Farias
Madmaxista
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La subida en los últimos años triplica el Índice de Precios al Consumo (IPC) entre los años 2002 y 2007 Un corte de pelo, una bolsa de aperitivos o una entrada de cine cuestan directamente el doble La alimentación, la hostelería y los servicios públicos son los sectores que más han subido hasta hoy.
La vida cuesta ya en 2008 un 60% más que en pesetas desde la entrada del euro. Hablamos de la media y con datos referidos a 2007. Si nos fijamos en los alimentos básicos, el porcentaje en estos seis años asciende hasta un increíble 80%.
Sin tratar de hacer magia con los números, se constata a través de los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) que desde noviembre de 2001, que refleja el Índice de Precios al Consumo (IPC) que se aplicó en contratos y convenios para 2002, hasta el de noviembre de 2007, los precios han subido un 22,1%. Es decir, que con el mencionado incremento del 60% en nuestros bolsillos, la vida diaria ha aumentado tres veces más que el IPC; un 60% frente a un 22%.
Es decir que eso sería 'lo normal'. Crecimientos superiores a este porcentaje suponen que el esfuerzo para consumir un producto o un servicio es necesariamente mayor.
Y lo es. El esfuerzo es considerablemente mayor, ya que hablamos de incrementos del 60% de media en los sesenta productos y servicios analizados por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU).
Este estudio ha analizado los cambios en los precios desde el año 2001, todavía en pesetas; los que ocurrieron con la entrada el euro, que supuso un aumento medio de un 10% hasta lo que está costando durante los últimos cinco y seis años.
Unos ejemplos
Cortarse el pelo, comprar las clásicas aspirinas, ir al cine o coger un taxi, rutinas diarias de la mayoría de los granadinos, suponen un desembolso increíble hasta hace pocos años. Veamos.
La bajada de bandera del taxi costaba 95 pesetas. Ha terminado valiendo de media en españa 1,85 euros, cifra que supone 307 pesetas y un crecimiento más de un 224%. Impresionante. Con crecimientos moderados pero igualmente espectaculares nos encontramos con el corte de pelo de señora, con un precio medio de 1.200 pesetas hace seis años y que según el mencionado informe se sitúa con el tiempo en una horquilla que varía entre los quince y los treinta euros, lo que supone un incremento porcentual superior al cien por cien.
En el informe de la CEACCU, hay cifras muy entretenidas, como incrementos del 107% en aperitivos, el 100% de la caña de cerveza, el 60% de los vaqueros, el 163% de un corte de pelo, el 224 % de la bajada de bandera de taxi, un 100% de entrar al museo del Prado, o el 90 % de la matrícula de la universidad.
Tras publicar este estudio, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), asegura que «la conclusión incontestable es una subida generalizada y desproporcionada de los precios, liderada primero por las primeras subidas en 2002 en servicios públicos o regulados (transportes, tarifas postales, telefónica, lotería), en hostelería y alimentación.
«La sensación real»
En efecto, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), añade que «la sensación real para el consumidor es tener que dedicar un euro para comprar lo que antes costaba cien pesetas».
En este sentido, CEACCU desvela que por productos destacan las subidas de alimentos con un espacio tradicional en la cesta de la compra, como las sardinas, las cebollas o el cerdo (en torno al 70%), la barra de pan (el 100%) o el café con leche (el 80%).
Y es que el día a día de un ciudadano es un continuo gastar en un país en el que los salarios se ajustan prácticamente al milímetro al incremento del IPC. Así, un acto cultural como visitar el Museo del Prado, o una visita nocturna a la Alhambra, cuestan el doble en estos momentos.
La vida cuesta ya en 2008 un 60% más que en pesetas desde la entrada del euro. Hablamos de la media y con datos referidos a 2007. Si nos fijamos en los alimentos básicos, el porcentaje en estos seis años asciende hasta un increíble 80%.
Sin tratar de hacer magia con los números, se constata a través de los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) que desde noviembre de 2001, que refleja el Índice de Precios al Consumo (IPC) que se aplicó en contratos y convenios para 2002, hasta el de noviembre de 2007, los precios han subido un 22,1%. Es decir, que con el mencionado incremento del 60% en nuestros bolsillos, la vida diaria ha aumentado tres veces más que el IPC; un 60% frente a un 22%.
Es decir que eso sería 'lo normal'. Crecimientos superiores a este porcentaje suponen que el esfuerzo para consumir un producto o un servicio es necesariamente mayor.
Y lo es. El esfuerzo es considerablemente mayor, ya que hablamos de incrementos del 60% de media en los sesenta productos y servicios analizados por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU).
Este estudio ha analizado los cambios en los precios desde el año 2001, todavía en pesetas; los que ocurrieron con la entrada el euro, que supuso un aumento medio de un 10% hasta lo que está costando durante los últimos cinco y seis años.
Unos ejemplos
Cortarse el pelo, comprar las clásicas aspirinas, ir al cine o coger un taxi, rutinas diarias de la mayoría de los granadinos, suponen un desembolso increíble hasta hace pocos años. Veamos.
La bajada de bandera del taxi costaba 95 pesetas. Ha terminado valiendo de media en españa 1,85 euros, cifra que supone 307 pesetas y un crecimiento más de un 224%. Impresionante. Con crecimientos moderados pero igualmente espectaculares nos encontramos con el corte de pelo de señora, con un precio medio de 1.200 pesetas hace seis años y que según el mencionado informe se sitúa con el tiempo en una horquilla que varía entre los quince y los treinta euros, lo que supone un incremento porcentual superior al cien por cien.
En el informe de la CEACCU, hay cifras muy entretenidas, como incrementos del 107% en aperitivos, el 100% de la caña de cerveza, el 60% de los vaqueros, el 163% de un corte de pelo, el 224 % de la bajada de bandera de taxi, un 100% de entrar al museo del Prado, o el 90 % de la matrícula de la universidad.
Tras publicar este estudio, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), asegura que «la conclusión incontestable es una subida generalizada y desproporcionada de los precios, liderada primero por las primeras subidas en 2002 en servicios públicos o regulados (transportes, tarifas postales, telefónica, lotería), en hostelería y alimentación.
«La sensación real»
En efecto, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), añade que «la sensación real para el consumidor es tener que dedicar un euro para comprar lo que antes costaba cien pesetas».
En este sentido, CEACCU desvela que por productos destacan las subidas de alimentos con un espacio tradicional en la cesta de la compra, como las sardinas, las cebollas o el cerdo (en torno al 70%), la barra de pan (el 100%) o el café con leche (el 80%).
Y es que el día a día de un ciudadano es un continuo gastar en un país en el que los salarios se ajustan prácticamente al milímetro al incremento del IPC. Así, un acto cultural como visitar el Museo del Prado, o una visita nocturna a la Alhambra, cuestan el doble en estos momentos.
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