The_Chosen
Madmaxista
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Sirva como adelanto este JUGOSO extracto, sacado del mismo enlace que mas adelante pongo:
Sin inventos. Datos objetivos posteriores a la burbuja en un país que ya la sufrió.
El extracto es de una noticia aparecida en la web de la embajada japonesa en España, cuyo texto íntegro pongo a continuación:
(Es posible que algunos ya lo conozcan)
http://www.es.emb-japan.go.jp/noticias_0607_articuloabc.htm
Yo no digo nada, el que quiera entender, que entienda.
En 10 años bajada de un 75% en el precio de los inmuebles.[...] en Japón siempre ha existido el mito de que quien invierte en suelo nunca pierde dinero. Pero la realidad pudo al mito y los precios descendieron hasta el vértigo. En septiembre de 1990 el precio del suelo de las principales ciudades de Japón se cuadruplicó con respecto a 1990. El declive empezó en 1991. En 1995 los inmuebles costaban la mitad que en 1990 y en 2003 una cuarta parte. [...]
Sin inventos. Datos objetivos posteriores a la burbuja en un país que ya la sufrió.
El extracto es de una noticia aparecida en la web de la embajada japonesa en España, cuyo texto íntegro pongo a continuación:
(Es posible que algunos ya lo conozcan)
La noticia original, fechada en el verano pasado, se encuentra aquí:Tras siete años de deflación, Japón registra inflación positiva desde diciembre. El Banco Central ha anunciado que el fin de la política de tipos de interés cero está próxima, el consumo interno crece, las inversiones empresariales también y el PIB aumentó un 3,1% en el primer trimestre del año.
Mientras, el Nikkei se desploma y se recupera. Desde hace 53 meses la economía japonesa se encuentra inmersa en el segundo mayor período de crecimiento desde los años sesenta, cuando creció durante 57 meses seguidos, entre noviembre de 1965 y julio de 1970. La semana pasada se conoció que el Producto Interior Bruto (PIB) tuvo un incremento del 3,1% en el primer trimestre del año y en el cuarto trimestre de 2005 fue la economía que más creció (5.4%) en términos anuales.
Sin embargo, estos buenos resultados que el Gobierno japonés utiliza para ilustrar la recuperación de la economía del país, suceden mientras el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio se desploma. En poco menos de un mes ha retrocedido un 14% y desde el 1 de enero acumula descensos del 9%. En este mismo período las bolsas europeas han registrado caídas inferiores a un punto y el Ibex acumula ganancias de dos. El Gobierno nipón argumenta que hay pocos datos que sugieran que la economía pueda deteriorarse debido a las sacudidas bursátiles, que atribuye a los altos precios del barril del petróleo y al exceso de liquidez en todo el planeta. Su argumento es que el equilibrio ha llevado al mercado de valores a una fase de corrección.
Pablo Bustelo, investigador principal del Real Instituto Elcano en el área de Ásia Pacífico, cree que los vaivenes del índice Nikkei no guardan relación con factores de fondo de la economía japonesa y si al temor del aumento del precio del petróleo y a los recientes escándalos financieros del país (el gobernador del Banco Central, Toshihiko Fukui, se ha visto implicado en el caso del Fondo Murakami por una antigua inversión). También apunta como elemento desestabilizador de la Bolsa la inquietud de los mercados porque no pueden ≪leer≫ apropiadamente las intenciones de la Reserva Federal de Estados Unidos. Bustelo se muestra convencido de que la recuperación de Japón es real, porque, a diferencia de otras truncadas, como las de 1996 o 2000, la de ahora responde al aumento del consumo interno y de la inversión y no al gasto público o a las exportaciones. No obstante, subraya que los vaivenes pueden seguir porque hay mucha inestabilidad mundial, sobre todo bursátil.
Respecto a la evolución de la Bolsa de Tokio, Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4, explica que el año pasado subió el 40%, más que el doble que las europeas, y que lo que refleja ahora es el proceso de subida de tipos de interés y las restricciones de capital de los bancos centrales sobre el crecimiento sostenido que muestra la economía japonesa.
Norimasa Nishikori, primer secretario de la Embajada de Japón, coincide con la reflexión de Bustelo y añade que a diferencia de otras ocasiones la expansión actual no está sostenida ni por la Administración ni por las exportaciones. Nishikori explica que un síntoma de que la economía japonesa va por el buen camino es que durante los últimos tres o cuatro años las ganancias de las empresas han aumentado, lo que ha provocado una recuperación del empleo, pasando de una tasa de paro del 5,4% al 4,3%, y del consumo.
El primer secretario de la Embajada de Japón explica que estas nuevas circunstancias han sido posibles porque el sector empresarial ha sabido corregir los tres grandes problemas que le acuciaban cuando estalló la burbuja: el exceso de empleados, el exceso de inversión en bienes de equipo y el exceso de deuda. Japón empezó su espectacular crecimiento económico en 1955 y duplicó el tamaño de su economía en tan solo once años. La magia se rompió en 1989. A finales de dicho año el índice Nikkei había alcanzado los 38.915 yenes. Cuatro años antes había registrado 12.589 yenes. Lo peor estaba por llegar. El resumen del año fiscal (abril-marzo) de 2003 arrojó un resultado de 9.311 euros. Para curar la maltrecha salud de la economía, los gobernantes nipones llevaron a cabo una política de incremento del gasto público y de reducción de impuestos, pero lejos de mejorar, el país pasó de un superávit cercano al 3% del PIB a un déficit del 10%. La consecuencia actual de esta política keynesiana es una deuda pública respecto al PIB del 160%, uno de los niveles de endeudamiento más elevados del mundo.
Según Nishikori, el precio del suelo jugó un papel muy importante en la crisis del país asiático. Relata que en Japón siempre ha existido el mito de que quien invierte en suelo nunca pierde dinero. Pero la realidad pudo al mito y los precios descendieron hasta el vértigo. En septiembre de 1990 el precio del suelo de las principales ciudades de Japón: Tokio, Osaka, Nagoya, Kobe, Kyoto y Fukuoka se cuadruplicó con respecto a 1990. El declive empezó en 1991. En 1995 los inmuebles costaban la mitad que en 1990 y en 2003 una cuarta parte.
En enero de 2006, por primera vez en 15 años, el suelo industrial de Tokio, Osaka y Nagoya registró crecimientos positivos. No obstante, en la actualidad el suelo destinado a vivienda cuesta un 47% menos que en 1997 y el industrial un 70%. La locura de la compra de terrenos también afectó a las entidades bancarias, que llenaron sus balances de kilómetros de suelo. Nishikori subraya como errores del pasado la gran dependencia de la industria del sector financiero y las desmesuradas y muchas veces innecesarias inversiones de las empresas japonesas en el exterior, alentadas por la moda de que el valor de una empresa se media por el tamaño. Eran los años ochenta y la época en que Japón se conocía en el exterior como el país del Sol Naciente.
http://www.es.emb-japan.go.jp/noticias_0607_articuloabc.htm
Yo no digo nada, el que quiera entender, que entienda.