Un último apunte:
A los políticos de Estados Unidos y Europa se les llena la boca cuando hablan de "libre mercado", pero sólo lo defienden cuando les da votos.
Mediante la infame Política Agraria Común (PAC), la Unión Europea paga a los agricultores europeos, con dinero que antes le ha quitado a los ciudadanos mediante impuestos, claro está, por sus productos caros, y al mismo tiempo impide la entrada de productos más baratos de países del Tercer Mundo.
¿Qué consecuencias tiene este atentado a la libertad de comercio?
1) Quitan dinero de unos ciudadanos (los no agricultores) y se lo dan otros (los agricultores)
2) Todos tenemos que pagar los productos agrícolas más caros. Podríamos comprarlos mucho más baratos si nos dejaran importarlos de Asia, de África, de América Latina... pero nos lo impiden, cerrando las fronteras a los productores de estos países.
3) Mantienen artificialmente un sector caduco (el de los agricultores ineficientes) por un objetivo puramente electoralista. Nadie se atreve a quitar las subvenciones porque al día siguiente tenemos los tractores en la Castellana.
4) Impiden que los agricultores del Tercer Mundo se ganen la vida, porque no pueden competir en libertad contra los del Primer Mundo, que como he explicado cuentan con subvenciones. Por si acaso pudieran competir a pesar de las subvenciones, les cierran las fronteras.
Eso no sólo no es liberalismo, ni "neo"liberalismo, ni globalización. Es todo lo contrario: politiqueo, reducción de nuestras libertades, manipulación de los mercados (que por definición son libres), y causa un incalculable empobrecimiento a la sociedad.
OJO: los principales perjudicados somos nosotros, los europeos. Por lo explicado en los puntos 1, 2 y 3. El perjuicio 4 también es importante, pero secundario.
Sin embargo lo venden como "la defensa" de la agricultura nacional. Cuando lo que hacen es cargarse la Economía del país.