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El Moscardon
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A ver si van tomando nota los demás ayuntamientos.
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Mosqui
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LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA // LA INTERVENCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL
BCN precinta 33 locales de ocio ruidosos o carentes de licencia
La aplicación de los cierres 'exprés' acelera la acción municipal contra
bares y salas molestos
Eixample, Ciutat Vella y Sarrià-Sant Gervasi concentran la mayor parte de
las clausuras
ALBERT OLLÉS / JORDI SUBIRANA
BARCELONA
La entrada en vigor este verano de los cierres exprés ha acelerado el
precinto por parte del Ayuntamiento de Barcelona de locales de ocio por
ruidos o actividades ilegales. Al menos 33 establecimientos han sido
cerrados desde el pasado 1 de junio, la gran mayoría de ellos durante el mes
de julio, cuando empezó a aplicarse el sistema de clausura temporal e
inmediata de locales molestos. El Eixample, Ciutat Vella y Sarrià son los
distritos más afectados, según datos municipales.
Los resultados del nuevo protocolo municipal para abreviar los trámites de
clausura de locales no se han hecho esperar y han provocado las quejas de
los empresarios del sector. Éstos lamentan el "desmesurado e inadecuado celo
sancionador" del consistorio, según denunció ayer Jordi Torredemer, gerente
del Gremi de Restauració de Barcelona
ACUMULACIÓN DE ACTAS
La iniciativa afecta a muchos establecimientos que acumulaban actas por
incumplimiento de la normativa, pero seguían abiertos, y que ahora han sido
cerrados de forma fulminante. Pero, según Torredemer, "también están
clausurando locales con faltas leves relacionadas con el ruido".
La Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica (ACCA) se felicitó
ayer por la puesta en marcha de la medida. "Es una buena noticia y nos
consta que se están empleando a fondo en algunos casos, aunque no haremos
una evaluación hasta que acabe el verano", explicó Lluís Gallardo, abogado
de la asociación.
Los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sarrià-Sant Gervasi son los que
acumulan más cierres. Según fuentes municipales, en el Eixample se han
clausurado desde el mes de junio 13 locales de ocio nocturno (11 bares y 2
prostíbulos). En 10 de los casos --entre los que se incluyen los meublés--
el cierre se ha producido por realizar una actividad para la que no se tenía
licencia. Algunos de estos locales, además, molestaban con su elevado sonido
a los vecinos, ya que eran bares que funcionaban como pubs. El problema del
ruido ha motivado el cierre de otros dos bares. El resto se han precintado
por incumplimiento de horarios.
En Ciutat Vella, la campaña municipal ha precintado nueve locales desde
principios de julio, muchos "por llevar a cabo actividades para las que no
tenían licencia", según fuentes del distrito, y por ruido. Las zonas más
afectadas son el Raval --con L'Atelier, que fue desalojado en plena función
como caso más extremo-- el Barri Gòtic y La Ribera.
En Sarrià-Sant Gervasi, y a la espera del anunciado plan de usos, la guerra
contra el ruido y la ilegalidad se ha cobrado desde el 1 de junio siete
locales: tres por problemas de seguridad, dos por ruido, uno por una
actividad distinta a la de la licencia concedida y uno por no tenerla.
En otros distritos, los cierres exprés o la acumulación de denuncias se han
llevado por delante a conocidas salas, entre ellas la discoteca Kché, en la
calle de Lepant, que acumuló durante años un alud de quejas. Eduard Vicente,
gerente del distrito, explicó que el cierre fue por "ruido y exceso de
aforo". La sala, clausurada por nueve meses, ha sido multada con 48.000
euros.
UN DÍA DESPUÉS DE ABRIR
El club La Terrrazza del Poble Espanyol ha vivido una situación parecida.
"Vinieron un día después de abrir la temporada y además de cerrarnos nos han
impuesto una sanción desproporcionada", relató Albert Tió, director del
local.
En Gràcia el caso más sonado es el del Salón Cibeles, en la calle de
Còrsega, cerrado el 26 de julio por falta de insonorización. En fechas
anteriores, otro local de este distrito había sido cerrado por acumulación
de infracciones.
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Mosqui
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LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA // LA INTERVENCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL
BCN precinta 33 locales de ocio ruidosos o carentes de licencia
La aplicación de los cierres 'exprés' acelera la acción municipal contra
bares y salas molestos
Eixample, Ciutat Vella y Sarrià-Sant Gervasi concentran la mayor parte de
las clausuras
ALBERT OLLÉS / JORDI SUBIRANA
BARCELONA
La entrada en vigor este verano de los cierres exprés ha acelerado el
precinto por parte del Ayuntamiento de Barcelona de locales de ocio por
ruidos o actividades ilegales. Al menos 33 establecimientos han sido
cerrados desde el pasado 1 de junio, la gran mayoría de ellos durante el mes
de julio, cuando empezó a aplicarse el sistema de clausura temporal e
inmediata de locales molestos. El Eixample, Ciutat Vella y Sarrià son los
distritos más afectados, según datos municipales.
Los resultados del nuevo protocolo municipal para abreviar los trámites de
clausura de locales no se han hecho esperar y han provocado las quejas de
los empresarios del sector. Éstos lamentan el "desmesurado e inadecuado celo
sancionador" del consistorio, según denunció ayer Jordi Torredemer, gerente
del Gremi de Restauració de Barcelona
ACUMULACIÓN DE ACTAS
La iniciativa afecta a muchos establecimientos que acumulaban actas por
incumplimiento de la normativa, pero seguían abiertos, y que ahora han sido
cerrados de forma fulminante. Pero, según Torredemer, "también están
clausurando locales con faltas leves relacionadas con el ruido".
La Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica (ACCA) se felicitó
ayer por la puesta en marcha de la medida. "Es una buena noticia y nos
consta que se están empleando a fondo en algunos casos, aunque no haremos
una evaluación hasta que acabe el verano", explicó Lluís Gallardo, abogado
de la asociación.
Los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sarrià-Sant Gervasi son los que
acumulan más cierres. Según fuentes municipales, en el Eixample se han
clausurado desde el mes de junio 13 locales de ocio nocturno (11 bares y 2
prostíbulos). En 10 de los casos --entre los que se incluyen los meublés--
el cierre se ha producido por realizar una actividad para la que no se tenía
licencia. Algunos de estos locales, además, molestaban con su elevado sonido
a los vecinos, ya que eran bares que funcionaban como pubs. El problema del
ruido ha motivado el cierre de otros dos bares. El resto se han precintado
por incumplimiento de horarios.
En Ciutat Vella, la campaña municipal ha precintado nueve locales desde
principios de julio, muchos "por llevar a cabo actividades para las que no
tenían licencia", según fuentes del distrito, y por ruido. Las zonas más
afectadas son el Raval --con L'Atelier, que fue desalojado en plena función
como caso más extremo-- el Barri Gòtic y La Ribera.
En Sarrià-Sant Gervasi, y a la espera del anunciado plan de usos, la guerra
contra el ruido y la ilegalidad se ha cobrado desde el 1 de junio siete
locales: tres por problemas de seguridad, dos por ruido, uno por una
actividad distinta a la de la licencia concedida y uno por no tenerla.
En otros distritos, los cierres exprés o la acumulación de denuncias se han
llevado por delante a conocidas salas, entre ellas la discoteca Kché, en la
calle de Lepant, que acumuló durante años un alud de quejas. Eduard Vicente,
gerente del distrito, explicó que el cierre fue por "ruido y exceso de
aforo". La sala, clausurada por nueve meses, ha sido multada con 48.000
euros.
UN DÍA DESPUÉS DE ABRIR
El club La Terrrazza del Poble Espanyol ha vivido una situación parecida.
"Vinieron un día después de abrir la temporada y además de cerrarnos nos han
impuesto una sanción desproporcionada", relató Albert Tió, director del
local.
En Gràcia el caso más sonado es el del Salón Cibeles, en la calle de
Còrsega, cerrado el 26 de julio por falta de insonorización. En fechas
anteriores, otro local de este distrito había sido cerrado por acumulación
de infracciones.