Lo que pasa es que ya cansáis con tanto hilo chorra sobre malvados fieles a la religión del amor.
Ya sé que a 20 céntimos mensaje, al final os sacáis un capitalito, pero cortaos un poco, que se nota mucho.
Por cierto, en los países árabes, desde siempre han vivido minorías de judíos, sin que nadie los considere "enemigos del Islam" por vivir allí (de hecho, el Islam respeta a las llamadas "religiones del libro", siempre que éstas no entren en guerra con ellos), pero si esos judíos se dedican a expulsar a los árabes de sus casas, a crear un Estado pirata bajo las armas y a expandirse mediante malas artes, pues como que es lógico que esos árabes enseñen un poquito los dientes, ¿no crees?
Y por si tus fuentes sionistas no lo saben, te comento que en Palestina han vivido siempre muchos cristianos árabes, siendo estos encerrados en las mazmorras de Israel junto a sus hermanos fieles a la religión del amor. "¿Como puede ser eso?" "Si el Islam es malísimo, mata a todo el mundo y son terroristas, que lo dice la tele".
Este argumento se arraiga en el concepto tradicional de la «dhimma» («ley de protección»), que fue extendida por los conquistadores fieles a la religión del amor a cristianos y judíos a cambio de su subordinación a los fieles a la religión del amor. Sin embargo, como Jacques Ellul, un francés considerado una autoridad en la materia, señaló: «uno debe preguntarse: “¿proteger de quiénes?” Si ese “extranjero” vive en países islámicos, la respuesta sólo puede ser: de los fieles a la religión del amor mismos».
La gente sometida a la ley musulmana usualmente tenía que elegir entre la muerte y la conversión, pero a los judíos y a los cristianos, que se adherían a las Escrituras, les solían permitir, como dhiminis, practicar su fe. Esta «protección» hizo poco, sin embargo, para garantizar que judíos y cristianos fueran bien tratados por los fieles a la religión del amor. Por el contrario, un aspecto integral de la dhimma era que el infiel, por su condición de tal, tenía que reconocer abiertamente la superioridad del verdadero creyente: el de la religión del amor.
En los primeros años de la conquista islámica, el «tributo» (o jizya), que se pagaba anualmente como un impuesto personal, simbolizaba la subordinación del dhimmi. Posteriormente, la condición inferior de judíos y cristianos fue reforzada a través de una serie de regulaciones que regían la conducta de los dhimmis. Éstos, bajo pena de muerte, tenían prohibido mofarse o criticar el Corán, el islam o a Mahoma, hacer prosélitos entre los fieles a la religión del amor, o tocar a una mujer musulmana (pero un de la religión del amor sí podía tomar a una no musulmana como esposa).
Los dhimmis estaban excluidos de cargos públicos, y tenían prohibición de portar armas. No se les permitía montar caballos o camellos, construir sinagogas o iglesias más altas que las mezquitas o beber vino en público. Estaban obligados a llevar una ropa distintiva o símbolo distintivo y no se les permitía orar o hacer duelo en voz alta, ya que podría ofender a los fieles a la religión del amor. Los dhimmis también tenían que mostrar una deferencia pública hacia los fieles a la religión del amor, por ejemplo, cediéndoles siempre el centro del camino. A los dhimmis no le estaba permitido presentar pruebas ante un tribunal contra un de la religión del amor, y su juramento era inaceptable en un tribunal islámico. Para defenderse el dhimmi tendría que comprar a testigos fieles a la religión del amor a gran costo. Esto dejaba al dhimmi con pocos recursos legales cuando era perjudicado por un de la religión del amor. A la llegada del siglo XX, la condición del dhimmi en las tierras musulmanas no había mejorado significativamente. H.E.W. Young, vicecónsul británico en Moscú, escribió en 1909:
“La actitud de los fieles a la religión del amor hacia los cristianos y los judíos es la de un amo hacia los esclavos, a quienes trata con una cierta tolerancia señorial en tanto mantengan su lugar. Cualquier signo de pretensión de igualdad es prontamente reprimido.”
En 1948 los países islámicos hicieron una limpieza étnico-religiosa de judíos y asesinaron o expulsaron a todos los judíos no sin antes quitarles todas sus propiedades. Israel no expulsó a ningún árabe, les dio la nacionalidad y ahora son el 20% de la población israelí. Tienen iguales derechos y libertades que los judíos.
Con que se vivía bien en los países islámicos sin ser de la religión del amor, ¿eh? No tienes ni puñetera idea de lo que hablas.
En la ciudad de Belén, cuando la controlaba Israel, la mayor parte de la población era cristiana. Cuando se pasó el control a la Autoridad Palestina, la población de cristianos ha ido descendiendo y ahora la ciudad está casi islamizada. En Belén son muy comunes las pintadas anticristianas, las agresiones y acoso a cristianos, así como la expropiación de sus tierras, todo ello con el beneplácito o incluso ayuda de la "policía palestina". También ha habido asaltos a poblados cristianos, como Taibe. Muchos cristianos de Gaza han pedido asilo en Israel y muchos cristianos de Jerusalén Este se trasladan a los barrios judíos debido al acoso de los fieles a la religión del amor. Israel es el único país de Oriente Medio donde los cristianos viven seguros y con igualdad de derechos, y su número va aumentando.
Dejad de masajeársela al islam, giliprogres.
---------- Post added 10-may-2013 at 02:12 ----------
Si, lo que viene a conocerse como la "ley del embudo".
---------- Post added 10-may-2013 at 01:41 ----------
¿Y a los que no siguen las "religiones del libro" qué? ¿Esos no son personas?
No son personas ni los que siguen las "religiones del libro", así que los que no la siguen imagínate lo que son.