"Tanta desconfianza hacia los inquilinos cuando sois inquilinos me extraña"
Como siempre, lo entiendes todo al revés.
No es desconfianza de un inquilino hacia otro inquilino. Es la desconfianza hacia un país, hacia los españoles y hacia los pagapensiones españolizados. Es la desconfianza hacia una ciudadanía, donde yo mismo me incluyo, que vive, en la mayoría de los casos, de cara a la galería, por encima de sus posibilidades, y que además tolera vivir en una sociedad donde la picaresca es el pan de cada día. Si me timan, yo timo al siguiente de la cadena. Pensarás que exagero, pero la realidad y las cifras creo que me dan la razón. Nuestra burbuja es una muestra irrefutable de las consecuencias de nuestras propias miserias. Eso no quita para que yo mismo, siempre que puedo, aporte mi granito de arena, a través actividades de voluntariado o similares. Creo en un mundo mejor, pero no soy ajeno a la realidad que me rodea.
En fin, tú lo has dicho, compartir piso de estudiantes, con amiguetes, está bien, pero eso no tiene nada que ver con el caso de tu amigo, o con personas ya formadas, con estabilidad laboral y que comparten un espacio con alguien extraño (o ajeno a tu familia). Eso siempre supone una merma de calidad de vida, aunque bien es cierto que hay cierta compensación si tienes la gran suerte de dar con una persona decente, honrada y tolerante. Lo dicho, le deseo mucha suerte a tu amigo, pero si se cumplen algunos de mis pronósticos y llega la crisis a corto plazo, veremos cómo le va su proceso de selección. Tal vez no viaje muy tranquilo con un extraño en casa, aunque no tenga problemas económicos para pagarse todo tipo de viajes (y otras cosas).