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Madmaxista
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Gangas de juzgado
PISO en la Avenida de Andalucía, número 15, planta tercera, de 144,09 metros construidos, por 177.212 euros. ¿Interesante? Pues el juzgado de primera instancia número 4 de Jaén lo subasta el próximo día 22 de febrero a las diez y media de la mañana. El precio de salida de la puja, menos de treinta millones de las antiguas pesetas, no parece excesivo dado que queda a un paso del nuevo parking Avenida y del Corte Inglés. La ejecución de procedimientos iniciados por impago son cada vez más frecuentes. El pasado lunes el mismo juzgado subastó una casa en la zona de la circunvalación. Fuentes consultadas tanto en el juzgado como en el mundo inmobiliario jienense indican que desde hace aproximadamente un año se aprecia un ligero repunte en el número de subastas de inmuebles judiciales. Más o menos desde que comenzó la escalada de los tipos de interés, que eleva los índices de jovenlandesesidad. En el juzgado de primera instancia 4 de Jaén han hecho en un año menos de diez procedimientos de subasta.
Para participar en una subasta judicial es necesario identificarse en el juzgado, declarar expresamente que se conocen las condiciones de la subasta y, lo más importante, depositar en la cuenta del juzgado un aval con el 30% del valor de la transacción que se pretende.
«¿Gangas? Yo no diría tanto», indica un agente de «una financiera» de la capital que anota los datos de la subasta del Gran Eje. Los altos precios de mercado que ha alcanzado la vivienda en Jaén tienen también repercusión en los precios de salida de los inmuebles subastados. «Y se necesita mucho dinero para participar. Una inversión muy elevada y que tiene muchos riesgos», indica el experto.
El riesgo principal es que uno puja a ciegas la mayoría de las veces: se puede valorar la zona del piso, pero casi nunca el estado del mismo y detalles como acabados o materiales. «Hasta que se subasta, el propietario es el dueño legítimo. Y si llegas a un piso que van a subastar y le dices que quieres verlo para participar en la puja lo más fácil es que te echen a patadas», afirma el agente de la financiera. Él, por si acaso, sí tomó los datos.
En el juzgado indican que «años atrás si habían caído las subastas. Los tipos de interés estaban muy bajos y prácticamente todos los procedimientos por impago tenían una solución extrajudicial. Muy pocos llegaban a la ejecución de una subasta». Sin embargo, con la subida de tipos vuelven a animarse las subastas.
¿Existen los subasteros?
La escasez de subastas llevó a que cayese el interés de encontrar una buena ganga. Los habituales en este tipo de procedimientos dejaron de estar ojo avizor rondando por los tablones de anuncios de los tribunales. El un juzgado indican que «subasteros como tal, profesionales de ésto, no parece que haya en Jaén. Al menos no muchos. Sin embargo sí que de vez en cuando se repiten nombres de postores. No demasiados, pero algunos postores si que aparecen en más de un procedimiento al cabo del año».
El agente de la financiera que controla tablones de anuncios confirma esta opinión. «Se necesita demasiado dinero y el riesgo es muy alto. Eso es cosa de empresas o de alguien que les trabaje a comisión».
En el juzgado dan otro detalle del poco interés que suelen tener estos procedimientos: «En la mayoría de las ocasiones el procedimiento se resuelve a favor del acreedor, porque nadie acude a la puja. Son pocos los inmuebles que acaban en manos de un tercero», explican.
El problema para acudir a las subastas puede estar para muchos inversores interesados en la información. Hay que controlar los tablones y estar atento a otros que curiosean para detectar competencia. La Agencia Tributaria solucionó este tema hace ya un par de años abriendo sus subastas de jovenlandesesos fiscales a través de internet. Los juzgados quieren hacer lo mismo. De hecho se está montando ya la red informática y la logística técnica que lo hará posible. Aunque de momento hay que seguir atento a los tablones de anuncios y ojo avizor a alguna ganga.
PISO en la Avenida de Andalucía, número 15, planta tercera, de 144,09 metros construidos, por 177.212 euros. ¿Interesante? Pues el juzgado de primera instancia número 4 de Jaén lo subasta el próximo día 22 de febrero a las diez y media de la mañana. El precio de salida de la puja, menos de treinta millones de las antiguas pesetas, no parece excesivo dado que queda a un paso del nuevo parking Avenida y del Corte Inglés. La ejecución de procedimientos iniciados por impago son cada vez más frecuentes. El pasado lunes el mismo juzgado subastó una casa en la zona de la circunvalación. Fuentes consultadas tanto en el juzgado como en el mundo inmobiliario jienense indican que desde hace aproximadamente un año se aprecia un ligero repunte en el número de subastas de inmuebles judiciales. Más o menos desde que comenzó la escalada de los tipos de interés, que eleva los índices de jovenlandesesidad. En el juzgado de primera instancia 4 de Jaén han hecho en un año menos de diez procedimientos de subasta.
Para participar en una subasta judicial es necesario identificarse en el juzgado, declarar expresamente que se conocen las condiciones de la subasta y, lo más importante, depositar en la cuenta del juzgado un aval con el 30% del valor de la transacción que se pretende.
«¿Gangas? Yo no diría tanto», indica un agente de «una financiera» de la capital que anota los datos de la subasta del Gran Eje. Los altos precios de mercado que ha alcanzado la vivienda en Jaén tienen también repercusión en los precios de salida de los inmuebles subastados. «Y se necesita mucho dinero para participar. Una inversión muy elevada y que tiene muchos riesgos», indica el experto.
El riesgo principal es que uno puja a ciegas la mayoría de las veces: se puede valorar la zona del piso, pero casi nunca el estado del mismo y detalles como acabados o materiales. «Hasta que se subasta, el propietario es el dueño legítimo. Y si llegas a un piso que van a subastar y le dices que quieres verlo para participar en la puja lo más fácil es que te echen a patadas», afirma el agente de la financiera. Él, por si acaso, sí tomó los datos.
En el juzgado indican que «años atrás si habían caído las subastas. Los tipos de interés estaban muy bajos y prácticamente todos los procedimientos por impago tenían una solución extrajudicial. Muy pocos llegaban a la ejecución de una subasta». Sin embargo, con la subida de tipos vuelven a animarse las subastas.
¿Existen los subasteros?
La escasez de subastas llevó a que cayese el interés de encontrar una buena ganga. Los habituales en este tipo de procedimientos dejaron de estar ojo avizor rondando por los tablones de anuncios de los tribunales. El un juzgado indican que «subasteros como tal, profesionales de ésto, no parece que haya en Jaén. Al menos no muchos. Sin embargo sí que de vez en cuando se repiten nombres de postores. No demasiados, pero algunos postores si que aparecen en más de un procedimiento al cabo del año».
El agente de la financiera que controla tablones de anuncios confirma esta opinión. «Se necesita demasiado dinero y el riesgo es muy alto. Eso es cosa de empresas o de alguien que les trabaje a comisión».
En el juzgado dan otro detalle del poco interés que suelen tener estos procedimientos: «En la mayoría de las ocasiones el procedimiento se resuelve a favor del acreedor, porque nadie acude a la puja. Son pocos los inmuebles que acaban en manos de un tercero», explican.
El problema para acudir a las subastas puede estar para muchos inversores interesados en la información. Hay que controlar los tablones y estar atento a otros que curiosean para detectar competencia. La Agencia Tributaria solucionó este tema hace ya un par de años abriendo sus subastas de jovenlandesesos fiscales a través de internet. Los juzgados quieren hacer lo mismo. De hecho se está montando ya la red informática y la logística técnica que lo hará posible. Aunque de momento hay que seguir atento a los tablones de anuncios y ojo avizor a alguna ganga.