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Carta al juez Guevara
Daniel y Luis Portero de la Torre, el primero portavoz de la AVT en el
macrojuicio contra ETA, ambos hijos de Luis Portero, asesinado por ETA en
2000 - .-
Estimado Sr. juez: ¿Sabía usted que desde el año 1992 Jarrai-Haika-Segi y la
kale borroka han aportado 141 asesinos a ETA? ¿Sabía usted que durante la
falsa tregua de ETA de 1998 a finales de 1999 se produjeron más de 1.500
amenazas, extorsiones y actos de violencia que organizaron Jarrai y su kale
borroka? ¿Sabía que, entre 1993 y 1997, las juventudes organizadas por
Jarrai provocaron 383 ataques contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado y de la autonomía vasca?
Usted, Sr. Guevara, presidente de la sección cuarta de lo Penal de la
Audiencia Nacional, ha dejado en libertad a casi todos los procesados en el
juicio contra la cúpula de las organizaciones Jarrai-Haika y Segi. Ha dejado
en la calle, antes de cumplir los 4 años de prisión preventiva que marca la
ley, a 26 de los 28 encausados sin siquiera considerar el posible riesgo de
fuga de futuros miembros de ETA, del que advirtió, en su voto particular
contrario a la puesta en libertad, su compañero de tribunal, el juez Carlos
Ollero.
Desde que el 7 de febrero de este año comenzaron las vistas orales de
este juicio, el olor a podrido ha ido haciéndose más intenso conforme se
sucedían las esperpénticas sesiones en la sala. Los más de 40
ciudadanos -entre los que nos encontrábamos solamente 4 víctimas del
terrorismo- que hemos sido testigos del juicio contra Jarrai, hemos asistido
a las extrañas felicitaciones que el juez Guevara repartía a todos los que
iba poniendo en libertad provisional, sin que el presidente de la sección
evitara tan bochornoso espectáculo. Pero es que llueve sobre mojado pues ya
me decía mi padre, q.e.p.d., cuando charlábamos sobre la independencia de la
Justicia, que esa independencia era la oposición más dura y larga que un
juez o fiscal debía aprobar antes de retirarse y que, por desgracia, el
ascenso en el escalafón de la carrera judicial pocas veces premiaba la
independencia, valía y experiencia de los profesionales.
Cuando comenzó el primero de los seis macroprocesos contra el entramado
logístico de ETA, es decir, el juicio contra Jarrai-Haika y Segi, tuve la
oportunidad de preguntarle a uno de los máximos responsables de la Audiencia
Nacional por qué comenzábamos un juicio de acusación de pertenencia a banda
armada con tantas prisas cuando lo primero que se debía demostrar era la
vinculación de Jarrai-Haika-Segi con ETA a través de KAS-EKIN, es decir, a
través de un juicio (el del sumario 18/98) que todavía no se había
celebrado. La respuesta de este responsable de la Audiencia Nacional fue que
existía la posibilidad de que vencieran los 4 años de prisión provisional de
los procesados que aún permanecían en la guandoca, lo que daría lugar a un
importante riesgo de fuga si se produjera dicha circunstancia. Pues bien, ya
están todos en libertad provisional pero ninguno de ellos se ha fugado. Y si
nos atenemos a esta regla de funcionamiento judicial me imagino que el
siguiente juicio a celebrar será el de las Gestoras Pro Amnistía, donde
podremos nuevamente seguir oliendo el «tufo» de lo que parece una más que
probable negociación encubierta con ETA, donde se volverá a acusar de
pertenencia a organización terrorista a sus responsables sin fundamento, sin
antes haberse celebrado el juicio del sumario 18/98, donde se les condenará
a menos de 4 años de prisión y ¡todos a la calle por haber cumplido los 4
años de prisión provisional! Todo apunta a que la Audiencia Nacional está
dándole más importancia a la mala imagen de tener que dejar en libertad a un
acusado por el vencimiento del plazo de la prisión provisional sin haber
celebrado juicio, que a celebrar los 6 juicios siguiendo un orden jurídico
lógico (a día de hoy solamente quedan en prisión provisional 13 dirigentes
de Gestoras Pro Amnistía de los más de 200 implicados de todos los
macroprocesos contra el entorno de ETA). También huelen mal los 4.570.200
euros que la izquierda abertzale se ha gastado en pagar todas las fianzas
para obtener la libertad provisional de los más de 200 encausados en los 6
macroprocesos (uno de ellos contra Batasuna), todo ello sin que la justicia
española se «diera cuenta» de que dichos pagos se han producido en momentos
en los que, oficialmente, las organizaciones abertzales no tenían capacidad
financiera alguna por estar ilegalizadas o suspendidas cautelarmente de sus
actividades. Huele mal el hecho de que los 10 abogados defensores de los 28
procesados en el juicio contra Jarrai-Haika-Segi que «casualmente» defienden
a todos los asesinos de ETA cobren más de 120.000 euros en un supuesto
período de «crisis» económica para la izquierda abertzale, o que el gasto
medio de todo el público abertzale al juicio durante los casi 3 meses de
visitas orales que ya llevamos haya sido de unos 3.000 euros al día. ¿Quién
financia tales gastos cuando la mayoría de las organizaciones subvencionadas
están ilegalizadas?
El Gobierno y el Fiscal General del Estado han decidido unilateralmente
que «no hay pruebas» para ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras
Vascas, gracias a lo cual ETA podrá seguir gozando de subvenciones de más de
900.000 euros anuales, con lo que la asfixia económica que tanto ha ayudado
a menguar la cobertura logística de ETA para dar de baja de la suscripción de la vida se haya terminado. Hace
pocos días decía en una entrevista la eurodiputada Rosa Díez que «todos
sabíamos que el PCTV es ETA». Pero, sin embargo, poco o nada se ha hecho
desde colectivos cívicos vascos de presión social afines al Partido
Socialista. ¿Dónde están los miembros del colectivo «¡Basta ya!», tan
«defensores» ellos de la unidad de España y tan partidarios ellos de tomar
la calle? «¡Basta ya!» lleva desaparecida algo más de un año -desde que el
PSOE ganó las elecciones- y aún no se ha pronunciado ante todos estos
atentados encubiertos que contra la libertad de los españoles y contra las
víctimas del terrorismo se están produciendo en los últimos meses. Estoy
cansado pero no pienso desistir, no pienso irme de España -por más ganas que
tenga-, ni voy -como otros- a mostrarme indiferente ante toda esta locura
que nos envuelve. Las víctimas del terrorismo somos las voces más
legitimadas para luchar contra el terrorismo y somos también el referente
moral de la sociedad española, por lo que nunca cederemos al chantaje ni
consentiremos que se negocie con la sangre y el sufrimiento de nuestros
familiares.
Daniel y Luis Portero de la Torre, el primero portavoz de la AVT en el
macrojuicio contra ETA, ambos hijos de Luis Portero, asesinado por ETA en
2000 - .-
Estimado Sr. juez: ¿Sabía usted que desde el año 1992 Jarrai-Haika-Segi y la
kale borroka han aportado 141 asesinos a ETA? ¿Sabía usted que durante la
falsa tregua de ETA de 1998 a finales de 1999 se produjeron más de 1.500
amenazas, extorsiones y actos de violencia que organizaron Jarrai y su kale
borroka? ¿Sabía que, entre 1993 y 1997, las juventudes organizadas por
Jarrai provocaron 383 ataques contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado y de la autonomía vasca?
Usted, Sr. Guevara, presidente de la sección cuarta de lo Penal de la
Audiencia Nacional, ha dejado en libertad a casi todos los procesados en el
juicio contra la cúpula de las organizaciones Jarrai-Haika y Segi. Ha dejado
en la calle, antes de cumplir los 4 años de prisión preventiva que marca la
ley, a 26 de los 28 encausados sin siquiera considerar el posible riesgo de
fuga de futuros miembros de ETA, del que advirtió, en su voto particular
contrario a la puesta en libertad, su compañero de tribunal, el juez Carlos
Ollero.
Desde que el 7 de febrero de este año comenzaron las vistas orales de
este juicio, el olor a podrido ha ido haciéndose más intenso conforme se
sucedían las esperpénticas sesiones en la sala. Los más de 40
ciudadanos -entre los que nos encontrábamos solamente 4 víctimas del
terrorismo- que hemos sido testigos del juicio contra Jarrai, hemos asistido
a las extrañas felicitaciones que el juez Guevara repartía a todos los que
iba poniendo en libertad provisional, sin que el presidente de la sección
evitara tan bochornoso espectáculo. Pero es que llueve sobre mojado pues ya
me decía mi padre, q.e.p.d., cuando charlábamos sobre la independencia de la
Justicia, que esa independencia era la oposición más dura y larga que un
juez o fiscal debía aprobar antes de retirarse y que, por desgracia, el
ascenso en el escalafón de la carrera judicial pocas veces premiaba la
independencia, valía y experiencia de los profesionales.
Cuando comenzó el primero de los seis macroprocesos contra el entramado
logístico de ETA, es decir, el juicio contra Jarrai-Haika y Segi, tuve la
oportunidad de preguntarle a uno de los máximos responsables de la Audiencia
Nacional por qué comenzábamos un juicio de acusación de pertenencia a banda
armada con tantas prisas cuando lo primero que se debía demostrar era la
vinculación de Jarrai-Haika-Segi con ETA a través de KAS-EKIN, es decir, a
través de un juicio (el del sumario 18/98) que todavía no se había
celebrado. La respuesta de este responsable de la Audiencia Nacional fue que
existía la posibilidad de que vencieran los 4 años de prisión provisional de
los procesados que aún permanecían en la guandoca, lo que daría lugar a un
importante riesgo de fuga si se produjera dicha circunstancia. Pues bien, ya
están todos en libertad provisional pero ninguno de ellos se ha fugado. Y si
nos atenemos a esta regla de funcionamiento judicial me imagino que el
siguiente juicio a celebrar será el de las Gestoras Pro Amnistía, donde
podremos nuevamente seguir oliendo el «tufo» de lo que parece una más que
probable negociación encubierta con ETA, donde se volverá a acusar de
pertenencia a organización terrorista a sus responsables sin fundamento, sin
antes haberse celebrado el juicio del sumario 18/98, donde se les condenará
a menos de 4 años de prisión y ¡todos a la calle por haber cumplido los 4
años de prisión provisional! Todo apunta a que la Audiencia Nacional está
dándole más importancia a la mala imagen de tener que dejar en libertad a un
acusado por el vencimiento del plazo de la prisión provisional sin haber
celebrado juicio, que a celebrar los 6 juicios siguiendo un orden jurídico
lógico (a día de hoy solamente quedan en prisión provisional 13 dirigentes
de Gestoras Pro Amnistía de los más de 200 implicados de todos los
macroprocesos contra el entorno de ETA). También huelen mal los 4.570.200
euros que la izquierda abertzale se ha gastado en pagar todas las fianzas
para obtener la libertad provisional de los más de 200 encausados en los 6
macroprocesos (uno de ellos contra Batasuna), todo ello sin que la justicia
española se «diera cuenta» de que dichos pagos se han producido en momentos
en los que, oficialmente, las organizaciones abertzales no tenían capacidad
financiera alguna por estar ilegalizadas o suspendidas cautelarmente de sus
actividades. Huele mal el hecho de que los 10 abogados defensores de los 28
procesados en el juicio contra Jarrai-Haika-Segi que «casualmente» defienden
a todos los asesinos de ETA cobren más de 120.000 euros en un supuesto
período de «crisis» económica para la izquierda abertzale, o que el gasto
medio de todo el público abertzale al juicio durante los casi 3 meses de
visitas orales que ya llevamos haya sido de unos 3.000 euros al día. ¿Quién
financia tales gastos cuando la mayoría de las organizaciones subvencionadas
están ilegalizadas?
El Gobierno y el Fiscal General del Estado han decidido unilateralmente
que «no hay pruebas» para ilegalizar al Partido Comunista de las Tierras
Vascas, gracias a lo cual ETA podrá seguir gozando de subvenciones de más de
900.000 euros anuales, con lo que la asfixia económica que tanto ha ayudado
a menguar la cobertura logística de ETA para dar de baja de la suscripción de la vida se haya terminado. Hace
pocos días decía en una entrevista la eurodiputada Rosa Díez que «todos
sabíamos que el PCTV es ETA». Pero, sin embargo, poco o nada se ha hecho
desde colectivos cívicos vascos de presión social afines al Partido
Socialista. ¿Dónde están los miembros del colectivo «¡Basta ya!», tan
«defensores» ellos de la unidad de España y tan partidarios ellos de tomar
la calle? «¡Basta ya!» lleva desaparecida algo más de un año -desde que el
PSOE ganó las elecciones- y aún no se ha pronunciado ante todos estos
atentados encubiertos que contra la libertad de los españoles y contra las
víctimas del terrorismo se están produciendo en los últimos meses. Estoy
cansado pero no pienso desistir, no pienso irme de España -por más ganas que
tenga-, ni voy -como otros- a mostrarme indiferente ante toda esta locura
que nos envuelve. Las víctimas del terrorismo somos las voces más
legitimadas para luchar contra el terrorismo y somos también el referente
moral de la sociedad española, por lo que nunca cederemos al chantaje ni
consentiremos que se negocie con la sangre y el sufrimiento de nuestros
familiares.