Hay (bastantes) honrosas excepciones...Al cine yanqui y europeo se le puede aplicar lo mismo que decía Nabokov de la novela en la URSS. Lo mismo que ésta, las películas son solamente propaganda que se tiene que ajustar a unos parámetros ideológicos, de modo que resultan inevitablemente falsas, repetitivas, predecibles y, por tanto, aburridas hasta quedarse uno frito (por eso llaman a Hollywood la fábrica de sueños), y sin ninguna calidad, como no sea la técnica, lo que no las hace menos soporíferas.