; y sin embargo, por regla general, todos están más empeñados en adquirir bienes que en formarse, cuando resulta que lo que uno es, de hecho, contribuye mucho más a la felicidad que lo que uno tiene.
la vida del hombre es un perpetuo combate, no solo contra males abstractos, la miseria o el hastío, sino contra los demás hombres. En todas partes se encuentra un adversario. La vida es una guerra sin tregua, y se muere con las armas en la mano.
Al tormento de la existencia viene a agregarse también la rapidez del tiempo, que nos apremia, que no nos deja tomar aliento, y se mantiene en pie detrás de cada uno de nosotros como un capataz de la gente con el látigo.
En todo tiempo necesita cada cual cierta cantidad de cuidados, de dolores o de miseria, como necesita lastre el buque para tenerse a plomo y navegar derecho. Trabajo, tormento, pena y miseria; tal es durante la vida entera el lote de casi todos los hombres. Pero si todos los deseos se viesen colmados apenas se formulan, ¿con qué se llenaría la vida humana? ¿en qué se emplearía el tiempo?
Poned a la humanidad en el país de Jauja, donde todo creciera por sí mismo, donde volasen asadas las alondras al alcance de las bocas, donde cada uno encontrara al momento a su amada y la consiguiese sin dificultad, y entonces se vería a los hombres morir de aburrimiento o ahorcarse; a otros reñir, degollarse, asesinarse y causarse mayores sufrimientos de los que ahora les impone la Naturaleza.
Para aquel que sabe lo que ha de pasar en realidad, los niños son inocentes condenados, no a fin, sino a la vida, y que, sin embargo, no conocen aún el contenido de su sentencia. Pero no por eso desea menos cada cual una edad avanzada para sí, es decir, un estado que pudiera expresarse de este modo: "El día de hoy es malo, y cada día será más malo, hasta que llegue el peor".
todo hombre para quien apenas es soportable la existencia, a medida que avanza en edad, tiene una conciencia cada vez más clara de que la vida es en todas las cosas una gran mixtificación, por no decir engaño…
Como los grandes enemigos de la felicidad humana son dos, el dolor y el aburrimiento, la naturaleza también dio a los seres humanos una protección contra ambos: contra el dolor (que mucho más frecuentemente es espiritual que físico) la alegría, y contra el aburrimiento, el intelecto