Todo el aprecio y estima que pudiera tenerle, lo perdió durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, donde se le vio el plumero, llevando a cabo a la perfección, su labor de meter miedo y propagar la versión oficial de algo tan sumamente burdo que, alguien medianamente con los ojos abiertos, vio desde el momento en que llegó el "bichito" a Europa y aquí la gente no se desplomaba muerta en la calle, como los chinos que caían a plomo y a los que se les reventaban todos los capilares del cuerpo, quedando más neցros que el sobaco de un grillo. Desde ese punto, esta historia hizo aguas y se volvió cada vez más retorcida y torticera (que si asintomáticos, que si 800.000 dosis de refuerzo, que si cenar en nochevieja con las ventanas abiertas, que si aerosoles, que si los platós de televisión tienen los techos altos, que si fumigaban las calles con lejía, que si confinamientos ilegales, ...).
Dejé de verlo completamente, pero cada vez que hacías zapping, en su programa Horizonte, todos los jueves en prime time, escuchabas de refilón que si bichito de laboratorio, que si efectos secundarios, que si variantes apocalípticas, que si...
Con la inestimable colaboración del Doctor Cagona y toda la pandilla de mete miedos, sicarios del Sistema.
Total, no lo considero un mal tío, pero dejó patente que ni despierto, ni disidente, ni nada de nada; un peón más del Estado global.
Llegados a este punto, que con su pan se lo coma.
Saludos.
