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La caída de ventas sube en un año los alquileres el 20%
CRISTINA ORTEGA. 07.05.2007 El m2 ya cuesta de 11 a 13 euros al mes en Triana, Centro o Nervión. La ventas de viviendas se han estancado y ahora se anima el mercado del alquiler.
María, 27 años, aprobó las oposiciones de profesora e hizo realidad uno de sus sueños: tener su casa. El elevado precio y la hipoteca la han hecho prisionera. Ha tenido que alquilar una de sus habitaciones y trabaja en un comercio los fines de semana para poder vivir un poco más desahogada. Esta situación ya no es excepcional. En la ciudad las ventas se han estancado.
Con la escalada de precios y del euríbor cada vez menos sevillanos se atreven a embarcarse en una compra. Como consecuencia, los alquileres se han disparado. En el último año han aumentado de media un 20%, según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Sevilla.
Por un apartamento de una sola habitación en el centro piden ya como mínimo 600 euros, comenta el agente Antonio Fernández. Los arrendadores han visto su filón en el frenazo de las ventas. De media el m2 al mes en esta zona sale a 13 euros aunque pueden pagarse hasta 33, según el portal idealista.com. En Nervión y Triana ya están a 12 1/m2. Las zonas más baratas para alquilar son San Jerónimo (6 1/m2), Macarena y Sur (8 1/ m2).
En cuanto a la compra, los precios apenas suben, pero tampoco bajan. Desde el año pasado el mercado está muy frenado, dice COAPI.
Nada sobre plano
Hace dos años un piso no tardaba ni seis meses en tener nuevo dueño, ahora permanecen con el cartel de «se vende» de nueve meses a un año. El mercado de segunda mano no se mueve, y las nuevas promociones tardan en venderse. Ya casi nadie compra sobre plano. Así, los eificios residenciales de nueva construcción no terminan de comercializarse hasta que los inmuebles están prácticamente concluidos.
Aromas a la post Expo
No es la primera vez que el mercado inmobiliario de la ciudad se frena tras una gran subida de precios de las viviendas. «Esto es un ciclo» explica el agente inmobiliario Antonio Fernández. Ya ocurrió en la Expo’92. El mercado se disparó antes de su celebración. Una vez concluido, hubo gente que tuvo que vender su piso por menos dinero del que lo compró
