Si tienes más de 20 años ya pasaste por tu plenitud física, en algunos casos se puede mantener un tiempo pero sin esperar milagros. El valor de la experiencia es un cuento en muchos aspectos, los viejos cometen tantos errores como los jóvenes, o más, porque viven tiempos cambiantes a los que es difícil adaptarse. La única manera de sobrellevar el declinar es intentando compararte lo menos posible con nadie, aceptando que estás aquí un tiempo limitado y te podría llegar la hora en cualquier momento sin esperártelo.